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Crisis helena

Primer día de Grecia acorralada

Atenas, encaminada al default, inició una semana de cierre de bancos y corralito financiero. El premier Tsipras puso todas las fichas al referendo del domingo que definirá la suerte de la deuda externa y de su futuro en el poder, admitió el líder.


Las bolsas europeas cerraron ayer con fuertes pérdidas por la agudización de la crisis griega y el temor a que Atenas salga del euro, en la primera jornada de feriado bancario y corralito heleno. De todas maneras, analistas consideraron que no se desató ningún pánico. En ese marco, el premier Alexis Tsipras, respaldado por miles de manifestantes, descartó una salida del euro y puso todas sus fichas en el referéndum del domingo próximo para que el país diga “no” a las condiciones de la Troika y tenga “mejores armas en las negociaciones” con los acreedores. Además, deslizó que de perder renunciaría.

Del otro lado, el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, urgió a los griegos a votar “sí” en el referéndum, para no darle la espalda a Europa.

“Cuanto más grande sea la participación y la opción del «no», más fuerte será nuestra posición en la negociación. Un apoyo del 60-70 por ciento tendría un gran impacto”, dijo ayer Tsipras en una entrevista.

La tesis del premier y líder de la izquierda griega es que, si logra un claro apoyo de la población al “no” a las condiciones de la Troika integrada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Unión Europea (UE) y el Banco Central Europeo (BCE), podrá retornar a la mesa de negociaciones con un mandato más fuerte.

Si ganara el “sí”, el líder de Syriza dejó entrever que podría presentar su dimisión. “No voy a ser primer ministro toda la vida, ocuparé este puesto mientras la gente quiera”, anticipó.

Optimismo a toda prueba

Tsipras descartó una salida de Grecia del euro. “No creo que nos quieran echar de la eurozona, el costo de la salida de un país europeo sería enorme”, estimó. Y no descartó un pago al FMI, que Atenas debía cumplir hoy por 1.600 millones de euros, aunque los tiempos no cerraban. De todas maneras, aún incumpliendo quedan otros 15 días para declarar oficialmente el impago. El default será inevitable si no cumple con el pago de 3.500 millones de euros al Banco Central Europeo, el lunes 20 de julio
Sobre el corralito impuesto, señaló que al gobierno no le quedó otra opción, “tras la negativa de los socios a extender el programa de rescate”. El cierre de los bancos será hasta el próximo 6 de julio y la bolsa también.

“No hay pánico, este es el principal punto a avaluó”, destacó al cierre de la jornada Renaud Murail, de Barclays Bourse en París.

Junker fuera de sí

Junker, presidente de la CE, atacó con dureza al gobierno griego y dijo sentirse “traicionado”. “Pediré al pueblo griego que vote sí” dijo Juncker, refiriéndose al referéndum que, inesperadamente, convocó Tsipras la noche del viernes pasado.

Juncker defendió además el paquete de medidas propuesto a Atenas, y que será objeto de voto: no es “un estúpido paquete de medidas de austeridad”, ya que no habrían provocado recortes de salarios o pensiones y sí habrían creado más justicia social, aseguró.

A pesar de estas declaraciones urticantes, Tsipras tuvo palabras amables para Juncker, al que calificó como “uno de los que más ayudaron”, pero subrayó que la propuesta de la CE fue “muy similar” a la del FMI.

Miles en apoyo al gobierno y contra el “rescate financiero”

Miles de griegos se congregaron ayer en la plaza Syntagma frente al Parlamento en Atenas para apoyar el llamado del primer ministro, Alexis Tsipras, a rechazar una propuesta de “rescate” financiero de los acreedores. Volvieron a exigir el fin de las políticas de austeridad y la autodeterminación del pueblo griego. “Ni un paso hacia atrás” o “El domingo tomamos el futuro en nuestras manos” eran lemas de las pancartas en esta primera concentración celebrada al comienzo de la campaña del referéndum.

Ministro alemán aseguró que Grecia no pagará hoy al FMI

Grecia no pagará hoy la cuota que debe al Fondo Monetario Internacional (FMI), afirmó ayer el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schauble. Grecia debe abonar 1.600 millones de euros al FMI, pero el pago había quedado en duda luego de que la eurozona decidiera no extender su programa de rescate financiero al país del sur de Europa.

“Grecia anunció que no le pagará al FMI, con lo que se cae todo futuro pago a través del FMI”, dijo Schauble. El FMI, en tanto, no quiso comentar la noticia desde Washington. El fondo había autorizado a principios de mes pagar los cuatro vencimientos de deuda de junio de una vez.

Argentina recordó la herida y hasta Cavallo salió a hablar

La noticia del inicio de un corralito financiero en una Grecia al borde del default abrió la herida aún a flor de piel entre los argentinos que sufrieron aquella crisis que marcó el desplome financiero de 2001. Hasta el propio ex ministro de Economía Domingo
Cavallo se dio el gusto incluso de dar consejos.

Cavallo opinó que Atenas debe evitar por todos los medios llegar al “corralón”, es decir, la prohibición total de retiro de dinero de los bancos y su canje compulsivo por bonos, o moneda local griega en caso de salir de la Unión Europea. Consideró que la situación a la que llegó ese país fue más culpa del gobierno griego que (de los acreedores) del FMI, el Banco Central Europeo y la Unión Europea, y sugirió a Grecia que tenga una salida “ordenada” de la crisis con una “mayor austeridad”.

En tanto, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, sostuvo que la situación de Grecia “se parece” a la que sufrió Argentina, “Esto fue provocado por los ajustes del Fondo, por eso mi solidaridad con el pueblo y con el gobierno griego”, apuntó el funcionario. “Los obligaron a tomar decisiones como bajar jubilaciones y a reducir el gasto público en cosas ridículas, como cerrar la TV estatal”, subrayó.

“Vemos la presencia de los buitres, fundamentalmente de Elliot, que desde diciembre de 2013 vienen comprando papeles de Grecia, esperando que se arrodille para comerle todo”, señaló.

Por su parte, economistas como Alejandro Robba, Roberto Feletti y Arnaldo Bocco cuestionaron a Cavallo, quien no sólo instauró el corralito argentino, sino que fue el ideólogo de la convertibilidad que produjo la crisis en 2001.

“Cavallo quiere que Grecia avance por la vía del ajuste fiscal, la devaluación interna, rebajar jubilaciones y salarios del sector público, y sostener un alto nivel de desempleo”, dijo Feletti.

Robba afirmó que “da escalofríos” que el ideólogo de la convertibilidad escriba sobre Grecia.

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