Ciudad

En tiempo récord

Recibirá el riñón de una amiga

La Justicia rosarina autorizó a una mujer de 42 años a donar uno de sus órganos a su amiga de 55 que padece una insuficiencia renal crónica debida a una enfermedad hereditaria que también inhabilita al hermano para ayudarla.


La Justicia autorizó a una mujer a donarle un riñón a una amiga que padece una grave insuficiencia en esos órganos, está con tratamiento de diálisis y en lista de espera en el Incucai desde hace un tiempo. En un acto lleno de humanidad y valentía, Silvia Cirilli, de 42 años, quien se conoce con Ana Bongiovani desde hace más de quince años, decidió darle el órgano para que ésta pueda mejorar su calidad de vida y evitar el empeoramiento de una enfermedad con alto riesgo de muerte.

El fallo –según destacaron las profesionales que participaron del caso por parte de las mujeres– fue decidido con una celeridad notable, pese a la complejidad que presentaba, por Marcelo Quaglia, juez de primera instancia de distrito en lo Civil y Comercial de la 14ª Nominación.

La cuestión es que Ana, que tiene 55 años y sufre de una insuficiencia renal crónica originada por una poliquistosis renal, enfermedad de carácter hereditario, no tiene un familiar directo que sea compatible para realizar el trasplante.

A eso debe agregarse que el tiempo de permanencia en diálisis atenta no sólo contra su calidad de vida actual sino sobre las posibilidades de éxito de un futuro trasplante.

Una de sus abogadas, Carina Mazzeo, explicó a este diario que “Ana tiene un hijo que es chico y un hermano que está en la misma situación que ella. Tiene la misma
enfermedad, por lo que se le hace imposible, por obvias razones, ser el donante”.

“La cuestión es que la ley permite la donación directa entre parientes pero cuando no hay relación de consanguinidad se tiene que hacer con autorización judicial porque la norma tuvo en cuenta la posibilidad de tráfico o venta de órganos y se hizo eso para evitarlo”, señaló.

“La verdad es que hay que remarcar que la Justicia se portó de maravillas ya que en menos de un mes resolvió una cuestión que es compleja porque hubo que hacer una gran cantidad de entrevistas con médicos, psicólogos, representantes del Cudaio, testigos y demás personas vinculadas al caso y luego de eso tomar la decisión”, continuó.

Solidaridad que hace crecer

A modo de explicación sobre la necesidad de actos altruistas como el de estas dos amigas, tanto Mazzeo como su socia Julia Canet –quienes participaron del caso– pusieron como ejemplo palabras del neurocientífico Facundo Manes, quien destacó en su oportunidad que “los lazos positivos y duraderos son clave para el bienestar general de los seres humanos”.

“Cuando desarrollamos amistades, y contamos con gente en la que podemos confiar, nuestros recursos se expanden. Con familiaridad, otras personas se convierten en parte de nosotros mismos”, agregaron.

“En este caso debemos felicitar en primer lugar y sin duda alguna a Silvia por realizar un acto altruista a favor de su amiga Ana y en segundo lugar a todos los profesionales intervinientes, que supieron empatizar y colocarse en el lugar de las partes dando pronta solución a un problema del cual todos los ciudadanos debemos aprender y que es de esperar sirva como una manera de fomentar la donación de órganos, pero también como una revalorización del papel que la amistad juega en las relaciones humanas”, señalaron las profesionales.

Por último, Mazzeo dijo que es necesario “destacar y remarcar la importancia de la donación de órganos”.

“Una de las cosas que no contaban los profesionales es, además, que los órganos son mejores cuando el donante es una persona viva y no un donante cadavérico”, reveló.

“A partir de ahora tanto Ana como Silvia deben comenzar a hacerse los estudios para después ponerle una fecha a la intervención quirúrgica que se realizará acá en la ciudad”, concluyó la letrada.

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