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Sociedad

Raymond Carver, el antihéroe que vio el revés del sueño americano

Lejos de productos de la industria cultural de héroes y doncellas, su prosa aborda injusticias sociales y angustias personales.


Raymond Carver fue un escritor norteamericano que retrató con singular maestría el lado oscuro del llamado sueño americano, en realidad un eufemismo que bajo los fulgores de sociedad de consumo buscó ocultar a los seres anónimos que padecen las injusticias y atropellos de un sistema hipercompetitivo y meritocrático. Por ello no sorprende que la crítica literaria haya denominado despectivamente a sus relatos como representativos del “rubish realism”  o realismo sucio.

La prosa de Carver es precisa y a la vez austera, y en ese rumbo lleva al lector a captar la desolación, la soledad  y angustia existencial de sus personajes. Mujeres y hombres que naufragan en un mar de turbulencias sociales y afectivas. Que luchan y no se dan por vencidos frente a las adversidades de la vida cotidiana.

Esbozo biográfico

Raymond Clevie Carver Junior nació el 25 de mayo de 1938 en Clatskanie, Oregon, y creció en Yakima, Washington. Su madre trabajaba como camarera y vendedora, su padre laboraba en un aserradero.

Uno sus biógrafos marca: “Para mantener a su esposa y a los dos hijos de ambos tuvo que aceptar trabajos de poca monta (asistente de una gasolinera, portero…) durante una etapa de su vida cuya inestabilidad económica lo marcaría para siempre. En 1958 empezó a interesarse seriamente por la narrativa después de haber asistido a un curso de escritura creativa en el Chico State College. Allí estudió bajo la tutela del escritor John Gardner, en Chico, California. Publicó un sinnúmero de relatos en revistas y periódicos, incluyendo el New Yorker y Esquire, que en su mayoría narran la vida de obreros y gente de las clases desfavorecidas de la sociedad estadounidense. Sus historias han sido incluidas en algunas de las más prestigiosas compilaciones estadounidenses: Best American Short Stories y el premio O. Henry de relatos cortos”.

Estilo

Los críticos asocian los escritos de Carver al minimalismo y lo consideran el padre de la citada corriente del realismo sucio. Este apelativo, con el que disentimos, proviene de que los relatos carverianos no tienen el vértigo típico de los productos de la industria cultural o cultura de masas con triunfadores y doncellas. Nada de esto está presente en este autor.

Paradojas, el reconocimiento a los logros narrativos fue póstumo. Carver era considerado un escritor de moda, un ícono que “América no podría darse el lujo de perder”, según Richard Gottlieb, entonces editor del New Yorker. Sin duda era su mejor cuentista, quizá el mejor del siglo junto a Anton Chéjov, en palabras del escritor chileno Roberto Bolaño. Al hilo de esta idea cabe destacar un soberbio cuento dedicado a los últimos días del referido escritor ruso de nombre “Tres rosas amarillas”.

Afirma un comentarista: “Su editor en Esquire, Gordon Lish, desempeñó un papel decisivo en concebir el estilo de la prosa de Carver. Por ejemplo, donde Gardner recomendaba a Carver usar 15 palabras en lugar de 25, Lish le instaba a usar 5 en lugar de 15. Durante este tiempo, Carver también envió su poesía a James Dickey, entonces editor de poesía de Esquire”.

“Tres rosas amarillas”

Como se afirma en una reseña de una enciclopedia literaria: “«Tres rosas amarillas» se compone de seis magníficos relatos de uno de los autores más valiosos y significativos de las últimas décadas, que ahondan y si cabe, perfeccionan su personal universo literario, con un broche de oro final; el relato que da título al volumen, reconstrucción imaginaria de los últimos días de Antón Chéjov, que alcanza cotas de genialidad”.

“Como en sus libros anteriores, Carver retoma sus temas de siempre: las tribulaciones de la Norteamérica pobre, los problemas familiares y matrimoniales la soledad de seres anónimos que consumen existencias grises sobrellevando como mejor pueden una vida de perdedores. Pero en «Tres rosas amarillas» lleva su estilo y fuerza narrativa hasta las últimas consecuencias: una prosa límpida y transparente que bucea en el misterio de la vida, procedimientos descriptivos ajenos a todo sentimentalismo y que plasman profundas emociones humanas, un lenguaje preciso y escueto cuya llaneza da lugar a atmósferas plenas de sentidos y contextos”.

“Si me necesitas llámame”

Gracias al rescate de la obra de Raymond Carver de su segunda compañera de la vida, Tess Gallagher, debemos la publicación del libro “Si me necesitas llámame”. Espléndidos cuentos, tan precisos como estremecedores. De estos relatos señala un crítico: “Las historias transcurren en el noroeste norteamericano con hombres que han abandonado la bebida y reinician sus vidas, un escritor que procura recuperar su talento creativo y parejas en plena crisis. Esos vacíos serán el comienzo de todas las cosas”.

Algunas frases

“La vida era una piedra que lentamente se iba gastando y afilando”.

“Sólo podemos llevarnos a la tumba la satisfacción de haber hecho lo mejor “.

“Isak Dinesen dijo que ella escribía un poco cada día, sin esperanza y sin la desesperación. Quiero eso”.

“Creemos adivinar los sentimientos del otro, no podemos, por supuesto, nunca podremos. No tiene importancia. En realidad es la ternura la que me interesa. Ése es el don que me conmueve, que me sostiene, esta mañana, igual que todas las mañanas”.

“Tanto en la poesía como en la narración breve, es posible hablar de lugares comunes y de cosas usadas comúnmente con un lenguaje claro, y dotar a esos objetos, una silla, la cortina de una ventana, un tenedor, una piedra, un pendiente de mujer, con los atributos de lo inmenso, con un poder renovado”.

“Cualquier gran escritor, o simplemente buen escritor, elabora un mundo en consonancia con su propia especificidad. Tal cosa es consustancial al estilo propio, aunque no se trate, únicamente, del estilo. Se trata, en suma, de la firma inimitable que pone en todas sus cosas el escritor. Este es su mundo y no otro. Esto es lo que diferencia a un escritor de otro”.

Obras

Entre las obras de Raymond Carver pueden mencionarse: ficción: “Will you please be quiet, please?” (¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor?) (1976), “What we talk about when we talk about love” (De qué hablamos cuando hablamos de amor) (1981), “Cathedral” (Catedral)(1983), “Elephant” (1988) y “Beginners” (2009). En poesía: “Near Klamath” (1968), “Winter Insomnia” (1970), “At night the salmon move” (1976), “Where water comes together with other water” (1985), “Ultramarine” (1986), “A new path to the waterfall” (1989).

Raymond Carver, murió el 2 de agosto de 1988 en Port Angeles, Washington, legando un aporte insoslayable a la literatura contemporánea.

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