Dos jóvenes fueron baleados este viernes por los ocupantes de un vehículo que les dispararon cuando pasaron por el frente de una vivienda en pasaje Racedo y Lima, de barrio Bella Vista. Las víctimas recibieron los impactos en las piernas y fueron trasladadas al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). En ese lugar tenía que estar una custodia policial debido a que en enero de 2020, con la misma mecánica, desde un auto tiradores ejecutaron de un tiro en la cabeza a Kevin García, de 17 años, e hirieron a su hermano Alan, de 26, según denunciaron familiares de los heridos.
De acuerdo con voceros policiales, pasadas las 19 de este viernes la central de emergencias 911 recibió un alerta sobre disparos en la cuadra de pasaje Racedo al 4400. Cuando los uniformados llegaron al lugar, los vecinos contaron que las víctimas, identificadas como Lucas G. y Manuel S., había sido trasladadas por familiares al Heca.
Los testigos agregaron que los jóvenes, son amigos y estaban sentados en la puerta de una vivienda cuando los ocupantes de un auto Suzuki les dispararon. Las víctimas recibieron los impactos en sus piernas y quedaron internadas en el Heca, según indicaron voceros relacionados al caso para señalar que las primeras declaraciones dieron cuenta que se escucharon alrededor de una decena de detonaciones.
El caso quedó a cargo de la Unidad Fiscal de Flagrancia en turno cuyo fiscal ordenó la preservación de la escena y la presencia del personal del Gabinete de Criminalística para determinar la mecánica de la balacera y recolectar la secuencia tomada por una cámara privada de la zona para intentar identificar a los agresores.
Un asesinato a sangre fría en el mismo lugar
El domingo 5 de enero de 2020 pasadas las 22, Kevin y su hermano Alan estaban en la puerta de una casa de Racedo al 4400 cuando tiradores en un auto gris los balearon.
Kevin se desplomó por un impacto en la cabeza, fue trasladado al Heca y falleció la mañana siguiente. En tanto, Alan ingresó con un disparo en el muslo a la guardia del Hospital Carrasco y tras recibir las primeras curaciones se retiró sin recibir el alta médica.
Ese día, los investigadores recolectaron vainas servidas calibre 9 milímetros en la escena y señalaron que el móvil del crimen estaba relacionado a las disputas del territorio para la venta de drogas al menudeo.
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