Dante Taparelli, responsable de la Dirección de Diseño e Imagen Urbana de la Municipalidad, no pudo ocultar el dolor que le provoca el estado del cementerio La Piedad.
“El principal problema es que la gente no paga la tasa de mantenimiento. El nicho es propiedad privada y sólo lo paga el 30 por ciento, entonces el municipio debe hacerse cargo de los gastos, está haciendo magia. Además hay asentamientos sobre las paredes del cementerio, eso hace que la situación edilicia empeore todo el tiempo y que se hagan agujeros en el mismo tapial por donde luego la gente ingresa y roba a los visitantes”, detalló.
El director de Diseño mencionó que se había planificado un proyecto tan ambicioso como esperanzador: un vivero donde se gestaran árboles que luego purificarían el aire en toda la ciudad. “Qué mejor que los árboles nazcan en el cementerio, como la energía de nuestros familiares y, a su vez, le den vida al aire de la ciudad”, advirtió. Pero se robaron el techo del vivero, por lo cual el proyecto quedó trunco.
Sobre las obras, Taparelli remarcó: “Restaurar el cementerio debería ser una responsabilidad de la ciudad entera. Así como se habla de narcotráfico, también hablemos de qué significan y para qué están los cementerios”.
En tanto, remarcó que las visitas nocturnas en El Salvador (además de otras en horarios diurnos) “redujeron los hechos de robo en un 40 por ciento, porque la gente toma el espacio como uno cultural, de la memoria, la presencia de nuestros rosarinos. Así debería ser en La Piedad”.
Comentarios