Edición Impresa

Disputas y confesión

Relatos cruzados y muerte de fondo

Hipólito N. fue baleado en Tablada. La madre de su supuesto agresor, a la vez, lo acusa de amenazarla. Es una mujer que fue testigo de los últimos homicidios de la zona. Dictaron prisión domiciliaria para el herido hasta el 9 de febrero próximo.


Denuncias cruzadas, un hombre de 31 años baleado y un complejo entramado que la Justicia deberá desenredar. El lunes pasado, Ramón Hipólito N. fue baleado en la zona sur y a su vez quedó imputado de amenazas y lesiones leves en calidad de autor. El caso se ventiló ayer en una audiencia donde el acusado, apodado Moneda y quien recibió tres disparos, fue imputado por una vecina de amenazarla. Por su, parte la defensa del muchacho sostuvo que fue el hijo de 16 años de la mujer quien baleó a su cliente y lo denunció para desvincular al adolescente del hecho. Luego de escuchar a las partes, la jueza Roxana Bernardelli se mostró desconcertada. Sostuvo que de los relatos no surge con claridad quién es el agresor y quién el agredido y dispuso la prisión preventiva del hombre por un plazo de 12 días bajo la modalidad de arresto domiciliario. La magistrada entendió que dicho lapso es suficiente para que la Fiscalía descubra el entramado de esta serie de acusaciones cruzadas.

Hipólito Ramón N., tiene 31 años y pertenece a una familia de la zona sur conocida como los Moneditas. Según el relato familiar, una vecina conocida como Pipi denunció a Moneda de amenazarla con un arma, mientras que los familiares del acusado sostienen que el muchacho fue baleado por el hijo de esta mujer cuando iba a visitar a su madre a Necochea al 3900. Refirieron que están amenazados de muerte y que la Policía les achaca cualquier hecho que se produce en la zona, a lo que agregaron que la mujer cuenta con protección policial, según refirió un familiar de Moneda a este medio. Pipi, la mujer denunciante, aparece como testigo en al menos dos hechos de sangre: la muerte de su pareja Jonatan “Tico” Ferreira, en diciembre pasado, y el crimen de Cristian Machuca, hace una semana.

Según la madre de Hipólito N., el hijo de Pipi, apodado Maicol y de 16 años, le disparó mientras su mamá lo seguía con otra arma en sus manos, la que le entregó al menor cuando se le terminaron las balas. Agregó que hay amenazas constantes a su familia, la sindicación policial sobre sus hijos ante cualquier hecho delictivo y la protección policial de la que goza su vecina. Luego del hecho, Hipólito denunció el ataque ante el fiscal Nicolás Foppiani, que lo remitió en la Unidad Fiscal de Homicidios a Miguel Moreno, aunque una hora antes su vecina presentó una denuncia de amenazas y lesiones en su contra en la comisaría 16ª.

La acusación

En una audiencia imputativa realizada ayer, el fiscal Rodrigo Fernando acusó a Moneda de presentarse en moto en la casa de la Pipi y amenazarla. Según la denuncia, el imputado comenzó a gritarle: “Vos lo tenés pegado a mi hermano, te voy a matar a vos y a tus hijos”. La mujer sostuvo que salió y el sospechoso intentó sacar un arma y ella le pegó en la mano, circunstancia en la que apareció su hijo Maicol. En ese momento, se generó una gresca, pero finalmente ambos ingresan al domicilio. La mujer agregó que posteriormente el adolescente salió de su casa y se escucharon tiros. Según fuentes vinculadas con el caso, se presume que Pipi había acusado a un hermano de Moneda como uno de los autores de un homicidio anterior, lo que desató el enojo del acusado.

Pero la defensa de Moneda desechó la denuncia de plano, al sostener que esta presentación es falsa al solo fin de proteger al menor. La letrada Daniela Asinari añadió que hace más de una semana que la familia N. está de rehén porque no puede salir de su domicilio. Y que el hecho se produjo en la puerta de la casa de la familia de Moneda, donde Maicol esperó a su cliente y le metió tres tiros.

Asinari refirió que si bien el hombre contaba con antecedentes cumplió con todas sus obligaciones legales y agregó que Pipi tuvo un accidente con una moto en la que circulaba junto con Cristian “Charly” Machuca el pasado 22, cuando este joven fue asesinado. La defensora sostuvo que los raspones y golpes que la mujer aseguró fueron producidos por Moneda, tranquilamente pueden haberse originado en ese accidente.

Agregó la defensa fotos bajadas de Facebook de Maicol, que lo retratan portando diversas armas de fuego, y se refirió a diversos detenciones del menor y su madre. La abogada pidió el arresto domiciliario para su pupilo.

El fiscal se opuso al requerimiento de la defensa y detalló que le llama la atención que la defensa cite antecedentes de la víctima y deslizó, en carácter de hipótesis, que los disparos que Moneda recibió tal vez puedan haber sido efectuados por el menor tras la agresión que sufrió su madre.

Por su parte, la jueza Roxana Bernardelli sostuvo que la fiscalía deberá esclarecer varias cuestiones. “No es ninguna novedad lo que se comenta en los diferentes medios de comunicación sobre la inseguridad, los homicidios y la dificultad en el esclarecimiento de los mismos” afirmó, y de inmediato agregó: “La agresividad ha llevado a que se presenten casos como éste, en el que no se sabe quién es la víctima y quién el victimario”. A lo que agregó que el hermano del acusado se encuentra prófugo por otro homicidio, causa en la que Pipi fue testigo, y resaltó los elementos presentados por la defensa como las fotografías del adolescente armado. La jueza dictó la prisión preventiva del acusado hasta el 9 de febrero.

El herido

A fines del año pasado, Ramón Hipólito N. firmó un acuerdo abreviado por un hecho menor en el que le dieron 20 días de prisión por tentativa de hurto, al parecer por intentar robar sin éxito el estéreo de un vehículo. Y lo que pareciera un óptimo funcionamiento de la Justicia que lo condenó se presenta como todo lo contrario en los hechos que lo tienen como víctima. El lunes pasado, recibió tres tiros cuando iba a visitar a su madre e, insólitamente, quedó detenido luego de que sus presuntos agresores, un menor de 16 años y su madre de 38, lo denunciaran por amenazas.

Esa tentativa de homicidio no fue la primera que sufrió. A mediados de 2012 recibió un disparo en la cadera en Cepeda y pasaje Isola perpetrado por un grupo de motociclistas.

Cuatro años antes, en el verano de 2008, sufrió dos violentas agresiones en un marco de 45 días. La primera, en el mes de enero, cuando tenía 23 años, un disparo en la nuca lo dejó varios días en terapia intensiva. Ocurrió en Chacabuco y Uriburu. Un mes después un plomo le perforó el estómago cuando salía de su vivienda de zona sur. En ninguno de los ataques fueron identificados los agresores. Su familia asegura que en Tablada, donde tiene jurisdicción la seccional 16ª, hay una fuerte connivencia policial entre bandas delictivas que a la hora de los plomos siempre se inclina para el mismo bando.

También, aseguran estar estigmatizados como los Moneditas, en particular desde enero de 2007, cuando fue asesinado Marcelo Núñez, uno de los hermanos de Ramón que entonces tenía 17 años y a quien se vinculaba con la célebre banda de Torombolo.

Comentarios