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Para creer en la utopía de la vida

El maestro Fernando Ciraolo contó detalles del concierto que brindará mañana junto a la Orquesta Sinfónica del Centenario y tres formaciones corales. Más de 160 músicos en escena repasaran obras clásicas como la Obertura Solemne 1812 de Tchaikovsky.


“La posibilidad de construir vínculos tiene que ver con la esencia de la música que, como otras artes, es una fuente de inspiración constante que nos da la posibilidad hasta de pensar que otro mundo es posible, de creer en la utopía de la vida”. Fernando Ciraolo analizó el título del concierto que mañana presidirá en el Monumento a la Bandera. “La Música construye vínculos” contará con la participación de más de 160 músicos en escena pertenecientes a la Orquesta Sinfónica del Centenario, que dirige Ciraolo, junto al Coro del Jockey Club, el Coro Femenino Voces en Alto que dirige Patricia Mastrángelo y el Ars Nova de Santa Fe; además de las solistas Cecilia González Pastrana, que toca castañuelas, y Laura Martínez.

El evento, que promete ser multitudinario, se realizará por iniciativa de la constructora MSR, después se fueron sumando algunos factores que harán de la noche un encuentro más que especial: “El 22 de noviembre es, además, el día de la música, el día de Santa Cecilia. El otro hecho concreto es que este año se cumplen 60 años del Monumento a la Bandera. Así que había motivos suficientes para ofrecer a la comunidad un gran concierto sinfónico coral con obras de la música universal como es la Obertura Solemne 1812 de Tchaikovsky, que además de ser emblemática, es descriptiva porque lo que hace Tchaikovsky es describir lo que pasó cuando Napoleón con sus ejércitos invadió Rusia. Ese hecho histórico emocionó a Tolstói que escribió La guerra y la paz y a Tchaikovsky para ofrecer esta obertura solemne. Es una obra que tiene muchos adeptos porque tiene algunas cuestiones importantes en el momento final de la victoria de los rusos, que se liberan de la prepotencia napoleónica, entonces suenan las campanas. Es una obra para presentar en público con un ejército de músicos”, adelantó el director.

Tanto Tchaikovsky, como otros artistas, tienen la capacidad de describir un momento histórico, traducirlo en una obra artística para trasmitirlo a sus coetánios y dejar registro para el futuro. “Ese artista tiene sensibilidad social, sabe lo que ocurre en su tiempo y puede volcar toda su experiencia de vida. De ahí la importancia del ser creador, del artista”, explicó Ciraolo con gran pasión y continúo: “Las personas que estamos abocadas al hecho artístico no somos ajenas a eso. Porque también tenemos que tomar la obra del compositor e interpretarla tal cual él la quiso expresar. Tenemos que hacer una re-creatividad de la obra escrita, poner a trabajar a los músicos y coros para que plasmen esa música de manera tal que el público la pueda recibir. Estamos siempre en una constante relación y comunicación. Por eso siempre digo que los músicos, desde la música, debemos crear puentes y lazos de entendimiento para derribar las barreras de las injusticias y los prejuicios que son producto, muchas veces, de la intolerancia humana”.

Para Ciraolo la de artista es una vocación con mucho compromiso: “Hay un trasfondo concreto de cómo ver la realidad y de cómo hacer para que esa realidad sea lo mejor posible. Por eso hablamos de las utopías de la vida, cuando uno se embarca en estos proyectos de ofrecer una gran obra a la comunidad tiene que tener siempre un mensaje en el que el arte esté presente en su mayor esplendor como hecho sensible que tiene el ser humano para despertar al espíritu a que busque superación”.

Obras clásicas y vigentes

Obertura Solemne 1812 de Tchaikovsky sonará mañana junto a la Obertura Finlandia de Jean Sibelius, Rapsodia bohemia de Freddie Mercury y algunas obras compuestas especialmente para películas. Para Ciraolo dichas obras tienen vigencia, sobre todo, porque la historia tiende a repetirse: “La historia se recicla. Lo que hizo Napoleón después lo hicieron muchos otros políticos y dictadores que han intentado el mismo camino y tuvieron el mismo fracaso. Acá lo importante, desde el punto de vista del arte para ofrecer a la ciudad de Rosario es el mensaje de que todos somos parte de una solución, lo importante es saber qué pasa y qué respuesta podemos dar a eso que está sucediendo. Cada uno, por supuesto, en el marco de lo que le esté provocando alguna necesidad de cambio”.

“Cuando todos queremos ser parte de la solución el fin es crear conciencia y una colaboración con los ciudadanos para el cuidado de nuestra humanidad. Es una lucha permanente”, analizó e introdujo que para él, hoy en día una de las principales desavenencias son las actitudes del ser humano: “Desde lo cotidiano mínimo hasta cuando se tiene la responsabilidad de tomar las decisiones importantes para gobernar un país hay una lucha constante de cómo poder manejar las situaciones. Desde el llano tenés que estar controlando siempre que el que tiene el poder no lo tenga en forma absoluta para que no suceda lo que la historia ya nos ha enseñado. Cuando hablamos de la lucha cotidiana hablamos de la lucha ante las decisiones de las personas que tienen que gobernar, que tienen la responsabilidad de conducirte a un estado de tranquilidad dentro de tu pertenencia como ciudadano. Y que se desvíen implica que tenemos que estar siempre presentes. Ahí aparece el hecho sensible, el arte, que yo lo noto como una secuencia, tenés sensibilidad para el arte, ves cosas y tenés la obligación de estar presente en cualquier situación que sea adversa y bregar por el bien común”.

“Desde el arte podemos crear vínculos. Hacer un hecho artístico no es solamente para que el público vaya a entretenerse sino en un compromiso de esta naturaleza hay puesta toda una pasión, hasta diría una ideología por presentar las obras que deseo que el público conozca y contar porqué se hicieron”, concluyó.