Edición Impresa

Huida y apriete

Proceso por extorsión

Ex integrante de la División Judiciales fue encausado en expediente que investiga la fuga de un integrante de Los Monos de la Jefatura de la UR II.


El policía Germán Almirón, de 32 años, fue procesado por el delito de extorsión sobre la pareja de Juan Domingo Ramírez, sindicado lugarteniente del clan Cantero, quien fue recapturado anteayer luego de protagonizar en enero pasado una escandalosa fuga de la Jefatura de Rosario, hecho que dio origen a esta causa. Además, en la resolución quedó sobreseído el sargento Rubén Zapata, custodio de  Ramírez al momento de la fuga y que estaba acusado de favorecimiento doloso de la evasión y cohecho. Mientras que los otros dos investigados por estos delitos, Lucas V., de 37 años, y Raúl P., de 36, recibieron falta de mérito. En el escrito, la magistrada Alejandra Rodenas dispuso la declaración indagatoria para el subcomisario Luis Quevertoque, jefe de la Brigada Operativa de la División Judiciales, por favorecimiento doloso de evasión y por la violación de los deberes de funcionario público, mientras que la misma medida impuesta al sargento Zapata sólo abarcará este último delito, aunque todavía no se fijó fecha para esta instancia.

El caso por el que se investiga a Almirón, suboficial de la entonces Brigada Operativa de Judiciales, ocurrió el 15 de enero pasado luego de que participara de la detención de Juan Domingo Ramírez en el marco de la megacausa Monos instruida por el juez Juan Carlos Vienna. El detenido llegó a la oficina de la División Judiciales ubicada dentro de la Jefatura de la UR II pasadas las 22.30 del 14 de enero. El penal de la Alcaidía sólo recibe detenidos hasta las 21, por eso Ramírez tenía que pasar toda la noche en esa dependencia. El sindicado integrante de la banda de Los Monos quedó esposado de una mano a la baranda de la escalera durante 9 horas, custodiado por el sargento Zapata y una agente. A las 7.30, aprovechó que la mujer policía había ido hasta el baño para quejarse porque las esposas le ajustaban. Zapata quedó solo y cuando se acercó para corroborar el estado del hombre éste se zafó y le pegó una trompada para luego escapar del predio de la Jefatura, según su descargo. Tras la fuga, el sargento y la agente Lucía O. quedaron detenidos.

Pasaron unos días y la esposa de Ramírez denunció que apenas producida la detención dos policías le habían pedido dinero a cambio de la libertad de su pareja. Esta investigación terminó con la detención de los tres uniformados de la Brigada Operativa de Judiciales, Lucas V. y Raúl P., ambos cabos, como también del agente Germán Almirón. Este último fue reconocido por la mujer y su madre como el encargado de hacer los trámites para la entrega de 200 mil pesos o de un vehículo para facilitar la huida de su esposo.

En medio de la etapa instructiva, el 21 de marzo se conocieron escuchas telefónicas efectuadas dentro de una investigación federal –en la que Almirón estaba en la mira por sus lazos con una banda de narcotraficantes (ver aparte)– de las que surgieron la eventual planificación de un ataque contra el juez Vienna y fiscal de Cámaras Guillermo Camporini y el mencionado Quevertoque, donde el interlocutor de Almirón fue César Treves, detenido en el penal de Coronda procesado por homicidio, según refirieron fuentes del caso en su momento.

En ese marco, el 14 de junio pasado Almirón pidió ampliar su declaración indagatoria ante la jueza de Instrucción 4ª. Se desligó de los cargos que le imputaban y comprometió a su jefe, Quevertoque, como el organizador de la extorsión sobre la esposa de Ramírez. En el fallo, Rodenas detalla que Almirón aseguró que cuando le informó sobre el dato preciso de la ubicación de Ramírez a su jefe, éste no le había dado importancia. El ahora procesado agregó en su testimonio que a las 23.30 de ese día –con Ramírez ya detenido– su superior le ordenó dirigirse a 27 de Febrero y Moreno porque en el lugar podía encontrarse con otro de los prófugos de la banda, según le había manifestado Ramírez. Sin embargo, cuando llegaron al lugar con Raúl P. apareció la mujer de Ramírez y le entregó un papel –un título de automotor de un Citroën– diciéndole que era para su jefe. En ese marco, la magistrada consideró que con respecto a Quevertoque no puede otorgarse la  indagatoria solicitada en su momento por Fiscalía porque no existe crédito sobre la versión de Almirón. “No obstante, existen elementos que sí permiten conformar un razonable estado de sospecha y ante la posible comisión del delito de violación de los deberes de funcionario público”, describió Rodenas para luego llamar a indagatoria a Quevertoque.

Recaptura de Ramírez

Juan Domingo Ramírez, quien fue atrapado durante un operativo realizado por personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y la delegación local de la Policía Federal, llegará este jueves a Rosario y quedará a disposición de la Justicia. La detención se produjo anteayer por la mañana, en un operativo desplegado por las fuerzas federales en un precario asentamiento de viviendas ubicado en los alrededores de la ciudad correntina de Goya, donde Ramírez había sido visto en los últimos días. Fue apresado luego de que se confirmara que era el hombre que tenía pedido de captura internacional en el marco del expediente originado en el asesinato de Martín “Fantasma” Paz, ocurrido hace casi dos años, conocida como megacausa Monos.

Un agente en problemas

El agente Germán Almirón tiene 32 años y es conocido como Fer. Hace más de un año comenzó a formar parte de la Brigada Operativa de la División Judiciales de la UR II y colaboró activamente en la construcción de la megacausa Monos. El 2014 no fue un buen año para el agente: al encausamiento por la extorsión sobre la esposa de Juan Domingo Ramírez, por el cual está detenido, se le sumó el procesamiento del juez federal Carlos Vera Barros, quien lo sindicó como encargado de darle protección a Reina Isabel Quevedo, una mujer detenida en febrero pasado en Salta con 80 kilos de cocaína y considerada la máxima proveedora de pasta base de Bolivia desde la caída de Delfín Zacarías. Fue en el marco de esa investigación que apareció otra acusación, cuando el juez federal entregó a su par provincial las escuchas donde Almirón llamaba desde el penal de la Alcaidía Mayor al preso César Treves, quien estaba en la cárcel de Coronda, para planear un atentado contra el fiscal de Cámaras Guillermo Camporini, el juez de Instrucción Juan Carlos Vienna y su jefe Quevertoque.  Sobre el agente también pesa un sumario abierto por enriquecimiento ilícito y desde septiembre de 2012 lo investiga Asuntos Internos, luego de ser acusado de integrar una banda de uniformados dedicada a mejicanear narcos, causa en la que recibió falta de mérito.

Comentarios