Trabajadores de la empresa de montajes Ribron realizaron ayer una manifestación en la puerta de la compañía para pedir por la inmediata reincorporación de un empleado despedido, y además denunciaron amenazas por parte de la firma. Los obreros mantuvieron cortado el tránsito en calle Junín, entre Alberdi y Cangallo, en zona norte.
Germán Ordoñez tiene 40 años, es soldador de la empresa desde hace dos, y explicó su situación a El Ciudadano: “Anteayer me echaron porque mis compañeros me eligieron como delegado. Lo necesitamos ya que no tenemos representación gremial, y la empresa no lo permite porque sabe que se va a abogar por los intereses de los obreros. Ellos quieren un títere. Ahora mis compañeros están pidiendo que me reincorporen. Hicimos una asamblea, y como no conseguimos respuestas, se seguirá con las medidas de fuerza. Y cortamos la calle para que no salga ningún camión”.
Los trabajadores se encuentran bajo el encuadramiento sindical de la Unión Obrera de la Cosntrucción de la República Argentina (Uocra), aunque manifiestan que son distintas las actividades que se realizan en la empresa, y por lo tanto tendría que haber más gremios que los representen, según su actividad.
Ordoñez asegura que son 30 familias las que perderían su fuente de trabajo ya que la empresa amenaza con un despido masivo si continúa la protesta. Hasta el momento afirmaron que “ningún representante del sindicato se hizo presente en el lugar para acompañar el reclamo”.
“La empresa viene pisoteando a todos los empleados. Todavía no nos pagaron el aumento por quincena de 2.500 pesos, que ya varias empresas lo pagaron, y ellos alegan que aún no está homologado. Tampoco tenemos derecho a tomar el desayuno y no podemos tomarnos 15 minutos para ir a almorzar. Nunca nos comunican nada. Cuando echan a un empleado toman a un ayudante y le pagan 20 pesos por hora. Y cuando quisimos dialogar con el dueño de la empresa nos amenazó con despidos”, detalló el trabajador.
Ordoñez afirmó que el dueño de la empresa Ribron los amenazó con que “él sí tiene cómo mantenerse económicamente, pero los empleados no”.
“Tuvimos que recurrir al corte para visibilizar el problema, esto comenzó hace dos días pero nadie viene a dar la cara”, agregó el hombre. Sus compañeros se mantenían firmes en la decisión de no ingresar a pesar de las amenazas.
Y concluyó: “Mañana (por hoy) seguiremos en la puerta de la empresa para que no salga ningún camión. Eso fue lo que decidimos en la asamblea. Nosotros queremos trabajar porque todos tenemos una familia que mantener y llevar el mango a la casa. Ellos nos llevaron a esto, a reclamar por nuestros derechos”.
Ribron es una firma referente en el montaje de tribunas y escenarios; sus caños tubulares han servido para montar las estructuras de diversos acontecimientos de relevancia en la ciudad durante los últimos años.
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