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clásico en el parque

Preparado para la paz, terminó con violencia


Antes, la paz; después, la violencia.

El Clásico volvió dejar en claro que por más esfuerzos que se hagan en la previa, si los protagonistas no dan el ejemplo, las fuerzas de seguridad abusan de su poder y el público agrede, nada va a cambiar. Y así la vuelta de los visitantes a un Newell’s-Central es una quimera. Y esta muy lejos de hacerse realidad en un futuro cercano.

En la semana hubo mensajes de paz, confluyeron ambos clubes en eventos organizados por el Estado y hasta ayer mismo ambos planteles formaron de manera intercalada con una bandera de “Clásico sin violencia”.

Pero todo fue diferente desde que se movió el balón. Y más aún en el final, con una agresión a un asistente que provocó la suspensión del partido, con la actitud de desinflar la manga antes de que se retire el plantel canalla y con la represión policial a puro balazo de goma contra simpatizantes leprosos. Así terminó la fiesta de la ciudad. Lamentablemente…

 

 

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