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Larga trayectoria

Primo de Pimpi: ratifican pena

La Cámara Penal confirmó una sentencia de 13 años de prisión para Gregorio Caminos, familiar del asesinado jefe de la barra brava de Newell’s. Se lo considerar coautor de un crimen perpetrado hace casi 6 años en Las Flores.


La Cámara Penal confirmó una condena impuesta a Gregorio Caminos, conocido protagonista de las crónicas policiales que compartió lazos de sangre con el extinto jefe de la barra brava de Newell’s, Roberto Pimpi Caminos, asesinado en 2010. Esta vez, el primo del Pimpi deberá purgar una pena de 13 años de prisión por el homicidio de Francisco Rubén Ponce, ocurrido en octubre de 2008 en barrio Las Flores.

Los camaristas Georgina Depetris, Guillermo Llaudet Maza y Carina Lurati avalaron la sentencia dictada por el juez Julio Kesuani, aunque consideraron al acusado coautor del crimen al entender que el dominio sobre el hecho delictivo no corresponde a un solo individuo sino al conjunto que se trasladaba en el vehículo de donde partieron los balazos hace casi seis años.

Oscar Gregorio Caminos, de 46 años, había quedado involucrado en la muerte de Francisco Ponce por varios testimonios que lo ubicaron en el interior de un automóvil Peugeot 504 gris que el 19 de octubre de 2008 pasó por calle Clavel y desde el cual, al llegar a la intersección con Pasaje Belén, dispararon contra un grupo de personas que se encontraban en un pasillo festejando el Día de la Madre. La víctima, que se dirigía a trabajar, había retornado a su casa a buscar una radio para escuchar un partido, trámite tras el cual se quedó charlando con conocidos. Fue entonces cuando recibió algunos escopetazos cuyas perdigonadas le causaron múltiples heridas en tórax y abdomen que lo llevaron a la muerte.

Según refiere el fallo de cámara, el crimen ocurrió tras una saga de enfrentamientos barriales: una adolescente, sobrina de Caminos, habría sido golpeada por miembros de la familia G. que vive en el Pasaje Belén, lo que se sumó a una rivalidad entre esta gente y otro grupo encabezado por “el gordo Pino” al que pertenecían el acusado y parientes de la adolescente golpeada. Aunque, al momento del ataque, era otra familia la que estaba reunida en el pasillo y la víctima se encontraba circunstancialmente en el lugar.

Según la resolución judicial, la adolescente intentó desincriminar a su tío al decir que había sido golpeada, que se encontró con el hijastro de Caminos que circulaba en el auto del imputado y que le pidió que la llevara hasta el pasaje donde se produjeron los disparos. Pero esta versión fue descartada. Se determinó que Caminos se encontraba en el vehículo junto a su hijastro y otro hombre y que dispararon hacia el interior del pasaje causando la muerte de Ponce, de 31 años.

El juzgado de Sentencia 4ª a cargo de Julio Kesuani lo consideró participe necesario del delito de homicidio doblemente agravado por la participación de un menor y el uso de armas, y lo condenó a 13 años de prisión. Su defensa apeló el fallo, lo que recayó en manos de los camaristas Depetris, Llaudet y Lurati. Ellos confirmaron la sentencia apelada, aunque modificaron la atribución del hecho delictivo al entender que el dominio del mismo fue compartido por todo el grupo agresor, que consintió la acción final de ejecutar en forma coordinada el crimen. Por eso los camaristas consideraron a Caminos como coautor del asesinato y no como único responsable.

Por su parte el defensor del acusado, Leopoldo Montiel, consultado por El Ciudadano mostró su disconformidad con el fallo y resaltó la deficiente investigación policial en los momentos posteriores al hecho, cuestionó los testimonios colectados, a los que consideró poco concordantes y deficientes, y sostuvo que paradójicamente las evidencias probatorias más verosímiles se produjeron a pedido de la defensa.

Pasado pesado

En 2002, Oscar Caminos fue detenido junto a una decena de personas con 150 kilos de marihuana y armas. En ese entonces, se lo sindicó como ladero del colorado Arriola, un conocido narco que ejercía su poder en barrio Las Flores y por este hecho fue condenado a 7 años de cárcel por un Juzgado Federal. En 2009 se lo vinculó a Arturo Carau Quevedo, quien fue detenido con un kilo de pasta base, elementos utilizados para el corte de drogas, precursores químicos y un arma con balas con punta de teflón. Este arresto derivó en varios allanamientos. En ellos cayó Caminos, ya sospechado del crimen de Ponce.

Al año siguiente, el acusado ideó y protagonizó una fuga con tintes de espectacularidad cuando junto a 17 presos se escapó de Alcaidía luego de reducir a un policía, usarlo como escudo y apoderarse de algunas escopetas con las que se tirotearon con los uniformados para salir de la edificación con una camioneta de Economato.

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