Política

Senado: kirchnerismo busca quórum para tratar ascensos de militares

El bloque oficialista necesita conseguir los 37 senadores para habilitar la sesión extraordinaria. A un día de navidad, los problemas de transporte, complican al oficialismo para alcanzar ese número. Busca aprobar el ascenso de un cuestionado general.

El jefe del bloque de senadores kirchneristas, Miguel Angel Pichetto, trabaja a destajo para alcanzar el número mágico de 37 senadores que le permita habilitar el quórum en la sesión extraordinaria de la Cámara alta y tratar así el ascenso de un cuestionado general, en el área de Defensa. A 24 horas de navidad, con varios problemas en los distintos medios de transporte de larga distancia por conflictos gremiales, varios integrantes de la bancada oficialista pusieron en duda su presencia.

La Cámara alta prevé tratar los pliegos de ascenso de 300 militares, entre los que se encuentra el del general César Milani, cuestionado por la oposición por haber participado del levantamiento “carapintada” de Semana Santa de 1987 pero particularmente requerido por el Gobierno.

El bloque que preside Pichetto ya descuenta conseguir el apoyo de los aliados fueguinos María Rosa Díaz y José Martínez, del neuquino Horacio Lores y de la santafesina Roxana Latorre.

Pero para alcanzar las 37 voluntades necesarias destinadas a iniciar la sesión, necesitará dos senadores más y podrían ser el ex presidente Carlos Menem y la rionegrina María José Bongiorno.

Por su parte, el jefe del bloque radical, Gerardo Morales, advirtió que la UCR “no va a facilitar el quórum” y que si el oficialismo lo consigue, bajarán al recinto a impugnar el pliego de Milani.

Pichetto tiene “instrucciones” de la Casa Rosada para aprobar el pliego de Milani, quien se desempeñó como uno de los jefes de Inteligencia del Ejército.

En la sesión extraordinaria del último miércoles, la oposición advirtió que no habilitaría el tratamiento del pliego de Milani, lo que obligó a postergar la discusión de todo el paquete, debido a que Pichetto no quiso arriesgarse a no conseguir el ascenso del general y jefe de Inteligencia del Ejército.

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