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Roger Muzzio y Nilo Costa, unidos en un claroscuro “Circo de pulgas”

El guitarrista y el armonicista editaron su primer disco en conjunto en el que transitan “los oscuros años macristas” con la alegría de juntarse con otros talentos locales


“A la pandemia no la esperaba nadie”, dice el guitarrista rosarino Roger Muzzio. “Eso hace que los lugares estén cerrados, que no se pueda tocar en vivo, pero en Rosario ya era durísimo trabajar de músico antes”, apunta. El contexto es complejo: “No está reglamentada la noche. Los lugares donde se toca, salvo algunos, no tienen camarines, no te pagan, tenés que pagar el sonido, te descuentan impuestos, cosas que no son legales. Si a eso le sumás la pandemia no queda nada”, opinó el músico en medio de una larga charla con El Ciudadano, que tiene como objetivo desandar el camino de Circo de pulgas, un disco que el reconocido músico local editó este año junto al armonicista y productor Nilo Costa.

Costa tiene una vida ligada a la música desde los años 90. La armónica es su instrumento base y la palabra el lugar desde el cual se expresa. Hace algunos años empezó a pensar en aprender guitarra, necesitaba un profesor que lo entienda, que hable su lenguaje de las llamadas músicas negras, del rock and blues. Así dio con Roger y se transformó en “su gran fracaso”. Es que nunca aprendió a tocar la viola, pero de esos encuentros, de esos vinos, esas charlas (todo pre pandemia) surgió una sociedad compositiva que este año dio a luz un disco, Circo de pulgas, un material que habla de la “oscuridad de los años del macrismo” pero con la alegría de un juntarse, apoyarse y compartir.

El disco comenzó como un proyecto solista de Roger, y es por eso que reúne todos los géneros que lo acompañaron durante su carrera. “Hay latin, funk, soul, blues, un poco de todo lo que hice”, comentó el guitarrista. “Me considero más compositor que instrumentista. Siempre estoy haciendo cosas. Tenía músicas nuevas y ninguna banda, y entré en un blanco compositivo líricamente hablando”, confesó. Fue ahí que apareció Nilo. “Fue alumno mío y siempre se daban unas lindas charlas durante las clases, él me comentó que escribía y le conté que tenía unas músicas que no tenían letras. Me gustaba cómo se daban las charlas con él, así que le propuse que intentáramos algo”, apuntó el guitarrista.

Así comenzó la sociedad. Nilo le preguntó a Roger sobre qué quería en las letras, pero él le dio libertad. “Me mató porque todo lo que trajo él, coincidía con cada nota de la melodía, eso es algo muy difícil. A partir de ahí hubo un enganche que se fue haciendo una cadena cada vez más larga y profunda”, aseguró el músico.

“Fue empezar a descubrir esta sociedad compositiva sin ponerle piso ni techo. Empezamos como un juego. Después estaba también el meloneo de cada uno: ¿y si no le gusta lo que escribo? o ¿Cómo le digo que esto no va? Pero después empezamos a poder descansar en el talento del otro confiando, viendo qué pasaba en el camino. Cuando relajamos esa situación teníamos 20 temas. Y ahí empezó otra idea: qué hacemos con esos temas”, relató Nilo.

El gran circo

“Este disco funcionó como tabla de salvación emocional”, apuntó Nilo. Durante el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), estos músicos buscaron una línea de fuga. “Tenemos esa cosa de mantener el estado de ánimo como algo fundamental para seguir haciendo cosas. Este disco nos sacó de esa situación que fue bastante crítica para nosotros en todo aspecto: económico, emocional, artístico”, explicó.

“Decorado de billetes, un trance sin final. Aquí un gusano que se arrastra no tiene baba y paga muy mal. Fenómenos y faunos, hambrientos de atención. Con el pulso acelerado no tienen miedo, fe o perdón…. Los monaguillos del desbande piden pista y paga dios”, reza el tema que da nombre al disco.

“Primero tuvimos que darle un espíritu al disco, una tercera dimensión. Ahí encontramos los temas fuertes, lo que queríamos decir. El disco tiene una forma y un espíritu que trasciende las canciones. Como un universo expandido que va más allá de los temas. Circo de pulgas tiene algo de un circo del engaño al que uno es puesto en escena burdamente, donde todo el mundo sabe que está siendo engañado, pero nadie quiere o no puede hacerse cargo del engaño. Es parte de lo que hemos vivido en el tiempo de composición. Todo lo que nos ha pasado y a todo lo que hemos sido expuestos en esos años. A partir de eso fuimos seleccionando los temas. Y algunos fueron compuestos al fuego de entender que el disco iba por ese lado”, apuntó Nilo.

Los invitados

El material es a dúo: Roger & Nilo, pero las canciones cuentan con la participación de grandes artistas de la ciudad. Luis Fuster, Lucho Cristini, Pau Soka, Néstor Gómez, Daniel Querol. “Los invitados son algo que realmente nos llenó el alma, como se dice. A algunos los invitamos pero la mayoría se ofreció solo. Todos los que participan tienen un talento tremendo. Son músicos excelentes, de mucha trayectoria”, apuntó Roger.

“Pensamos que mucho de ese espíritu celebratorio que tiene el disco tiene que ver con ellos y con lo que pasaba en el momento de grabación. Fue hecho en un estudio casero, donde después de grabar se compartían charlas. Cuando se podía caminar a la madrugada, tomar algo, comer algo rico. Si no se hubiera impregnado de ese espíritu celebratorio hubiese sido un disco muy oscuro. Es una celebración en medio de una tormenta. Esa brillantes de los invitados le da esa luz que tiene este disco. Los colores los pusieron ellos”, reconoció Nilo.

Decirlo hoy genera nostalgia, pero Circo de pulgas fue grabado en un home estudio. “Podíamos estar horas, tomar algo, comer. A pesar de que hay letras duras, la música tiene una cosa celebratoria, alegre. No queríamos hacer un disco bajón, pero sí decir lo que nos pasaba sin llorar”, reconoció Roger al tiempo que Nilo contó que, entre otros, la participación de Querol los sorprendió. “Que cierre el disco fue muy gratificante, y se dio de un momento para otro, había que escribir para que Daniel hiciera su performance y no sabíamos si íbamos a estar a la altura de lo que él puede hacer y fue fantástico. Toma única. Decidimos que ése sea el final del primer disco y puede ser un chispazo para el segundo”, lanzó Nilo.

El sucesor de Circo de pulgas ya está compuesto y maquetado. Las jornadas de grabación ya habían empezado pero ambos músicos están en un parate por las restricciones de circulación vigentes. “Son diez temas”, dijo Nilo. “Aunque tengo 50 mil bocetos más”, agregó Roger entre risas. “No tienen que ver con lo incidental; tampoco queremos hacer discos con el diario en la mano. Si bien no me puedo evadir de las cosas que pasan cuando escribo y tampoco es un disco de ficción, hay cuestiones que tienen más que ver con un universo propio que con lo que está pasando afuera”, adelantó Nilo.

Miles de flores

“El tema que canta Pau Soka fue compuesto para ella”, contaron los músicos. “El olvido es un fantasma sin perdón” es el sexto track del disco. “Teníamos la idea de que hablara de un costado femenino. Sobre qué íbamos a decir había que hilar muy fino. La letra empezó a aparecer a partir del Encuentro de Mujeres de Rosario. Más allá de la melodía que Roger me había pasado”, relató el armonicista. Y reconoció: “La ola verde es un movimiento frente al que todos deberíamos abrir oídos. Me saco el sombrero. Me parece el movimiento más importante del siglo. A partir de ahí construimos un tema para que lo cante Pau”.

“Pau es una performance hermosa”, agregó Roger. “Me acuerdo de cuando grabamos, la canción dice cosas pesadas, todos sabíamos de qué estábamos hablando pero había algo de humor y buena onda. Entonces el recuerdo que tengo fue emocionante”, dijo sobre el tema que reza: “La verdad, sola entre mis sueños siempre supe andar hasta que una noche me fui, en la oscuridad, sin saberlo me fui, desaparecí. Me busqué, entre confusiones vagas por ahí y me vi pintada allí, volviendo en la pared, junto a todos los demás”.

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