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Cochabamba al 300

Joven acusado de homicidio seguirás tras las rejas

Está acusado de matar a Matías Ratari. La Fiscalía sostiene la hipótesis del robo, pero desechó que la víctima y su amigo estuvieran armados.


Un joven de 23 años imputado por el homicidio de Matías Ratari seguirá tras las rejas mientras avanza la investigación. Así lo resolvió la jueza Patricia Bilotta, quien dispuso la prórroga de la prisión preventiva por 60 días. Esta decisión tuvo base en una serie de escuchas telefónicas que presentó la fiscal Marisol Fabbro. De ellas se desprende una serie de conversaciones entre los amigos del sospechoso luego del crimen. Para la funcionaria marcaron una premeditación en el cambio de las declaraciones originales en las cuales aparece en escena un arma en poder de la víctima. Si bien la Fiscalía sostiene la hipótesis del robo, desechó que Ratari y su amigo estuvieran armados y adelantó que solicitará una investigación por falso testimonio.

El 16 de abril Matías Ratari llegó con un amigo hasta Cochabamba al 300. Según la Fiscalía, esa madrugada la víctima y su amigo protagonizaron un robo a un grupo de personas que esperaban un remís en la puerta de un edificio y desde uno de los departamentos de la torre un joven disparó. Para Fabbro no hubo legítima defensa.

Por su parte, la querella descartó la existencia de un robo, adujo que el reloj que fue hallado en poder de la víctima era de su propiedad y fue demostrado por fotos. Entendió que el ataque se produjo en el marco de un altercado que terminó de manera fatal cuando Lucas F. disparó en cuatro oportunidades y sostuvo que se trató de un homicidio calificado.

Ante ello, la defensa de Lucas F. sostuvo la existencia de una legítima defensa en un hecho de robo donde la vida de la madre del sospechoso estaba en riesgo. Hizo hincapié en los dichos de su cliente, quien en la audiencia imputativa sostuvo que estaba en un departamento ubicado en el tercer piso y escuchó como su madre, su tía y dos amigos eran víctimas de un robo; observó que a su madre le apuntaban al cuello, por lo que disparó para disuadir, según refirió.

Prórroga

Ayer tuvo lugar una nueva audiencia donde se discutió la prórroga de la prisión preventiva. En ella se analizó si la libertad de Lucas F. genera un peligro para el avance de la investigación. La fiscal solicitó la prórroga de la medida cautelar dictada a fin de abril y para ello mostró una serie de escuchas telefónicas que se realizaron en forma previa a la declaración de las presuntas víctimas de robo ante la Fiscalía. Según Fabbro, esas conversaciones entre la madre del imputado y el resto de las personas que estuvieron esa noche tienen como fin un acuerdo entre los testigos para brindar una misma declaración e incorporar la existencia de un arma. Fabbro descartó incluso la legítima defensa, y agregó que el sospechoso disparó cuando la víctima estaba ya de espaldas.

Por su parte, la querella a cargo de Paul Krupnik y Gustavo Felman acompañó el pedido, que fue cuestionado por el abogado defensor Marcos Cella.

El letrado hizo foco en los amigos de la víctima que acompañaron la audiencia manifestándose en la calle. Hizo alusión a fotografías obtenidas de redes sociales donde se ve a gente que señaló como del círculo de Ratati y con armas. El abogado sostuvo la teoría del robo, la presencia de armas y la legítima defensa. Resaltó un mensaje de Facebook presuntamente de un familiar del amigo de Ratari quien está detenido por un homicidio, según refirió. En dicho mensaje se sostiene una venganza por su muerte, afirmó. Y sostuvo que esa información fue trasmitida a la Fiscalía para que tome cartas en el asunto. Respecto de las escuchas, aclaró que de ella surge una situación diferente a lo expresado por la fiscal, que muestran a una madre desesperada. Agregó que en la comisaría los testigos no declararon todo porque había familiares de Ratari y sostuvo que el reloj hallado en poder de Ratari no era de la víctima sino de uno de los asaltados.

Por su parte, Krupnik sostuvo que las escuchas dejan al desnudo un concierto de voluntades para asistir a la Fiscalía y cambiar la versión donde incorporan la existencia de un arma. A lo que sumó las comunicaciones del imputado con la novia, que se encuentra prófuga, donde intenta ocultar el arma homicida o fugarse a Mar del Plata. El querellante sostuvo que en el caso no hay legítima defensa sino homicidio. Finalmente el padre de Ratari afirmó que su hijo estuvo 30 minutos tirado en el piso y otros 35 en la ambulancia; que el primer policía que llegó lo palpó y no tenía armas. Y concluyó: “Lo único que sé es que se va a hacer justicia, lo demás es puro cuento”.

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