Un hombre de 44 años que el Día de la Independencia protagonizó un incidente de tránsito que terminó con uno de los conductores muerto producto de un golpe que sufrió contra el piso luego de recibir una trompada fue acusado ayer de homicidio preterintencional (cuando el agresor actúa con intención de provocar una lesión, pero termina provocando la muerte). El imputado escuchó la acusación en su contra y afirmó que es un trabajador que intentó defenderse y nunca tuvo la intención de matar a alguien. Luego del descargo, las partes solicitaron un cuarto intermedio, donde acordaron una morigeración de prisión con algunas restricciones para el acusado, medidas que se aplicarán mientras dure el proceso.
El miércoles pasado cerca de las 20.30 Alejandro Bogarín, de 30 años, circulaba por Avellaneda al 3600 al mando de un utilitario Citroën Berlingo bordó cuando su vehículo fue rozado por una Fiat Fiorino blanca que circulaba en el mismo sentido. El incidente de tránsito derivó en una discusión entre los conductores, quienes luego de algunas señas de auto a auto se bajaron cruzando la bocacalle de Avellaneda y Seguí. El intercambio de palabras terminó a los golpes y uno de ellos tumbó a Bogarín, quien dio con la cabeza contra el asfalto y falleció.
Por el hecho el conductor de la Fiorino, identificado como Mario Miguel M., de 44 años, fue detenido y ayer se realizó una audiencia imputativa en su contra. Allí los fiscales Mariana Prunotto y Adrián Spelta lo acusaron de golpear a la víctima sin mediar palabra y agregaron que el golpe fatal se lo propinó cuando Bogarín se encontraba sentado en el cordón y su cabeza impactó contra el piso, provocándole la muerte. La Fiscalía sostuvo que el imputado intentó irse de lugar y fue retenido por los vecinos.
Tras la acusación, Mario M. tomó la palabra y afirmó: “En ningún momento tuve la intención de matar a alguien; soy una persona de bien, de trabajo: intenté defenderme”. Respecto del conflicto vehicular, sostuvo que la víctima venía a alta velocidad, agregó que se le fue encima, por lo cual se puso a la par y trató de hablar de ventanilla a ventanilla, pero la víctima comenzó a decirle que se bajara: “Le dije: pará, bajamos. Se abalanzó sobre mí; pensé que tenía algo; me defendí; forcejeamos”. El hombre aseguró que en el lugar hay cámaras de seguridad que probablemente hayan registrado lo que pasó y refirió que no se fue del lugar: “Corrí la chata y me quedé ahí”, afirmó.
El acusado añadió que ante la tardanza de la ambulancia le propuso a la Policía llevarlo al hospital y le dijeron que no lo podían mover. El hombre refirió que luego del partido de Argentina-Holanda, por las semifinales del Mundial de Fútbol, su familia se fue a festejar y él fue a visitar a un cliente. Describió que este incidente los transformó a todos y concluyó: “Realmente yo me considero inocente”.
A su turno, el juez José Luis Suárez dispuso un cuarto intermedio a pedido de la Fiscalía, que llegó con la defensa a un acuerdo sobre la medida cautelar. Las partes convinieron con acuerdo del magistrado que el acusado obtenga una morigeración de prisión con restricciones, por lo que deberá presentar fianza por 80 mil pesos; a su vez una persona se hará responsable mientras dure el proceso del imputado, quien no podrá salir del país y deberá presentarse cada semana en la Fiscalía.
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