Ciudad

Rosario futura

Nuevas técnicas apuntan a una ciudad más sustentable

Cada vez hay más edificios que encuadran en la ordenanza 8757/11 procuran el ahorro de energías no renovables.


El camino hacia una arquitectura sustentable en la ciudad está trazado: actualmente, Rosario cuenta con siete edificios de más de cuatro mil metros cuadrados de superficie cuyos responsables adhirieron a la ordenanza 8757/11 de Aspectos Higrotérmicos y Demanda Energética, siendo así merecedores del “certificado de sustentabilidad” en reconocimiento de determinadas características como uso de calentadores solares o utilización de materiales aislantes de frío o calor. Pero los inversores o empresas a cargo de las obras fueron por más, y hoy se encuentran en ejecución otras dieciséis construcciones de menos de tres mil metros cuadrados, bajo las mismas pautas.

Si bien existen varias ordenanzas en vigencia que intentan establecer un cambio de paradigma en cuanto a la arquitectura y el cuidado del medio ambiente, para el subsecretario de Planeamiento del municipio, Eduardo González, una de las normativas más salientes que configuran el reglamento de edificación y que se encuentra en plena ejecución es la de Aspectos Higrotérmicos.

“Es una norma que fija en los edificios niveles mínimos de transmitancia o resistencia térmica, que es la capacidad que tiene un material para resistir las diferencias de temperatura”, explicó el funcionario.

Rosario pionera

La ordenanza en cuestión obliga a las construcciones a usar materiales que regulan los niveles de aislación para que en verano los edificios no sean tan calurosos y en inviernos no muy fríos. De esta manera, se reduce considerablemente el consumo energético. Pero hay más: González se jactó de que Rosario es la primera ciudad del país en contar con una norma de estas características.

Según destacó el funcionario, este tipo de construcciones también beneficia las condiciones de habitabilidad mediante la disminución de patologías por condensación de humedad, lo que a su vez reduce el mantenimiento de las construcciones a lo largo del tiempo.

“Los edificios son importantes consumidores de energía y materia y los modos en que son diseñados, construidos, utilizados, demolidos y sustituidos forman parte sustancial de las lógicas generales de organización urbana”, explicó.

Las primeras etapas

 

La primera etapa de implementación de la ordenanza 8757/11 de Aspectos Higrotérmicos estuvo vigente de julio de 2013 a junio del año pasado. Desde el área de Planeamiento sostuvieron que los resultados fueron “satisfactorios” y destacaron que se presentaron casos correspondientes a siete edificios de propiedad horizontal destinados a uso residencial, localizados dentro del radio del Distrito Centro y Distrito Noroeste.

“En cada proyecto se analizó la materialidad de las envolventes de los edificios, tras lo cual se realizaron los ajustes necesarios para cumplir con los requerimientos establecidos y permitir una reducción en el consumo energético del edificio a lo largo de su vida útil”, reseñaron desde el área.

Durante la segunda etapa, actualmente en ejecución, que contempla a los edificios de menos de tres mil metros cuadrados que se adecuen a la normativa, la Secretaría de Planeamiento y Urbanismo relevó hasta el momento unas dieciséis construcciones, por lo que auguran un resultado mejor que en la primera fase.

Cabe señalar que el certificado de sustentabilidad, además de enmarcar al edificio dentro de los que fomentan el ahorro energético y propician el cuidado del medio ambiente, los dota también de más categoría, en especial a la hora de su tasación y, en consecuencia, incrementa su valor en el mercado inmobiliario.

Alternativas para vivir mejor y gastar menos

Existe una gran variedad de materiales aislantes, tanto térmicos como acústicos, para la construcción de viviendas. Uno es el doble vidrio hermético, muy utilizado en los edificios de Forum Puerto Norte. Consiste en dos capas de vidrio separadas entre si por un espacio de aire seco y quieto y sellado para así evitar el paso de humedad y de vapor de agua. Entre sus ventajas, provee aislamiento térmico y acústico y si se utilizan vidrios especiales también controla los rayos solares.

Otro material usado en las construcciones sustentables es el poliestireno expandido, conocido en el ámbito de la arquitectura como “corcho blanco”. En cuanto al espesor, puede variar de los 10 a 25 kilogramo por metro cúbico y su aplicación da como resultado una muy baja conductividad térmica. También se utilizan la espuma de polietileno, poliuretano extruido y “lana de roca”, éste último, especialmente utilizado para la aislación acústica.

Según explicó la ingeniera Andrea Montovani, especialista en construcciones sustentables de casas individuales en Funes y Roldán, la aplicación de materiales aislantes influye directamente en el ahorro de energía, ya que cuando se cuenta con ellos en invierno se consume menos gas o electricidad para la calefacción y en verano, al ser más fresco el interior de las viviendas, también se reduce considerablemente el gasto en climatización.

Las localidades en donde la profesional desarrolla su trabajo sufrieron un notable crecimiento poblacional en los últimos años y las empresas prestadoras de servicios no están a la altura de la demanda que se incrementa.

“Siempre les sugiero a mis clientes que incorporen paneles solares para alimentar calefactores. La decisión es una cuestión cultural, porque si bien es un gran costo inicial, se amortiza con el paso del tiempo”, señaló.

EJEMPLO PARA IMITAR

El subsecretario de Planeamiento de la Municipalidad, Eduardo González, adelantó que uno de los edificios que recibirá el certificado de sustentabilidad es Energy, la torre de ocho plantas ubicada en Puerto Norte y cuya construcción cuenta con vidriado doble en los departamentos, membranas aislantes y calentadores de agua mediante el uso de paneles solares. De este modo el edificio, que ya se encuentra en la etapa final de ejecución y cuyas primeras unidades está previsto que se entreguen a mediados de este año, se convertirá en una suerte de paradigma en materia de edificación y ahorro energético, en sintonía con el cuidado del medio ambiente.

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