Edición Impresa

Resistencia

Rocambolesca caída de prófugo en el centro

Lo buscaban desde hacía dos meses tras haberse evadido de la seccional de Cañada Rosquín.


Hace dos meses, un muchacho de 27 años que estaba detenido en una comisaría de Cañada Rosquín por el robo de un vehículo se fugó en forma silenciosa de la seccional de esa localidad del departamento San Martín. Los efectivos dijeron que el recluso aprovechó la ausencia del personal que estaba abocado a un evento deportivo y que tras violentar un candado tomó la calle, para luego huir en el auto de un vecino. Ayer, el joven fue apresado en pleno centro rosarino tras una agitada persecución policial.

Según voceros del caso, un efectivo de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) que estaba franco de servicio y realizaba adicionales lo reconoció en el mediodía de ayer en la vía pública por una vista fotográfica que había enviado la Fiscalía de la localidad de Sastre ordenando su captura. Pero apresarlo no fue fácil, porque el joven inició una carrera al trote que duró varias cuadras para finalizar en Santa Fe, entre Presidente Roca y Paraguay, en la puerta de un local comercial deshabitado cuyo cristal quedó destrozado.

La escena de la detención fue tragicómica, según contaron vecinos y comerciantes de la zona. “Pasó un pibe corriendo a toda velocidad, y atrás lo seguía otro. Cuando pasó por la puerta del geriátrico, el custodio y dos camilleros le tiraron la camilla encima y lo hicieron caer. Pero se levantó y cruzó la calle. Ahí aparecieron dos uniformados de Motorizada, y uno atropelló al policía que lo venía siguiendo al trote y se cayó de la moto. Al pibe lo redujeron enseguida, pero el cana de la moto estaba re enojado y se le fue al humo. Le trabó la mano y lo empujó con el hombro contra la vidriera. Fue innecesario y encima cuando lo estampó estallaron los vidrios y se cortaron los dos”, dijo un comerciante que relató el episodio como una película mientras una clienta celebraba la golpiza que sufrió el detenido momentos después.

La Policía dijo que los cristales le provocaron heridas al efectivo del Comando Radioeléctrico quien sufrió un corte en un brazo y la espalda, ya que el vidrio le atravesó el chaleco antibalas, en tanto el detenido también se cortó uno de los brazos.

El joven fue identificado como Juan José P., de 27 años. Había sido protagonista de una escandalosa fuga en la madrugada del pasado 27 de noviembre de la seccional 3ª de Cañada Rosquín. Esa noche, una comisión policial cordobesa llegó hasta la comisaría para trasladar al interno, que debía afrontar una causa por el robo de un automotor. Pero al acercarse al penal encontraron la puerta principal abierta, el candado violentado y la ausencia del recluso.

Horas después, siempre de acuerdo con la versión policial, un vecino denunció en esa misma seccional que había desaparecido su Honda Civic blanco de la puerta de su domicilio, al que había dejado con las llaves puestas.

Más tarde se comprobó que el vehículo había sido tomado por el fugitivo, que además, le cargó 600 pesos de nafta en una estación de servicios ubicada en la ruta nacional 34 y provincial 65, que tampoco abonó. El vehículo fue secuestrado días después, en la vía pública, en inmediaciones de Donado y Mendoza, en el barrio de Fisherton de Rosario, donde según los investigadores se domicilian los padres del muchacho evadido.

La causa fue caratulada como evasión seguida de robo automotor y es investigada por la Unidad Fiscal del departamento San Martín, del distrito judicial número 11 de San Jorge.

Comentarios