La presidenta Cristina Fernández de Kirchner cerró anoche la reunión del Consejo del Salario que estableció que a partir del pasado 1º de septiembre el haber mínimo es de 4.400 pesos y ascenderá a 4.716 a partir del 1º de enero de 2015.
La jefa del Estado señaló que se trata de un incremento “del 31% en dos tramos”, y puso de relieve que el salario mínimo creció “un 2.389 por ciento desde junio del 2003 hasta el 1º de enero del 2015”.
Así, el salario mínimo aumentará un 31% en dos cuotas, la primera a partir de septiembre, con lo que subirá desde los 3.600 pesos actuales a 4.716, según resolvió anoche por “unanimidad” el Consejo en el que participan empresarios, sindicalistas y el gobierno.
Desde el 1º de septiembre, el salario mínimo llega a 4.400 pesos mientras que desde el 1º de enero de 2015 se completarán los 4.716, se informó desde la cartera laboral. Al acuerdo se arribó tras cuatro horas y media de intensas deliberaciones en el Ministerio de Trabajo.
Asimismo, tal como estaba previsto, se acordó conformar un Observatorio del Empleo cuya misión será analizar la evolución del mercado laboral y proponer medidas para mejorar la producción y el empleo.
Cristina destacó que como resultado de la undécima sesión del Consejo desde el 2003, el “salario cada vez es menos mínimo, más vital y más móvil”.
“Vamos a ver qué cosas han aumentado el 2.389 por ciento en estos años”, desafió la presidenta, “supongamos un 100 por ciento de inflación por año, le sumamos la inflación de Chile, Uruguay, Brasil, y bueno daría 1.100 por ciento”.
En este plano, mencionó que tampoco “la luz, el gas, el agua, o la leche y la manteca” se incrementaron en ese porcentaje del 2.389.
La mandataria destacó entonces la importancia de que “nuestros trabajadores tengan buen poder adquisitivo para mantener el mercado interno”, y al mismo tiempo reclamó reactivación de la industria.
“Los industriales están con capacidad instalada para producir más de lo que se está produciendo”, advirtió, y pidió a las automotrices que “tienen encanutados los autos” que los saquen a la venta. “¿Cómo es?, suspenden gente porque no hay producción y no hay autos”, se preguntó la mandataria y desafió: “Nosotros sabemos que hay stock y tenemos quejas de gente que dice que no se los venden. Por favor, a las automotrices que los vendan”.
En otro orden, se refirió en forma indirecta a la polémica reforma a la ley de Abastecimiento, al señalar: “Estamos trabajando leyes que sé que por ahí no son del agrado del sector empresario” y se dirigió con un guiño hacia el sector de la mesa donde estaban ubicados los representantes de las empresas, liderados por Daniel Funes de Rioja. “Que en el siglo 21 no tengamos una normativa que defienda a los consumidores y luche contra maniobras de cartelización o monopolio, es algo que me parece algo de anacronismo económico”, señaló entonces, al tiempo que resaltó: “Siempre estamos abiertos en el gobierno a hacer modificaciones”.
Por otra parte, denunció que desde distintos sectores se quiere crear “malestar” y un “clima” negativo poco antes de la llegada de diciembre, y puso como ejemplo lo sucedido el año pasado con los saqueos y la revuelta policial. “Hay que bajar un poquito esta cosa que se quiere crear de malestar y de crear ese clima… Cuando se acerca diciembre, uno siente que hay una cosa que aletea”, advirtió.
La jefa del Estado, quien fue recibida por el titular de la cartera laboral, Carlos Tomada, concurrió acompañada por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini.
Estuvieron presentes el titular de la CGT allegada al gobierno, Antonio Caló, y varios dirigentes como Gerardo Martínez de la Uocra, Andrés Rodríguez de UPCN, José Luis Lingeri de Obras Sanitarias y Víctor Santa María del Suteryh, entre otros.
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