Esta semana puede ser clave para la concreción del regreso de Hernán Bernardello a Newell’s. Después de su participación con Cruz Azul en el Mundial de Clubes, el volante tiene previsto regresar en los próximos días a Rosario para sellar su llegada al Parque de la Independencia.
Aún no trascendió de qué manera se haría el acuerdo (seguramente sea un préstamo) pero lo que es seguro es que el Cabezón se convertirá en el primer refuerzo para Américo Gallego. Es más, el director deportivo de Cruz Azul, Agustín Manzo, ya anunció su salida de la entidad azteca, señal inequívoca que el camino para el regreso al Parque de la Independencia está por demás de allanado. Y que sólo faltan detalles.
De esta manera, Gallego vería cubierto uno de los sectores que pretendía reforzar. Es que Diego Mateo no estará a disposición en las primeras fechas por su infección en el dedo, Hernán Villalba tuvo altibajos en el último tiempo y el juvenil Iván Silva tiene poco rodaje, más allá de sus buenas presentaciones. Además, se puede interpretar que el Tolo tiene previsto modificar el sistema 4-3-3 instalado desde el arribo de Gerardo Martino y modificado recién en el último tramo del torneo pasado.
No largan Wilchez
Lucas Wilchez fue uno de los primeros nombres vinculado al interés de Newell’s. Lo reconoció la dirigencia leprosa, el representante del futbolista, Juan Cruz Oller, y el propio volante.
Pero pese al deseo manifiesto del jugador de llegar al Parque y del agradecimiento a Américo Gallego por considerarlo (el Tolo lo conoce de Colo Colo y lo llamó para expresarle su interés), hay una escollo que hoy aparece insalvable: Wilchez tiene contrato con Tigre hasta diciembre del año que viene y Gustavo Alfaro lo considera una pieza clave.
De hecho, en una asamblea de socios del Matador celebrada el pasado viernes, el presidente Rodrigo Molinos aseguró que Wilchez no saldrá de Tigre y que el club no considerará ninguna oferta por el jugador. En ese contexto, su llegada a Newell’s parece inviable.
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