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Justicia

Pedirán 9 años para ex jugador por fatal siniestro vial

Hoy por la mañana se realizará la audiencia donde se conocerá si Riaño recupera la libertad mientras avanza la preparación del juicio.


Mañana se termina la prisión preventiva dispuesta a Lautaro González Riaño, el ex futbolista de Colón de 21 años que atropelló y mató a Diego Luciano Torres, de 20 años, en la esquina de Ovidio Lagos y Catamarca cuando evadió un control de tránsito y pasó un semáforo en rojo a bordo de un Peugeot 208, el pasado domingo 21 de agosto. Ayer se conoció la sanción que pedirá la Fiscalía: 9 años de prisión. También se escucharon los argumentos de la defensa del ex jugador. Hoy la Justicia definirá si libera al hombre mientras aguarda el juicio que, según fiscales, será en seis meses.

Claudio Puccinelli, abogado defensor, dio su versión. Según lo que se oyó ayer, en el auto iban cuatro personas, ninguna de Rosario. El ex jugador volvía de estudiar en el exterior y no estaba familiarizado con las calles de la ciudad. Mientras buscaban un lugar para estacionar e ir a un boliche pusieron el GPS. El aparato, lejos de ayudarlos, los desorientó y se perdieron. Tomaron por Salta y al doblar por Lagos vieron un tumulto. Cuando sobrepasaron ese tumulto vieron las luces de la Policía y se dieron cuenta de que era un control. Los amigos lo alertaron. Entonces, González Riaño se distrajo, no vio el semáforo en rojo y embistió a Torres, que iba a bordo de una moto y tenía paso.

El abogado insistió con que Riaño no sabía que había evadido el control policial ni que pasó el semáforo en rojo porque se distrajo y no conoce la ciudad. “No se representó el daño final”, dijo el letrado, e insistió con que la calificación del hecho es culposo y, por ende, le cabe una pena en estado condicional. Solicitó la libertad bajo fianza. “Voy a cumplir con todas mis obligaciones y vuelvo a expresar el dolor que tengo por cómo terminó el hecho”, dijo el ex futbolista en la audiencia.

La fiscal Valeria Piazza Iglesias, acompañada por el fiscal Florentino Malaponte, presentaron el caso ante el juez de Cámara Carlos Carbone. Tomaron declaraciones de quienes acompañaban a González Riaño, entre ellos el propietario del auto, y los inspectores de tránsito. Según Iglesias, esa noche el ex futbolista y tres amigos hicieron una “previa”, en la que comieron pizzas y tomaron alcohol en un departamento. La siguieron en un minimarket. Después buscaron un boliche a bordo del Peugeot 208 blanco de uno de los amigos aunque Riaño estaba al volante. Iban por Salta y para evitar el control por Lagos doblaron pero había otro control. Cuando vio el segundo control, Riaño aceleró y casi atropella a un agente de tránsito. Llegó a la intersección con Catamarca y embistió a Torres al pasar el semáforo en rojo.

El control de alcoholemia arrojó que tenía 1,45 gramo de alcohol en sangre, tres veces el nivel máximo permitido. Iglesias aclaró que Riaño se rehusó dos veces a que se le tomara sangre, aun con una orden del juez. “Ese tumulto de gente que vio era un control donde le hicieron señas con linternas y silbato y un móvil del Comando Radioeléctrico. Hay cinco inspectores que declaran coincidentemente, más la Policía que estaba en el lugar. El semáforo tenía visibilidad óptima”, explicó Piazza Iglesias.

Hoy por la mañana se realizará la audiencia donde se conocerá si Riaño recupera la libertad mientras avanza la preparación del juicio.

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