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La historia de tu club

Social Lux, dueño de la pasión de Ludueña

Mercadito cuenta con 600 socios, promueve el fútbol femenino y masculino y este año escrituró sus terrenos.


“Dueños de la pasión de Ludueña”, proclama el cartel de bienvenida del Club Deportivo y Social Lux. Allí mismo, donde finaliza la calle Pascual Rosas a la altura del 400, nace un sentimiento de pertenencia de una institución históricamente conocida como Mercadito, que transita por sus 76 años de vida y que actualmente ofrece un espacio de contención social y deportivo a 600 asociados entre futbolistas y socios activos.

Mercadito es un típico club de fútbol, situado en terrenos adquiridos al ferrocarril Mitre. Además del poder de referencia que ejerce sobre vecinos de Ludueña, Social Lux tiene un amplio espectro de captación de jugadores que provienen de barrios aledaños y también lejanos: Echesortu, Azcuénaga, Centro y hasta de Zona Sur. “Somos un club de barrio con un enorme sentido de pertenencia”, aseguró Pablo Montero, presidente de la institución fundada el 29 de marzo de 1940.

En esa línea deportiva, Social Lux agrupa alrededor de 500 jugadores y jugadoras. Como cualquier otro club que participa en campeonatos organizados por la Asociación Rosarina, el fútbol masculino de Mercadito se divide en categorías de baby, juveniles y primera división. Y la rama femenina, en tanto, distribuye a las chicas en el primer equipo y en los elencos de fútbol 5 y fútbol 7.

“Más allá de los continuos logros deportivos que tienen nuestras categorías masculinas en la Rosarina, el fútbol femenino se ha instalado definitivamente en Social Lux. Comenzó como proyecto hace tres años, cuando se armó un equipo para jugar en cancha de 11”, rememoró Montero.

Adriana Lofiego, secretaria general de Mercadito, reforzó el concepto y el auge del fútbol femenino en la institución. “Las chicas salieron dos veces campeonas de la Liga Cañadense. Llegaron a jugar amistosos con equipos de primer nivel como River y San Lorenzo. Y en el último torneo perdieron por penales la final de la Liga Santafesina”, precisó la directiva. “Inclusive una de las futbolistas de nuestro club llegó a integrar el seleccionado argentino que participó del Sudamericano Sub 17 de Ecuador”, añadió sobre el caso de la jugadora Eugenia Nardone.

Para el desarrollo de la práctica futbolística, Social Lux cuenta con un predio que incluye dos canchas de 7, una de 11 y otra de fútbol 5. “Las canchas de césped sintético se construyeron hace 5 años con capitales privados y fueron concesionadas a un tercero”, indicó Montero. De acuerdo a los tiempos que corren, Mercadito fue modernizando su fachada y sus instalaciones. Construyó un quincho para uso de socios y visitantes. Reformó la entrada al club con la construcción de una portería, con la colocación de un cartel de recibimiento y de una plaqueta recordatoria en reconocimiento por su 75º aniversario que se conmemoró el año pasado. Además se colocó el sistema de riego artificial a las canchas de suelo natural, se reemplazaron luminarias y tejidos perimetrales.

“También hemos informatizado el funcionamiento de la secretaría para beneficio de los socios. Y detrás de uno de los arcos de la cancha de 11 se construyeron vestuarios para fútbol infantil, juvenil y árbitros”, apuntó el presidente.

Un club ordenado administrativamente y que rinda debida cuentas, tiene acceso a subsidios de los gobiernos municipales y provinciales. Y ese es el caso de Mercadito. “Tenemos todos los papeles al día para recibir subsidios que nos permiten comprar elementos deportivos. Nos dan tres meses para invertir con fines determinados y entregar las rendiciones”, señaló Montero.

Actualmente, los socios activos de Mercadito abonan una cuota mensual de 50 pesos, mientras que el abono deportivo para los chicos y chicas que practican fútbol asciende a 150 pesos. Al margen de cualquier título deportivo, indudablemente que la conquista más importante para Social Lux se ha consumado en abril de este año, cuando se produjo la firma de la escritura para que aquellos terrenos ferroviarios pasen a ser propiedad del club. “Pagamos cuotas durante 10 años, desde el 94 hasta el 2004. Y después estuvimos 12 años para gestionar la escritura”, reflejó Lofiego sobre el mayor triunfo institucional de Mercadito: concretar el sueño de la casa propia luego de 76 años de esfuerzo de tantos socios y directivos.

Guzmán, aquel pibe defensor

Una enmarcada camiseta gris con el número 12 en el dorso sobresale visualmente en la secretaría de Social Lux. Obsequio de Nahuel Guzmán, actual arquero de Tigres de México y de la Selección Argentina. Futbolista consagrado, campeón en Newell’s en 2013, que se formó en las categorías infantiles y juveniles de Mercadito.

“Gracias a la venta de Guzmán al fútbol mexicano, cobraremos un 0,5 por ciento del valor de la transferencia en concepto de derechos de formación. Nos corresponde el porcentaje equivalente a dos temporadas”, explicó el presidente Pablo Montero.

No bien se produzca la transferencia a la cuenta bancaria del club, la comisión directiva llamará a asamblea extraordinaria para someter a votación de los socios y definir el destino de los fondos con los que se realizarán nuevas obras.

Adriana Lofiego recuerda al Patón Guzmán como “un chico que siempre estuvo agradecido a lo que le brindamos en el club. A pesar de que juega en el exterior, nunca se olvida de Social Lux y se mantiene en contacto con alguien del club. Y eso nos reconforta y nos llena de orgullo”, manifestó.

A pesar de haber hecho su carrera profesional a fuerza de atajadas, Adriana cuenta a modo de anécdota que “Guzmán jugaba de defensor en el baby. Igualmente se moría de ganas por atajar pero andaba muy bien jugando de 2 o de 6”.

También los hermanos Luciano y Nicolás De Bruno surgieron del semillero de Social Lux. Lo mismo que Alejandro Lalo García y Leandro Grech. Más atrás en el tiempo, Antonio Delogu dejó una huella entre los jugadores salidos del club de calle Pascual Rosas, brillando en el recordado ascenso de Central Córdoba del 57 a la primera división del fútbol argentino.

Social Lux también se destacó por aquel equipo de veteranos que reunía a viejas glorias del fútbol rosarino, como los casos de Tomás Felipe Carlovich, José Malleo, José Aurelio Pascuttini, Alfredo Domingo Obberti, Daniel Killer, Néstor Manfredi, Jorge Ainsa y Miguel Bustos, entre otros.

 

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