Espectáculos

Pintos mostrará parte de “Abel”

El ganador del Gardel de Oro 2013  habla de su presente antes de despedir los discos "Reevelución" y "Sueño Dorado", mientras Abel Pintos aprovechará para anticipar su flamante disco en Metropolitano, este viernes a las 21,30.


"Cuando uno acepta algo, logra objetividad y protagonismo", dice Abel.
“Cuando uno acepta algo, logra objetividad y protagonismo”, dice Abel. Fotos de Leonardo Vincenti.

 

Por Javier Hernández

Ni la condición de ser estimado por miles, ni el hecho de encontrarse en el candelero de la escena musical actual, ni siquiera el haber sido diplomado con el Gardel de Oro entre otras categorías en las que se impuso con destreza y personalidad, aún menos por los cinco Luna Park, los siete Óperas, las giras latinoamericanas y el futuro promisorio que le depara el 2014, nada hace que Abel Pintos pierda la serenidad, esa virtud que caracteriza a los grandes, a los que no quieren dejar de ser protagonistas de sus propias vidas.
Con ese ímpetu, el músico, que ayer fue reconocido por el Concejo Municipal como Visitante Distinguido de la Ciudad de Rosario, llegará esta noche para, desde las 21.30 en el Salón Metropolitano del Alto Rosario Shopping, cerrar su gira Reevolución Sueño Dorado 2013 y adelantar por primera vez un set de canciones de Abel, su flamante trabajo que presentará oficialmente en mayo.

Para promocionar el show, Abel Pintos se instaló en una imponente quinta de Funes, donde recibió a El Ciudadano.
Para promocionar el show, Abel Pintos se instaló en una imponente quinta de Funes, donde recibió a El Ciudadano. 

Antes, en una imponente quinta cercana a la ciudad a donde –tal vez para escapar del acoso de seguidores– llegó para promocionar este concierto, se encontró con El Ciudadano y repasó su presente. “De acá al futuro, lo que deseo es poder seguir teniendo las herramientas, la salud y el amor necesario para hacer esto que realmente me completa como persona”, dijo en una extensa charla. En carácter de teloneros estarán tocando los Infierno18.
—Éste fue el año del reconocimiento ¿Cómo te cayó ganar en la terna mejor álbum de artista masculino pop en los Gardel?
—Bien. La primera vez que me nominaron, con mi primer disco, fue bajo la terna “revelación artista masculino folclórico”; gané en una categoría que era “folclore nuevas formas”; y ahora lo hago como artista pop con un disco que tiene mucho de pop. Si grabara un disco de tangos me gustaría ganar en esa categoría. Los músicos cumplimos distintos personajes dentro de la música y sobre todo yo, que pretendo ser un músico popular.
—La música es un medio para comunicar ¿Dónde ponés la mirada?
—Cuando decidí hacer de mi vida música tenía 11 años y ahí la elegí como forma de expresión y camino para desarrollar todo lo que tuviera que ver conmigo. No solamente considero que la música sea un canal de comunicación sino que literalmente desarrollo mi vida a través de ella. Cada disco que edito es una clarísima expresión de una etapa que concluyó con todo su procesamiento. También, cada disco tiene que ver con lo que espero con una etapa nueva de mi vida.
—Dijiste que “Abel” era una nueva etapa en donde se consolidaría tu lenguaje, estética, y carácter dentro de la música: “mi estilo” ¿Cambia tu personalidad musical también?
—No es una nueva personalidad musical. Todos los discos que grabé, incluso Sueño dorado –que es un balance de una etapa de quince años–, fueron discos necesarios para mi aprendizaje, para que el público me conozca, para entablar relación con la gente. Hoy, a los casi 30 años, empiezo a reconocer las cosas que, de todo lo que aprendí, elegí para que sean parte de mi personalidad.
—¿Una maduración artística?
—Es mi momento de maduración: Yo, Abel, persona, ser humano. Yo estoy madurando; siento que de un tiempo a esta parte, en los últimos seis años, empecé a crear conceptos propios, idiosincrasias, ideologías, que empiezan a formar mi personalidad. Lo que dije es que este disco es el primer paso de esta etapa que comienza ahora pero es sin duda la etapa en la que se va a consolidar mi lenguaje. Hoy, cuando el público escucha una canción mía en la voz de otro sabe que es mía, la reconoce. Eso es porque se empieza a consolidar mi forma de hablar, mi carácter y mi personalidad dentro de la música.
—Cuando mirás atrás los dieciséis años de carrera, ¿hacés un balance?
—El disco anterior fue eso. Dentro de una determinada cantidad de años habrá otro de esta etapa que comienza ahora. Cuando miro hacia atrás me siento muy agradecido pero además muy orgulloso porque viví todo lo que tenía que vivir con momentos de mucha gloria personal y con errores pero con pasión. Cuando la tiré afuera se fue bien afuera de la cancha, no le erré al arco. Soy una persona pasional y eso responde a mi personalidad.
—¿Vivir el presente o proyectar un futuro definido?
—Suelo proyectar de un año a otro una cronología estimativa de cómo me gustaría desarrollar una gira pero las cosas van cambiando. Este disco se iba a editar en marzo del año que viene y salió en octubre de este año. Se que de acá al futuro lo que deseo es poder seguir teniendo las herramientas, la salud y el amor necesarios para hacer esto que realmente me completa como persona. Yo soñaba y deseaba todo lo que estoy viviendo pero, quizá, en algún momento, pensé que iba a llegar mucho más adelante.
—“Abel” transmite la sensación de que las cosas se pueden cambiar. Aparece el amor y el alma como temas fundamentales. ¿Creés en el poder revolucionario del amor?
—El alma y el amor son símbolos y lugares donde yo hago pie en el mundo: en mi fe, en el alma, en el amor. Así como después, estéticamente desde la lírica y la imagen, el mar también resulta un símbolo muy importante. El disco es optimista, no desde un lugar de mensaje de autoayuda sino porque habla de aceptar; mi opinión es que en cualquier circunstancia, con cualquier persona que nos rodea o en cualquier orden íntimo-personal, cuando uno acepta algo logra objetividad y protagonismo. Y cuando uno logra poder ver las cosas ni en frío ni en caliente, se le quita mucha presión. Por otro lado se logra protagonismo porque si estás viviendo una situación difícil uno sabe que es uno el que está ahí y de alguna manera tenés el control. Y si estás viviendo una etapa de éxitos, ser consciente de por qué está sucediendo. Es un disco que habla de aceptar, y cuando uno acepta vienen buenas noticias.

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