Policiales

Plata mojada

Persecución a nado: detienen dos ladrones y recuperan 5.500 dólares


Robaron un maxiquiosco, una carnicería y escaparon en la moto de un cliente. En el bolsillo se llevaron 5.500 dólares, pero terminaron presos y con principio de hipotermia. Tanto ellos cómo los policías que los persiguieron quedaron empapados. Los ladrones, porque se tiraron a las aguas del río Paraná y nadaron para que no sean aprehendidos. Los uniformados, porque se sacaron los zapatos y subieron a un bote que pasaba por el lugar para atraparlos.

Unos y otros se zambulleron en el agua a pesar de la baja temperatura que hacía el miércoles por la noche en San Lorenzo. El motivo de tanta exposición a las inclemencias del tiempo quizás se explique por lo cuantitativo del botín.

Los dólares aparecieron entre las prendas mojadas de dos improvisados ladrones que el miércoles llegaron muertos de frío al hospital “Granaderos a Caballo” de San Lorenzo.

En una de las camillas, los policías extendieron los 55 billetes de 100 dólares, tan mojados como los ladrones y sus captores. La saga arrancó a las nueve de la noche del miércoles en el maxiquiosco Eureka Store, en avenida San Martín al 1300 de San Lorenzo. A esa hora, una empleada alertó a la Policía que dos hombres la amenazaron con un arma, le quitaron la recaudación y se fueron caminando, informó el inspector Diego Ronsisvalle, jefe de prensa de la UR XVII de San Lorenzo.

Mientras el Comando Radioeléctrico los buscaba por la zona, los ladrones asaltaron a otro comerciante a cuatro cuadras del primer robo. La mecánica fue la misma. El dúo le apuntó con un arma y se llevó el dinero de la carnicería, con la diferencia de que en la caja registradora había casi cien mil pesos en dólares.

Con el jugoso botín en mano, los ladrones decidieron huir en moto. Arrebataron una Mondial 110 a un cliente y escaparon a toda velocidad.

La Policía se los cruzó en la intersección de Combate y Sargento Cabral, donde arrancó una desenfrenada persecución que terminó en el agua del Paraná.

Según la versión de los agentes, los fugitivos aceleraron hacia el sudeste y no detuvieron la marcha pese a reiterados pedidos, hasta llegar al Campo de la Gloria, donde quedaron acorralados al borde de las barrancas del Paraná.

Cayeron sobre el pavimento y siguieron la huida al trote, esquivando los escopetazos antidisturbios de los uniformados, que los perdieron de vista.

Cuando los agentes se acercaron a la orilla sólo encontraron ropa y dedujeron que se habían escapado a nado. Mientras esperaban la llegada de Prefectura Naval, que tiene jurisdicción en el río, los policías se obstinaron en seguir la cacería. Continuaron en la embarcación de un instructor de la escuela de canotaje municipal que pasó navegando por el lugar.

La búsqueda duró pocos minutos. Las linternas apuntaron dos siluetas entre los pilares de la barranca y a los vigilantes no les quedó otra que sacarse los borcegos y nadar.

Recién en la guardia del hospital apareció el dinero. Según la Policía, los detenidos tenían algunos golpes porque “se resistieron al arresto”. En el bolsillo del pantalón de uno de ellos apareció el manojo de billetes.

Después del hallazgo y de recuperar temperatura, los detenidos fueron trasladados a la Alcaidía de San Lorenzo, hasta mañana que serán imputados por el fiscal Juan Carlos Ledesma.

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