Un nene de 5 años recibió un disparo que le atravesó el labio superior en el interior de su vivienda de Centeno al 200. El pequeño se recuperaba de las lesiones en una sala común del hospital de Niños Víctor J. Vilela, donde los médicos indicaron que su vida no corría peligro. Este ataque ocurrió anteanoche en la zona más conflictiva de barrio Tablada. Es en este lugar donde suelen ocurrir los enfrentamientos entre las facciones de las bandas de Centeno y Ameghino que dejó desde 2011 casi una veintena de asesinatos. Algunos de los crímenes tienen relación directa con la pelea por el liderazgo del territorio y otros fueron como consecuencia de la violencia que impera en el lugar. Por esta situación, el 19 de marzo las autoridades del Ministerio de Seguridad realizaron una intervención policial que llenó las calles del sur con uniformados de las diferentes fuerzas. El procedimiento culminó el 26 de ese mismo mes con un saldo de trece allanamientos, 34 personas detenidas, nueve armas de fuego secuestradas, además de cocaína y marihuana fraccionada al menudeo. Sin embargo, a poco más de veinte días, los vecinos volvieron a denunciar tiroteos. Anteanoche, cerca de las 22, Alejandra C., de 36 años, llegó a la guardia del hospital de Niños con su hijo A.R., de 5 años, herido de un disparo en el rostro. La mujer contó al personal policial que la familia estaba en el interior de su vivienda de Centeno casi Patricias Argentinas cuando escucharon detonaciones que venían desde la calle. Como consecuencia de los disparos, una de las balas ingresó por la ventana e impactó en la cara de niño, describió la mamá.
Tras la denuncia, el personal de la seccional 16ª fue hasta el lugar y pudo entrevistar a un joven, identificado como Brian V., de 24 años, quien relató a los pesquisas que minutos antes un muchacho que se trasladaba en bicicleta por Patricias Argentinas (la prolongación de calle Colón) estaba disparando al aire. Agregó que al ver la situación instó al agresor a que dejara de tirar. Sin embargo, la respuesta del desconocido fue apuntarle y abrir fuego contra él, sin acertarle, para luego escapar. Además, algunos vecinos indicaron a los uniformados que el agresor estaba vestido con una campera deportiva de color verdinegra.
Por su parte, Stella Vinelli, directora del Vilela, contó en diálogo con <El Ciudadano> que apenas ingresó a la guardia se constataron que las lesiones que tenía el nene eran externas y que sólo afectaron partes blandas. “Las lesiones producto del proyectil están presentes en la zona del labio y del malar. El paciente está estable y para mayor control quedó internado en observación en una sala común”, explicó.
El caso es investigado por el fiscal de la Unidad de Flagrancia en turno, con colaboración del personal de la comisaría 16ª, por razones de jurisdicción.
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