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Paritarias: hay manual para los gremios

Trabajadores aceiteros se plantaron en un sueldo inicial de $9.797: es el “Salario Mínimo, Vital y Movil” que economistas de la UNR calcularon para que el trabajador viviera “dignamente” en enero. Y los docentes de Sadop presentaron con la ONG Cesyac la “canasta básica” de una familia tipo: para el mismo mes fue idéntico: $9.800.


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“El Salario Mínimo Vital y Móvil está definido en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional y en el artículo 116 de la ley de Contrato de Trabajo. Todos los trabajadores tienen derecho a un Salario Mínimo Vital y Móvil, que según los números actuales es de 9.797 pesos”, se plantó el titular de la Federación de Aceiteros, Daniel Yofra . La sigla que acompaña a quien proclama es FTCIODyARA, que quiere decir Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina, en lenguaje llano. Y, en lenguaje más llano aún, vienen a ser los gremios federados de uno de los sectores que mayor rentabilidad han tenido en la última década, y un poco más. Pero la cifra que reclamaban –y que llegaron a acompañar con una media de fuerza que retrotrajeron por el dictado de una conciliación obligatoria– no representa, según explican, un avance sobre esas utilidades extraordinarias. Es, nada más –o nada menos– el reclamo para “conservar” el poder adquisitivo del salario de los trabajarores del sector. Al gremio lo ayudaron, en la elaboración de ese cálculo “técnico”, profesionales de la Universidad Nacional de Rosario. Y en otro gremio, en este caso el de docentes privados, Sadop, llegaron a una cifra similar, pero a través de sus propios equipos técnicos. La razón no es menor: son dos de los sindicatos que inauguran las paritarias 2014, en una situación que a nadie gusta y que definen como “volatil”. Y como ellos son los que arrancan decidieron apelar al asesoramiento, en un caso externo, en el otro propio. Y así lo cuentan.

“En este momento de inflación e incertidumbre económica, en el que el empresariado apuesta a trasladar a los precios los porcentajes de la devaluación, aseguramos que los trabajadores y sus organizaciones deben enfrentar toda política cuya consecuencia implique cargar el ajuste sobre las espaldas de los trabajadores y el pueblo”, proclamó Yofra. Con matices, las mismas palabras surgieron de boca de otros miembros de la Federación y de la organización menor local, el Sindicato Aceitero, Soear.

“Pedimos asistencia a la universidad. Queríamos saber sin lugar a dudas cuánto es lo que tiene  que cobrar un trabajador aceitero que recién empieza, para tener una vida digna, tal como dicen la Constitución y la ley”, explica Walter Nardi, secretario de Prensa de los aceiteros de Rosario.

La conclusión, que surgió de la Facultad de Ciencias Económicas, es que el Soear, con un convenio colectivo cuya acuerdo salarial tuvo vigencia hasta el 31 de diciembre de 2013, tenía que reclamar para mantener el salario, 9.797 pesos para la categoría más baja de las cuatro que tiene el sector. Y además, sólo para llegar “de la mejor manera a la negociación final en el mes de abril, en plena cosecha de soja y derivados”, según apuntó Yofra.

El reclamo de esa cifra, marcaron desde la Federación y el Soear, es para atender lo que dice la ley que instituye el Salario Mínimo, Vital y Móvil, que es “la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, de modo que le  asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”.

Esto sería para el cálculo de los trabajadores aceiteros, pero ellos mismos dicen que no: “Es la garantía de un Salario Mínimo, Vital y Móvil en los términos de su definición para toda la clase obrera”, subrayaron los gremialistas. Y recordaron que “el sector aceitero es siempre el primer gremio grande en acordar sus paritarias”, y que dos meses y medio antes de que venciera la paritaria, el 17 y 18 de octubre de 2013, realizaron en el Patio de la Madera un plenario nacional de delegados, precisamente para “definir el pedido salarial”.

“Hoy más que nunca, ratificamos que la única salida de los trabajadores es un salario mínimo en los términos de su definición para toda la clase obrera”, insistieron.

A una distancia que podrá ser mayor o menor de los aceiteros están los docentes privados. Pero Sadop, el gremio que los representa, llegó a la misma cifra o casi: una diferencia de 3 pesos, que en el total representa un 0,04 por ciento.

Es que, en una presentación que se realizó esta semana, el secretario general de Sadop, Martín Lucero, y el titular del Centro de Estudios Sociales y Acción Comunitaria, Marcos Aviano, definieron “el costo de la canasta básica para una familia tipo”, cifra que, para el mes de enero de 2014 les dio 9.800 pesos, “un 4 por ciento más que en diciembre de 2013”.

“El último relevamiento de precios nos da una pauta del gasto de consumo para el inicio de este año, donde 6.500 pesos se destinan a contratar 19 servicios y 3.300 pesos a comprar los 50 productos de la canasta básica que incluimos para determinar que esta familia tipo que tomamos como modelo, está dentro del consumo medio en Rosario”, indicó Aviano.

Los valores, según marca el Cesyac, corresponden a la estimación del “gasto de consumo de un hogar” y toma tanto “productos de consumo masivo” como comestibles y envasados, carnes, frutas y  verduras, bebidas y artículos de limpieza, hasta “servicios básicos del hogar”, como alquileres e impuestos, servicios para la vivienda, servicios para las personas y transporte.  Una familia tipo, según la cuenta, debió gastar en enero unos 1.240,21 en comestibles; 1.152,59 en carnes; 449,22 en frutas y verduras; 272,82 en bebidas, y 184,39 en productos de limpieza. En tanto, en servicios básicos para el hogar, contabilizó 2.346,17 en alquileres promedio; 684,25 en servicios de vivienda; 1.210 en transporte, y 2.261,10 en servicios para el hogar, abarcando estos desde la electricidad y el gas hasta la televisión por cable, la conexión a internet y el pago de telefonía celular. La ponderación es que la familia que no pague una cosa costeará la otra, ni hablar si no tiene que cancelar alquiler pero debe cocinar con gas envasado o electricidad.

“Los datos brindados por la entidad de consumidores serán tenidos en cuenta durante la discusión paritaria. El relevamiento significa un insumo muy importante para el gremio, ya que podemos contar con un elemento técnico relevante de cara a las paritarias y que vamos a considerar”, explicó Lucero en la presentación conjunta.

De hecho, el titular de Sadop explicó a Mundo Laboral que los cálculos para definir los reclamos salariales se realizan con “equipos técnicos propios” y que el gremio no cuenta con asesoramiento externo para ello. Pero de igual modo el sindicato difundirá a sus afiliados el seguimiento de precios del Cesyac “informando sobre el sistema de «Precios cuidados», a fin de que los docentes puedan comprar sabiendo qué cantidad de productos y a qué precios pueden ser adquiridos en los comercios adheridos al sistema”.

Y Aviano, director ejecutivo de la ONG, remarcó: “Los consumidores y los trabajadores somos lo mismo. Debemos trabajar en conjunto para defender el poder adquisitivo y nuestros derechos, y aconsejar, como lo hace Sadop, dónde el afiliado-consumidor va a encontrar mejores precios para hacer valer más su bolsillo”.

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