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Abuso de Monsanto

Príncipe aseguró que el reclamo de la FAA será pacífico

El presidente de Federación Agraria recomendó a los productores que se asesoren a la hora de firmar cualquier contrato.


La Federación Agraria Argentina (FAA) realizó ayer una conferencia de prensa en la que reclamó al gobierno nacional que impida a Monsanto aplicar un sistema que calificaron como “retenciones privadas”. Además, y pese a todavía no obtener una respuesta por parte del Ejecutivo, aclararon que el reclamo será pacífico.

En diálogo con El Ciudadano, el titular de la FAA, Omar Príncipe, señaló que “es el Estado el que debe regular este abuso por parte de una multinacional que aprovecha su posición dominante para avanzar sobre la producción”.

La cláusula acordada entre Monsanto y las cerealeras, que permite a la multinacional cobrar regalías por “derecho intelectual” sobre semillas de soja de la marca comercial “Intacta”, entró en vigencia ayer.

Como explicó el vicepresidente segundo de la FAA Jorge Solmi en una nota publicada ayer por El Ciudadano, “Monsanto intenta determinar qué cantidad de semillas de soja tienen la tecnología que desarrolla –el gen RR2, que entre otras cosas vuelve a la planta resistente al glifosato–, la cual le vende a los semilleros como Nidera y Don Mario, para quedarse al momento de la venta con un porcentaje que ronda el 8 por ciento por tonelada de soja y sus derivados que sean exportados”.

Príncipe señaló que la entidad mantendrá un reclamo pacífico, esperando la respuesta del gobierno nacional, aunque alertó: “Habrá que ver qué pasa si no hay reacción”.

Además, indicó: “Federación Agraria tiene una posición histórica en defensa del uso propio de la semilla para agricultores, estamos de acuerdo con que los productores tengan acceso a la tecnología, que se paga al momento de la compra del insumo. Lo que rechazamos son las regalías extendidas, y un sistema de contratos leoninos para los agricultores”.

Por último, el presidente de la Federación Agraria recomendó a los productores que se asesoren a la hora de firmar cualquier contrato con estas empresas, porque “siempre tienen cláusulas que perjudican al agricultor”.

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