El jefe del gobierno español, el conservador Mariano Rajoy, reconoció ayer que su partido sufrió una importante pérdida de votos en las elecciones regionales y municipales, pero rechazó realizar cambios declarándose “tranquilo” de cara a las legislativas de finales de año, cuando buscará una reelección que ratificó sin dejo de duda.
“Hemos sufrido una notable pérdida de votos y por lo tanto no podemos estar satisfechos”, admitió tras una reunión del comité ejecutivo de su formación, el Partido Popular (PP) que, pese a ser la fuerza más votada en los comicios del domingo, perdió las mayorías absolutas que tenía en muchas regiones e importantes alcaldías como Madrid y Valencia, donde gobernaba desde 1991, además de ser derrotado en Barcelona.
“Negarlo sería tan absurdo como negar que hemos ganado las elecciones”, dijo Rajoy en referencia a la sumatoria general de votos. “Los resultados (del domingo pasado) no son evidentemente los que nos hubiera gustado tener, pero demuestran que el Partido Popular sigue siendo la opción preferida de los españoles”, afirmó Rajoy, achacando el mal resultado electoral al desgate de cuatro años de gobierno en plena crisis económica.
“Siempre que hay una crisis como la que hemos vivido los gobiernos sufren, se resienten”, argumentó el líder del PP.
Llegado al poder en diciembre de 2011, Rajoy, cuyo Ejecutivo aplicó drásticas políticas de austeridad –con 150.000 millones de euros de ahorro en gasto público en tres años para luchar contra el déficit– es candidato a la reelección en las legislativas de finales de año.
“Estoy absolutamente convencido de que los españoles en las próximas elecciones generales van a reconocer el esfuerzo” del gobierno por atajar la crisis, apostó.
“Llevo muchos años en este partido (…) hemos ganado las elecciones en el año 2011 y por tanto en ese asunto estoy muy cómodo y muy tranquilo”, afirmó, descartando “hacer algún tipo de cambio (…) en el gobierno ni tampoco en el partido”.
Se enfrenta sin embargo a un panorama político muy diferente al de hace cuatro años, con la competencia, además de su tradicional rival socialista, de dos formaciones emergentes, Podemos, en una nueva izquierda, y Ciudadanos, en el centro-derecha.
Apoyados en sus denuncias contra la política de austeridad y la corrupción que sacude a las dos grandes formaciones, estos pequeños partidos tienen tras las elecciones del domingo pasado la llave de la gobernabilidad en varias regiones y ayuntamientos donde se requerían pactos para formar mayorías.
“Hoy no es un día para hablar de pactos ni de acuerdos”, afirmó sin embargo Rajoy.
“En este momento no hemos tomado ninguna decisión, yo no he hablado con nadie y nadie se ha puesto en contacto conmigo para nada”, agregó.
Manuela Carmena, ex jueza, se siente alcaldesa de Madrid
Manuela Carmena, candidata de la plataforma ciudadana Ahora Madrid, que incluye a miembros de los indignados y llegó en segundo lugar en las elecciones municipales de la capital española, se declaró ayer convencida de que será la próxima alcaldesa gracias al apoyo de los socialistas. “¿Será usted la próxima alcaldesa de Madrid?”, le preguntó una periodista en un parque en el que su equipo se había reunido para una foto de familia. “Sí”, dijo ella. “Lo más difícil ya está hecho”, agregó.
Jueza jubilada de 71 años, Carmena fue militante comunista opuesta a la dictadura de Francisco Franco durante sus años de estudiante. Ayer afirmó haber hablado con el cabeza de lista socialista, Antonio Miguel Carmona.
Su lista compuesta por ex miembros de los indignados y representantes de varias formaciones de izquierda, incluido el partido antiliberal Podemos, obtuvo 20 de los 57 concejales con 31,8 por ciento de los votos, detrás del conservador Partido Popular (21 concejales, 35,5 por ciento de votos). Por su parte, el Partido Socialista obtuvo 9 concejales (15,3) y con su apoyo dispondría de la mayoría absoluta necesaria para gobernar.
Carmena ya empezó a trabajar en la ciudad gobernada por la derecha desde 1991.
“Como me preocupa especialmente el tema de los desahucios (desalojos de vivienda única por falta de pago), esta mañana he empezado a entrevistarme con el presidente del Tribunal Superior de Justicia y el juez decano de Madrid para irles hablando de la posibilidad de poner en marcha la oficina para parar los lanzamientos (…) no podemos perder ni un minuto”, subrayó.
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