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Vida y Plenitud

¿Qué significa llevar una vida espiritual?

La vida espiritual comienza cuando me determino a ser feliz, y por lo tanto, tengo que utilizar todo acontecer como recurso para serlo.


Pensamos que es un ritual diferente de los hábitos normales, los cuales también son rituales pero destinados al placer corporal. No se refiere entonces a un ritual nuevo. Si aclaramos nuestro objetivo de vida nos damos cuenta que buscamos ser felices a través de un amor que no tenga condiciones. Entonces la vida espiritual comienza cuando me determino a ser feliz, y por lo tanto, tengo que utilizar todo acontecer como recurso para serlo. Esto constituye un propósito nuevo para la mente, pero ineludible, ya que sin este la mente sólo encontraba insatisfacción.

Así que la vida espiritual es la determinación por encontrar la felicidad sin condiciones, y lo primero a tener en cuenta es el hábito de observar mi vida y la vida de los demás, sin el intento de juzgarla. Observando el personaje que vive de los dramas con las otras personas, que se pelea y se atrae nuevamente, me libero de la identificación, de tal modo de poder verme en contraste o más allá de los temporales y repetitivos accidentes que el cuerpo adolece como enfermedad, abandono, soledad, vejez y muerte.

Comienzo por preguntarme: con todo lo que he experimentado y aprendido, ¿soy feliz? ¡No! ¿Qué es lo que sucede? ¿He tratado de robarle momentos de placer a una vida que parece escurrirse entre mis manos, tal como el agua? Descubro así en mi conducta mental una lucha inconsciente que no lleva a ninguna parte a excepción del encuentro con un sentimiento de culpabilidad oculto.

Y, con un propósito muy práctico de perdonar o soltar todo el pasado que llega como memorias mentales, descubro un lugar de paz y felicidad natural en estado de no dependencia con el afuera. Así que la vida del espíritu tiene esa característica: no depende de la dualidad de los fenómenos cambiantes y se despliega gradualmente a través de decisiones profundas a nivel de la mente.

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