En medio del paro de camioneros declarado en el municipio de Quilmes y como para reafirmar una “guapeza” que atrasa varias décadas, Pablo Moyano no sólo no se retractó de la brutal amenaza lanzada ayer cuando dijo que “si tiene que haber muertos, va a haber muertos”, sino que siguió extorsionando al prometer que la medida de fuerza “se va a extender a todo el país”.
“Yo dije que la gente está dispuesta a pelear y a luchar y si tiene que dar la vida, la va a dar”, dijo sin un atisbo de arrepentimiento por lo dicho ayer. “La gente va a luchar por sus fuentes de trabajo. Tenemos un conflicto muy grave en la ciudad de Quilmes. Es una rebaja salarial del 50%”, argumentó escudándose en los trabajadores para no reconocer un “modus operandi” rancio y violento.
“Cuando un dirigente no hace nada es un burócrata. Cuando sale a la calle como nosotros, enseguida nos atacan. Entonces ¿cuál es la función? Lo hemos hecho con Siderar, con Carrefour. Hay que estar en una asamblea con 500 familias. La gente está desesperada porque se queda sin laburo”, afirmó Moyano en declaraciones a la radio Rock&Pop.
“¿Qué es más exabrupto? ¿Dejar a la gente sin trabajo? Ya está, ya lo dije. Hoy vamos con paro en Quilmes que se va a extender a todo el país. Esto es un avance más para tratar de destruir a nuestra organización, no pudo Menem, menos va a poder este gobierno”, espetó respecto a cómo seguirá el conflicto desatado en Quilmes por la decisión del municipio de no renovar el contrato con la firma de recolección de residuos Covelia.
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