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Prohibición de estacionar frente a colegios: con luces y sombras

Por Luciana Sosa. El nuevo sistema se puso en marcha desde ayer. En líneas generales, la primera jornada fue positiva.


Comenzó la prohibición de estacionar frente a los colegios durante los días lectivos, ya que desde ayer, de 7 a 18, los vehículos de aquellos padres que llevan a sus hijos hasta la puerta de los establecimientos sólo pueden detener su marcha por unos segundos para que los niños bajen o suban al rodado. Nada de estacionarse en doble o triple fila.

En líneas generales la primera jornada con esta modalidad fue positiva: hubo mucho control de agentes de tránsito y la mayoría de los padres estaba avisada de la nueva disposición. También se comprobó que el ingreso de los alumnos resultó menos traumático que el egreso. Un ejemplo de esto fue lo que ocurrió en el Colegio Maristas, donde hubo quejas. Ocurre que por disposición de la dirección de la institución los niños no salen a la vereda del establecimiento, sino que los padres deben ingresar al edificio para llevárselos. Por ese motivo, adujeron, necesitan dejar el auto estacionado varios minutos.

Ahora, las directivos de Maristas esperan reunirse con autoridades municipales para plantear esta cuestión. “Hay que encontrar alternativas para este caos; han querido buscar una solución pero vemos que no hacen más que complicar la labor de los padres”, dijeron desde el colegio.

“Uno, dos, tres, cuatro y (tomó aire) cinco…”. El hombre hizo salir a los chicos de la camioneta en la que los llevaba. Su esposa, que estaba como acompañante, se bajó corriendo del vehículo para acompañar a los pequeños hasta el colegio, a tres cuadras de distancia: la Dante Alighieri.

“Vimos que podíamos detenernos un segundo frente a Maristas, por eso saqué rápido a los chicos, y más viendo a los inspectores detrás de mí. Pero ahora mi señora los lleva caminando hasta la Dante”, comentó Horacio.

Por su parte, Natalio sacó tan rápido a su nena del jardín de Maristas que subió al auto y casi se olvida la mochila de la pequeña en la vereda. El inspector de tránsito le tocó el silbato para que se detuviera porque la mochila de Barbie quedaba olvidada en medio del apuro. “Estoy loco, comparto que no se estacione en doble fila, pero esta zona es un caos, y encima tengo que andar a las corridas para que no me hagan una multa”, contó el hombre.

Sin embargo, un conductor que se acercó al mediodía al ingreso de Maristas estuvo a punto de ir a buscar su automóvil al corralón. Es que se detuvo mucho más tiempo de lo permitido y se empecinó en no irse cuando se lo pidieron. Los agentes lo multaron. Enseguida llegó una grúa y comenzó una dura discusión. Al final, el hombre zafó del remolque.

También hubo un grupo de madres que se reunieron en la puerta de Maristas para buscar “un sentido a esta modalidad absurda”.

“Tenemos que entrar al colegio a retirar a nuestros hijos y está bien que así sea, no queremos a los chicos en la calle, pero al mismo tiempo corremos el riesgo de que nos hagan una multa o tenemos que pagar 18 pesos en el estacionamiento de enfrente por sólo 10 minutos”, plantearon.

Escucharán alternativas

Padres de los estudiantes de Maristas rodearon a Gustavo Adda, director de Tránsito, con quejas de toda índole por el sistema que se empezó a implementar ayer. El funcionario explicó que la idea es acercarse a la institución educativa y a los padres “para ver qué alternativas proponen”.

“Es una modalidad novedosa y esperamos llegar a un acuerdo por medio del diálogo para ver si reorganizamos el sistema en los próximos días. En la mayoría de los casos los padres encontraron una vía mucho más ágil en el ingreso al colegio, pero se ha visto bastante complicado en el horario de egreso. En este caso (por Maristas) el colegio no saca a los chicos a la puerta, los padres deben ingresar a buscarlos y eso hace que la demora sea un poco mayor de lo previsto”, detalló.

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