El Hincha

Rugby

Pedro Escalante, uno de los soldados del Ñandú

El medio scrum del seleccionado de Rosario, dialogó con El Hincha. “Es muy lindo ver que los chicos que suben al seleccionado tienen ganas de jugar”, afirmó.


A los 33 años, con mil batallas jugadas y después de una larga temporada donde regresó después de romperse los ligamentos de la rodilla derecha, Pedro Escalante jugó nuevamente como titular en el seleccionado mayor de Rosario. Cuando no le tocó ser parte de los 23, fue el hincha número uno del Ñandú. Aportando desde el lugar que le toque, el mayor de los hermanos Escalante es uno de los jugadores que deja todo por representar a la ciudad.

Siempre dispuesto al diálogo con El Hincha, el medio scrum surgido en Duendes se refirió a las motivaciones que lo llevaron a integrar el Ñandú una vez más. “Es muy lindo ver que los chicos que suben al seleccionado mayor tienen tantas ganas de jugar y de vestir la camiseta de Rosario; personalmente llegué con algunas lesiones y veía lo que metían en los partidos estos jugadores y te contagian el esfuerzo, te dan muchas ganas de ponerte a la par para poder jugar con todo ellos”, expresó.

Pedro viene amagando con colgar los botines pero todos los años sorprende. “Año a año como siempre, el Nacional de Clubes lo juego seguro; después tengo que charlar con mi mujer un poco (risas)”, contó Escalante sobre su futuro. Además agregó: “El esfuerzo nivela para arriba y mete presión para estar bien físicamente, estar entrenado, concentrado, es muy bueno que los más chicos estén con esa intensidad y con esas ganas de jugar tanto en el club como en el seleccionado, te transmiten muchísimo”.

En relación a la actuación de Rosario ante Alto Valle, el número nueve aseveró: “El equipo venía de tres partidos muy intensos de mucha concentración y mucho rigor. Fue una semana muy difícil porque quedando afuera de la pelea por el campeonato y jugando con el rival que en los papeles era el de menor poderío, el plantel estuvo con un punto menos de concentración e intensidad que es lógico, pero sabíamos de esa dificultad y la trabajamos buscando más concentración para llegar al partido de la mejor manera. Cuando hicimos una diferencia y nos vimos cómodos en el tanteador ahí bajamos un poco los niveles de concentración”.

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