Ciudad

TIERRA DE MIÉRCOLES

Otro “negro” 15 de noviembre: hace 11 años el granizo; hoy el viento

Un día como hoy pero de 2006 la ciudad fue azotada por una lluvia impresionante de piedras; hoy el fenómeno no se repitió, pero el intenso viento generó caída de árboles, autos rotos, cortes de luz y múltiples accidentes en rutas de la región. ¿Qué pasó? ¿Por qué en la misma fecha?


Miércoles 15 de noviembre. Sin dudas una fecha que quedará en el recuerdo para los rosarinos. Hoy se cumplen 11 años de aquella trágica tarde de 2006 cuando el cielo se puso negro en cuestión de segundos, el día se hizo de noche y una lluvia de piedras azotó a la ciudad, dejando una víctima fatal e innumerables daños materiales en casas, edificios y automóviles. Y hoy, también miércoles 15 de noviembre, el fenómeno no fue el mismo, pero algo pasó con el clima. Esta vez no hubo ráfagas de granizo, pero sí un viento incontrolable que generó voladura de ramas y árboles, una nube de tierra que hacía imposible caminar con tranquilidad, cortes de luz en diferentes sectores y choques en rutas de la región. Sí, justo un miércoles 15 de noviembre…

El mercurio del termómetro parecía no tener techo este mediodía. El calor era insoportable. Pero a las 14 algo pasó. El cielo no se puso negro como hace 11 años, pero sí marrón. Y el viento, también como aquella fatídica tarde, fue el actor principal de la jornada. Las ráfagas fueron en aumento minuto a minuto, llegando a 70 kilómetros por hora, y hubo que esquivar ramas, limpiarse los ojos a cada paso y transitar con suma precaución por las calles.

El Servicio Meteorológico Nacional anunció bien temprano que la ciudad estaba bajo un alerta por fuertes ráfagas de viento debido a la llegada de un frente frío. Y el vaticinio se cumplió. Rosario y la región padecieron las inclemencias de este fenómeno pocas veces visto, que dejó a su paso más de 70 árboles caídos en la ciudad, semáforos y carteles de publicidad y de indicaciones de tránsito desparramados por las calles y cortes en el suministro de energía en varios sectores.

En la ciudad varios autos sufrieron consecuencias, pues debido al viento árboles y chapas volaron por doquier. Así, en diferentes lugares las imágenes eran de vehículos golpeados por ramas, por añejos y frondosos árboles que perdieron su estabilidad y por elementos de obras en construcción que volaban y hacían a más de uno mirar hacia arriba para que nada caiga y los golpee.

Como si esto fuese poco, los accidentes se sucedieron en cadena a medida que el viento aumentaba su intensidad y la tierra transformaba una nube que hacía imposible el transitar por rutas y autopistas de la zona.

Así, en el sur de Santa Fe hubo choques debido a la nula visibilidad en las rutas. Las redes sociales se llenaron de postales que muestran el estrago de la nube de polvo. En las rutas de la región, la visibilidad fue casi nula. Las autoridades cortaron la autopista Rosario-Córdoba y la autopista Rosario-Santa Fe. Cerca de Casilda, en tanto, se registró un accidente múltiple sobre la ruta S26. Por otro lado, en la ruta Casilda-Fuentes, también se informó de una colisión que involucró a un micro local de la empresa El Puma.

Según la Agencia Provincial de Seguridad Vial, en la autopista Rosario-Buenos Aires se produjo un siniestro vial a la altura de la localidad de Arroyo Seco (trabajaron móviles de la APSV y de Gendarmería Nacional); en la autopista Rosario-Córdoba hubo un accidente a la altura de Armstrong en el km 390 y otro en cercanías de Correa; en la ruta nacional 9 se produjo un choque en Correa; en la ruta nacional 34 hay un corte a la altura del kilómetro 33/34 por siniestro vial y en la ruta nacional 3en Casilda la visibilidad es casi nula.

Once años después…

No con la misma intensidad y devastación de aquella tarde, pero lo ocurrido este miércoles hizo volver al recuerdo de lo vivido aquél miércoles 15 de noviembre de 2006, cuando el granizo azotó a la ciudad y dejó una mujer fallecida, 50 personas heridas, decenas de árboles caídos debido a las fuertes ráfagas de viento, centenas de autos rotos por las piedras y daños al por mayor en viviendas y edificios públicos.

El temporal de esa tarde, con piedras de hasta 10 centímetros de diámetro, arrancó a las 18.20 y duró hasta las 18.30, tras una jornada de calor agobiante, la misma que se vivió hoy.