Influyó todo. Absolutamente todo. El conflicto entre plantel y comisión directiva, el atraso salarial, la medida de fuerza de los jugadores que incluyó no entrenar el jueves y no concentrar, el viaje en el mismo día del partido y hasta las malas decisiones tácticas de Osella. Lo perdió Newell’s no sólo en esa pelota parada. Lo perdió porque no pudo aguantar la arremetida final de Unión y porque no se conformó con un empate que no estaba tan mal con un jugador menos.
Todo lo malo que le sucedió en la semana, Newell’s se encargó de trasladarlo al campo de juego durante el primer tiempo. Incluso Osella se equivocó con la presencia de Sills en lugar de un Elías que había cumplido contra Olimpo. Lo aprovechó Unión y se lo llevó por delante a Newell’s.
Lo vulneró por afuera, con la velocidad de Vadalá y Soldano. Con la movilidad de Gamba. Y con las subidas de Blasi. Y se puso en ventaja tras un error garrafal de Sills en la salida y de la floja respuesta de Pocrnjic más allá del pique de la pelota en el buen remate de Acevedo.
Unión no fue eficaz. Y esa particularidad le permitió a Newell’s mantenerse con vida en el partido. Pero el problema principal del equipo de Osella fue que no contó con la referencia ofensiva que le propone el suspendido Scocco. Prediger no se hizo cargo del desarrollo, Maxi y Formica aparecieron esporádicamente y tanto Fertoli como Isnaldo tampoco desequilibraron.
Para colmo de males, Prediger cometió un acto irresponsable y vio la roja directa. Y en la protesta inútil también perdió Newell’s a Formica y Domínguez para el partido contra Lanús por haber llegado a las cinco amarillas.
Tuvo otra actitud Newell’s en el segundo tiempo. El ingreso de Tissera le dio otra fisonomía al ataque. Maxi se sintió más cómodo saliendo del área y hubo otro empuje desde el vestuario. Unión mostró inseguridades y aparecieron las chances de gol. Y en una de ellas llegó al empate: buena jugada de Tissera, jerarquía innata de Maxi y carambola en la espalda de Nereo Fernández.
En superioridad numérica, Unión volvió a arrinconar a Newell’s. El gol de la victoria tatengue no llegó antes porque apareció Pocrnjic con cuatro buenas intervenciones para sostener el resultado. En la última pelota parada, luego de una serie de embates locales, se desprendió Erramuspe de la marca de Domínguez y no sólo decretó el triunfo de Unión, sino también el cierre de una semana fatal para Newell’s que trajo consecuencias: la renuncia de Osella. Fin del ciclo.
Uno x uno leproso
Pocrnjic (5). Poca resistencia en el primer gol a pesar del pique. Mejoró en el segundo tiempo.
Escobar (4,5). Lo complicaron con supremacía de rivales. Y nunca se pudo acomodar.
Domínguez (4). Da muchas ventajas. Sufrió demasiado la velocidad de los rivales.
Moiraghi (4). Perdió más de lo habitual. Nervioso e incómodo.
Paz (5). Ganó todo lo que pudo de arriba. Lo mejorcito abajo.
Sills (3). Injustificable su regreso. Asistencia perfecta a Acevedo para el gol de Unión. Impreciso. Error de Osella.
Prediger (3). Nunca quiso jugar. Se hizo expulsar irresponsablemente.
Fertoli (4). Lejos del área se pierde. No pudo capitalizar las ventajas que le entregó el rival.
Formica (5). Intentó, pero nunca pudo ser el conductor del equipo. Al final se cansó.
Rodríguez (6). Hizo poco, pero tuvo una y con su jerarquía puso en empate.
Isnaldo (4). Corre mucho, aporta poco. Cambio cantado, debió salir antes.
Tissera (6). Peligroso, incisivo, con alma de nueve. Generó la jugada del gol y tuvo una para ganarlo. Hay opción para Nacho.
Rivero (-). Entró para equilibrar un poco el medio.
Figueroa (-). Ya era tarde.
LO BUENO Y LO MALO
Lo mejorcito fue la actitud para salir a remontar el partido en desventaja numérica y la aparición del pibe Matías Tissera. Lo peorcito: la defensa hace agua, el doble cinco no marca ni juega. Pasó a ser un equipo vulnerable desde que Independiente le metió 4 goles. En las últimas cinco fechas le convirtieron 12.
Pegó el portazo
Diego Osella se cansó y decidió renunciar como técnico de Newell’s. La decisión la había tomado antes del partido con Unión. Y el principal apuntado por el ex DT leproso fue el presidente Eduardo Bermúdez, quien el viernes realizó fuertes declaraciones contra él.
“Hay una línea que cuando se cruza ya no se puede volver más. Es la segunda vez que Bermúdez me expone, me voy de Newell’s”, dijo Osella.
“Las palabras de Eduardo (Bermúdez) desviaron el real problema que tiene la institución, se dedicó con menosprecio hacia mí y también a los clubes que anteriormente dirigí”, sentenció el entrenador.
“Dice que me dedique a entrenar y nada más. Me deja mal parado adelante de la prensa y la gente que no me conoce. Esto generó un desgaste muy grande del que no se puede regresar”, afirmó.
“Le voy a decir todo lo que siento personalmente a Eduardo. Mi papá falleció en 2014, que no se compare con él”, afirmó al referirse a las palabras de Bermúdez, quien había dicho que para él, Osella era un hijo rebelde.
Maxi: “Siento tristeza por el club”
Maximiliano Rodríguez, capitán y emblema de Newell´s señaló ayer que siente “tristeza” por la crisis institucional que atraviesa el club, tras la derrota ante Unión.
“Siento tristeza por lo que está pasando en el club. Hay que ser honestos y tirar para adelante”, apuntó la Fiera.
Y luego agregó: “Los chicos la están pasando mal y los grandes también. Que pongan los huevos donde tienen que ponerlos”.
Por último habló de su futuro: “Si me tengo que quedar, encantado porque Newell’s es mi casa. Y si me tengo que ir, sé que di todo hasta las últimas fechas”, concluyó Rodríguez.
PANORAMA COMPLEJO
De cara al cotejo ante Lanús el panorama también es complejo. No podrán estar Prediger y Jacobo Mansilla (todavía adeuda una fecha), pero además Formica y Domínguez llegaron a la quinta amarilla. Lo positivo es que puede regresar Scocco, mientras que Facundo Quignon y Amoroso también estarían disponibles.
Detuvieron al vice leproso Juan Alberto Matías durante el partido contra Unión
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