El 29 de noviembre de 2015 quedó en la historia del automovilismo mundial como el día en el que Petter Solberg se consagró bicampeón de Rallycross. Y se recordará que el noruego levantó la copa en Rosario. Sí, ayer los ojos del mundo del deporte se posaron en la Cuna de la Bandera, que albergó otro evento de elite en la antesala de la Liga Mundial de hockey femenino y del arribo del Dakar por tercer año consecutivo.
No hubo sólo un festejo en el “Juan Manuel Fangio”. Es que el sueco Robin Larsson se quedó con la victoria y descorchó el champán desde el escalón más alto del podio.
Quizás la jornada no terminó siendo perfecta por la aparición, nuevamente, de la tierra, que volvió a complicar y por eso debieron suspenderse tres carreras en la manga 4 e ir directamente a las semifinales. Más allá de esto, el clima y la gente acompañaron; y se vio un cierre emocionante en donde la adrenalina que transmitían los pilotos se trasladó a las tribunas, donde los espectadores premiaron con un merecido aplauso a pilotos que se juegan la vida en cada curva.
A los 8.15 arrancó la acción en el autódromo. Y así se fueron sucediendo las cuatro mangas, más allá de que la última se desarrolló de manera parcial. Ya cuando el sol estaba en su máximo esplendor, se largaron las semifinales. Aunque la celebración del bicampeonato de manera anticipada por parte de Solberg le quitó algo más de emoción a las instancias definitorias.
En la primera semi, el sueco Larsson fue el dominador, mientras que en la segunda llegó el plato fuerte, pues frente a frente estaban Solberg y Timmy Hansen, único con chances de pelearle el título. El joven le ganó al experimentado, pero aún faltaba la final. Y allí el sueco se equivocó, ya que se tocó con su hermano Kevin y debió abandonar. Mientras tanto, adelante Larsson se escapaba, seguido por su compatriota Mattias Ekström. Así recibieron, en ese orden, la bandera a cuadros, mientras que tercero y tras una buena remontada arribó Solberg para delirio de los espectadores que aguantaron el sol, el insoportable calor y la espera entre carrera y carrera que por momentos fue eterna. El Rallycross ya es historia. Rosario estuvo en los ojos del mundo y nuevamente gracias al deporte. Hasta 2016…
EL CHELITO EN EL FANGIO
Los futbolistas, en muchos casos, son fanáticos de los ‘fierros’. El Chelito César Delgado estuvo un rato por el Fangio y disfrutó de la adrenalina del Rallycross.
1,9
segundos es el tiempo que tardan los bólidos del Rallycroos mundial para llegar de 0 a 100 kilómetros. Es que los 600 HP de fuerza generan una potencia inédita y los pilotos, sin guardarse nada, se llevan todas las ovaciones cada vez que pisan a fondo el acelerador, activan el turbo y derrapan a toda velocidad. ¡Qué espectáculo!
“WHERE ARE YOU FROM?”. No sólo la calle de boxes fue sede de un crisol de idiomas. En la sala de prensa el inglés fue la lengua que más se escuchó el fin de semana, pues más de 30 periodistas y fotógrafos procedentes de Europa llegaron a Rosario.
No fue el día de Marrocchi
Ellos también corrieron. Una vez que las estrellas del Rallycross mundial apagaron los 600 HP, los que se encendieron fueron los impulsores del Campeonato Argentino de Rallycross en sus divisionales Maxi Rally y N4. Y en esta última divisional hubo presencia rosarina. El empresario Daniel Marrocchi corrió en su casa pero no tuvo el final soñado, pues no pudo llegar en la final del N4. Ahora pensará en la definición del campeonato en San Luis y luego sí en el gran objetivo: el Rally Dakar 2016. El ganador en N4 fue Alejandro Levy, mientras que en la final del Maxi Rally se impuso Federico “Coyote” Villagra, escoltado por Augusto D’Agostini y Hernán Kim.
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