Le ponen la firma

Sociedad

Nicanor Parra, antipoesía y dichos a contracorriente

Una voz única que se destaca en las letras hispanoamericanas por la potencia de su estilo irreverente. Su padre, maestro y músico, y las canciones que entonaba su madre inspiraron su vocación.


Nicanor Parra es una voz única que se destaca en las letras hispanoamericanas por la potencia de su estilo irreverente. Está próximo a cumplir un siglo de vida intensa y aún continúa desmontando imposturas y cuestionando el injusto orden establecido.

Nacido como Nicanor Segundo Parra Sandoval, el 5 de septiembre de 1914 en San Fabián de Alico, provincia de Chillán (Chile), creció en una familia de origen humilde donde el arte era habitual: su padre, Nicanor, ejerció como maestro de enseñaza primaria y era músico; su madre, Rosa Clara Sandoval Navarrete, tenía origen campesino, laboraba como tejedora y modista y transmitió a sus hijos el gusto por las coplas populares que cantaba mientras urdía en su telar.

Datos biográficos

En 1927, Nicanor Parra ingresó al Liceo de Chillán, donde cursó humanidades hasta 1935. Completó su formación en Santiago de Chile en el Internado Nacional Barros Arana. Estudió luego matemática y física en la Universidad de Chile, también ingeniería, derecho e inglés.

En 1935 comenzó junto a Jorge Millas y Carlos Pedraza la Revista Nueva y publicó allí su primer anticuento, titulado “Gato en el camino”. Ejerció como profesor de Física hasta 1968.

En 1943, viajó a Estados Unidos de Norteamérica para estudiar mecánica avanzada en la Brown University, retornando luego para dictar clases en la Universidad de Chile. Partió luego a Inglaterra para estudiar cosmología en la Universidad de Oxford.

A partir de 1951, comenzó a publicar sus antipoemas en los Anales de la Universidad de Chile.

El periplo por los países del capitalismo avanzado y su notorio contraste con los territorios periféricos influyeron en su obra poética, que buscó desde el comienzo un contrapunto con la poesía de Pablo Neruda.

Obra poética

En el año 1954, se publicó el segundo de libros de Parra: Poemas y antipoemas. Afirma uno de sus comentaristas que la aparición de este volumen “produjo un corte radical en la poesía chilena e hispanoamericana y marcó la irrupción del modelo antipoético. El sistema antipoético incluye entre sus elementos un personaje antiheroico, humor, ironía, sarcasmo y un verso cuyo léxico y sintaxis no obedecen al modelo literario clásico sino al lenguaje cotidiano”.

La irrupción de Nicanor Parra generó polémicas y en Chile este nuevo estilo de poesía fue apoyado públicamente por el crítico literario Ignacio Valente, quien ha resultado ser uno de sus máximos divulgadores.

El propio Parra ha dicho sobre su obra: “Durante medio siglo la poesía fue el paraíso del tonto solemne hasta que vine yo y me instalé con mi montaña rusa”.

Su estilo poético hace que el lector se involucre, tome posición frente al mundo, sus contradicciones y su devenir.

Es una poesía que no admite la indiferencia.

Poesía y compromiso

Parra ha sostenido a la par de su actividad poética un compromiso social explícito con la causa de los oprimidos. Con más de 96 de edad, en septiembre de 2010 realizó una huelga de hambre junto a los comuneros mapuches perseguidos por el Estado chileno.

De su prolífica obra podemos mencionar Cancionero sin nombre (1937), La cueca larga (1958), Antipoemas (1960),Versos de salón (1962), Manifiesto (1963) y Los vicios del mundo moderno (1969).

También Poesía política (1983), Hojas de Parra (1985) y Páginas en blanco (2001).

Nicanor Parra es una presencia insoslayable de proyección universal en el mundo del presente. Como poeta y artista plástico y como hombre que no acepta encuadres que aprisionen el despliegue de una sensibilidad lúcida e irreverente.

Comentarios