A pesar de las lluvias, el trigo no reacciona en la zona núcleo y los productores parecen resignarse a perder el 30 por ciento del área sembrada con respecto al ciclo pasado, según un informe divulgado ayer por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Tras casi dos meses sin lluvias importantes en la zona núcleo, se desataron tormentas fuertes en el centro-sur de Santa Fe y en el norte bonaerense, con acumulados puntuales de más de 160 milímetros. Sin embargo, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR señaló en el reporte de ayer que “la buena noticia no alcanza para sumar más lotes con el cereal”.
“En muchas localidades ya dan casi por terminada la siembra de trigo. Lentamente comienza la cuenta regresiva del cierre de la ventana de siembra. El trigo no reacciona y sigue tendido en la lona, resignado a perder el 30 por ciento del área sembrada en comparación con el ciclo pasado”, precisaron los técnicos.
“Importantísimas lluvias, aunque muy dispares, alcanzaron a la región núcleo en este último fin de semana. La recomposición de la humedad superficial benefició los cultivos implantados de trigo que ahora se evalúan con la condición excelente a muy buena en el 75 por ciento de los cuadros de la región”, dijeron.
“Sin embargo, las lluvias pasaron de largo por Córdoba o apenas descargaron unos escasos 10 milímetros. La sequía superficial del perfil frenó la siembra y comienza a afectar al cereal”, sostuvieron.
El 10 por ciento de los cuadros trigueros de la región “está iniciando el macollaje, el resto se reparte entre emergencia y foliación. Mientras tanto, el avance de la siembra de trigo es del 78 por ciento”.
“Al trigo le queda un largo mes por delante pero, aunque hay localidades que manifiestan que por estas lluvias incluirán algunos lotes más, el fenómeno es más bien aislado dentro de la constelación de productores”, analizó la GEA.
El informe consideró que “se indican en general valores más bajos de intención de siembra, resistencia al cambio de semilla para obtener ciclos cortos, escasa fertilización y se verá en macollaje si se decide un empujón extra de nitrógeno sujeto a cambios que favorezcan los números del trigo”.
En definitiva, “los signos siguen contrariando la posibilidad de dar un giro a esta siembra triguera de la zona núcleo. La intencionalidad de trigo incluso podría perforar la actual marca que indica una baja del 30 por ciento en el hectareaje con el cereal”.
Además, se suma que la campaña de verano (granos gruesos) sigue sin mostrar cambios y hay una profunda preocupación en el sector por la baja rentabilidad que proyectan todos los cultivos.
Por otro lado, según el análisis, la incertidumbre es el denominador común de la campaña 2015-2016, las ventas de insumos son “a cuentagotas”; se compra lo justo y necesario para el barbecho y se postergan los pagos y las decisiones comerciales.
En algunas zonas “sigue habiendo mucho movimiento con el tema de alquileres, sobre todo con las renegociaciones”.
“Los cambios en los valores se encuentran con una resistencia enorme pero la presión de los bajos márgenes lentamente se impone con algunas mejoras modestas en los contratos pero fundamentales para seguir produciendo”, evaluaron los especialistas de la Bolsa de Rosario.
Más protestas en las rutas
La multisectorial de la producción santafesina, en la que confluyen las principales entidades del campo, anunció ayer en la capital provincial marchas de protesta para las próximas semanas.
Según se anunció, el cronograma se iniciará el martes 8 en la autopista Santa Fe-Rosario a la altura de Gálvez. El 21 seguirán en la ruta 34, en la entrada de Lehmann, mientras que la primera semana de agosto la protesta será en Avellaneda o Reconquista.
En una conferencia de prensa brindada ayer, Francisco Mayoraz, titular de Carsfe, dijo: “Tenemos un alto grado de productores que se fueron del sistema y ya no pueden volver”.
“Las entidades estamos muy preocupadas porque lo normal sería que el gobierno tome conocimiento de los problemas”, protestó a la par Luis Giraudón, de la SRA.
Soja: cosecha récord
La cosecha de soja de la campaña 2014-2015 finalizó en la Argentina con una recolección récord de 60,8 millones de toneladas, en una superficie estimada en 19 millones de hectáreas. La Bolsa de Cereales porteña destacó que se habían sembrado 20 millones de hectáreas, pero se perdió el 4,5 por ciento del área implantada, unas 900 mil hectáreas, por diversos factores. “El rinde promedio finalizó en 3.180 kilos por hectárea, marcando un nuevo récord”, se informó.
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