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Canilla más cara

Pasaron dos de tres audiencias y Aguas se plantó en el aumento

Primero en Rosario y después en Santa Fe la empresa contestó cuestionamientos y mostró números. Así fue el debate local. El Ente Regulador y las asociaciones de usuarios debatieron con Assa el pedido de reajuste.


La empresa Aguas Santafesinas SA (Assa) defendió esta semana su propuesta de aumento desdoblado del 48 por ciento para 2016 durante una audiencia convocada por el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress) en la Facultad de Derecho de Rosario. Se trató de la primera de las tres convocatorias previstas para que los usuarios y entidades involucradas puedan emitir su opinión. La segunda audiencia se realizó al día siguiente, el miércoles 23, en la ciudad de Santa Fe, en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional del Litoral, y la tercera se realizará este martes 29 en Rufino, en el Cine Club Candilejas. En la audiencia pública local, desde el Enress, cuyos dictámenes no son vinculantes sobre lo que hace Assa, brotaron cuestionamientos a la empresa por baja presión, retrasos en la instalación de medidores y deficiencias en la atención a usuarios. Assa respondió a cada punto con números, aunque no dejó conforme a las asociaciones de consumidores. El Ciudadano accedió a las estadísticas presentadas por la provincia.

El principal cuestionamiento que había salido del Enress en 2014 y parte de este año se refirió a la poca presión de agua, en particular, en las zonas que están sobre los límites del municipio de Rosario. A esto la empresa del Estado contestó con la construcción de la nueva planta en Granadero Baigorria inaugurada en septiembre. Si bien está en funcionamiento, todavía no está en total conexión y equilibrio con el resto de la red. Pero ya abastece a las localidades de Granadero Baigorria y Capitán Bermúdez. La planta, según agregaron desde la empresa, mejoró el servicio a la zona norte de Rosario: barrios La Florida, Alberdi, La Cerámica, Parquefield, 1° de Mayo, Unión y Parque Casas. Estas zonas dejaron de demandar agua de la antigua planta de Arroyito, estación que pudo concentrarse hacia el resto de la ciudad. La principal zona beneficiada por este nuevo esquema de fuerzas fue la zona sur. Es que el agua que antes salía repartida desde la planta de Arroyito ahora dispone de más fuerza para darla hacia la redistribuidora de calle Dorrego y Ocampo. Y desde allí hacia el sur.

Por estas horas se aumenta la capacidad de conducción del río subterráneo que une la planta con la estación con el cambio de bombas y demás trabajos en redes eléctricas. Como resultado, la vecina localidad de Villa Gobernador Gálvez cuenta con mejor presión desde septiembre. En parte es gracias a otro acueducto de refuerzo de 1.600 metros que benefició a unos 8 mil vecinos. Uno de los barrios que consiguió mejor llegada del agua potable es Mortelari.

Este fin de año se habilitará la primera etapa del Acueducto del Gran Rosario, que sigue la traza de avenida Circunvalación. Con un diámetro de un metro, el circuito ya conecta la nueva planta hasta calle Salvat. Esto, siempre según pronosticaron desde el gobierno, significará un mejor servicio para las zonas noroeste y oeste de la ciudad. Sobre todo, para los barrios que están al oeste de la avenida. La siguiente etapa proyectada llegará hasta la avenida Provincias Unidas, con una cisterna en el triángulo que Circunvalación conforma con avenida Presidente Perón (se levantará en el cruce de Seguí y Provincias Unidas) y la tercera, hasta Villa Gobernador Gálvez.

Falta de medidores

Otro de los puntos flojos que marcó Enress, con apoyo de otras asociaciones de consumidores –ver aparte– fue la falta de aplicación de los medidores, una herramienta de control de quien paga el servicio. Según datos de la provincia sobre la totalidad del territorio, entre enero de 2014 y septiembre de este año se sumaron 18 mil medidores, unos 4 mil a pedido de los usuarios y el restante por decisión de la empresa. Para el año que viene prevén renovar 20 mil equipos de control. En la actualidad hay 150.700 medidores funcionando en la provincia. Desde 2007 a este año el parque medido creció un 75 por ciento.

La atención

Otro de los puntos criticados a la administración del servicio público es la atención al usuario. Según esgrimieron como defensa desde Assa, aumentaron la cantidad de llamadas que llegaron a ser atendidas por un operador desde 2013. Ese año sólo el 68 por ciento de los llamados llegaba a destino y no se perdía la comunicación, obligando al usuario a volver a llamar. En 2014 se incrementó: tres de cada cuatro llamadas llegaron a oídos de un operador en el primer intento. El año pasado ese número creció hasta un 86 por ciento. En la actualidad, según informó el vocero de Assa, Guillermo Lanfranco, el teléfono suena entre 800 y 900 veces por día en Santa Fe para dejar asentado un reclamo simple: pérdida de agua, obstrucción cloacal o por baja presión.

En cuanto a la demora desde el reclamo y la solución, otro de los puntos planteados por el Enress, Assa ofreció la siguiente estadística interanual: en 2013 pasaban 30 días para arreglar un problema con la conexión de agua. Tardaban 29 días para hacerlo en la red de cloacas. En 2014 bajaron a 10 los días de espera en agua y 25 para red cloacal. Este año el tiempo de respuesta en ambas redes bajó a 10 días. Sobre las demoras, Assa agregó que también bajaron los tiempos de montar nuevas conexiones en los últimos dos años. En 2013 pasaban 237 días (algo más de siete meses) para obtener una nueva boca de agua y 203 días para una cloacal. En 2014 el tiempo se redujo: 97 días para agua y 167 días para una nueva conexión cloacal. Este año, siempre según lo informado por Assa, un nuevo usuario debe esperar 86 días para su conexión de agua y otros 104 por una de cloaca.

La suba aranca con el 26% en el primer bimestre

Assa cierra el año con un déficit de 368 millones de pesos. Fue cubierto por las arcas provinciales. Los gastos operativos, valuados en más de 1.400 millones de pesos, crecieron a cuenta de los costos de explotación del producto sujeto a la inflación. A esto, siempre según los números de la provincia, se suma la inversión en nuevas unidades operativas para la mejora del servicio. Los materiales y repuestos, insumos químicos, combustible, sueldos y cargas sociales, energía, mantenimiento y reparaciones, entre otros, aumentaron entre 2014 y 2015 un 79 por ciento.

El aumento en la tarifa, que en promedio para usuarios residenciales pasará de 144 a 193 pesos, se propuso en forma escalonada y no acumulativa: 26, 11 y 11 por ciento a partir del segundo bimestre del 2016. Esto generaría más de un 30 por ciento de facturación. En la proyección también adelantaron que habrá una inversión del gobierno santafesino de alrededor de 735 millones de pesos.

El aumento fue rechazado por la asociación de usuarios y consumidores Centro de Estudios Sociales y Acción Comunitaria (Cesyac) que participó de la audiencia realizada a principios de semana. “Siguen mintiendo con las obras. Y hacen de este aumento otra saga de las justificaciones del pasado. Van a aumentar la tarifa por las obras que ya se hicieron, con obras hechas con el plan Abre, y con las diferencias de costos e ingresos de períodos de anteriores. Queremos saber cuáles serán las inversiones en 2016 y 2017, no las que ya se hicieron, que no fueron ni todas ni muchas”, indicó el presidente de Cesyac, Juan Marcos Aviano.

“Cuando el Estado se convierte en un motor de la inflación estamos en problemas. No pueden aumentar a cuenta”, indicó Alberto Muñoz, titular de la Oficina Municipal del Consumidor, quien luego admitió: “La provincia ha invertido mucho, pero todavía falta para mejorar el principal problema de la ciudad que es la baja presión”.

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