Edición Impresa

Newell’s: chau Gringo

“Es lo que quería, retirarme en mi casa y con mi gente”, expresó el defensor que no pudo contener las lágrimas.


heinzedentro

Por José Odisio

“Oleeee, olé, olé, olé… Gringooo, Gringooo…”. El grito ensordecedor de los hinchas fue el mejor final para una carrera llena de éxitos y Gabriel Heinze no pudo cumplir con su promesa, el defensor, ganador de mil batallas, no pudo contener las lágrimas. La emoción se paseó toda la tarde por el Coloso y hasta los más duros sucumbieron. El Gringo se despidió del fútbol con una victoria en la cancha, pero su mayor logro sin dudas debe ser el respeto y el afecto de compañeros e hinchas.

“Quiero agradecerles por el cariño, soy un privilegiado, esto es lo que quería, retirarme en mi casa y con mi gente”, expresó con la voz entrecortada por la emoción una vez terminado el partido.

El final estaba pactado. El Gringo lo había anunciado hace unos meses a través de una carta abierta a los hinchas. Esta vez nadie pudo convencerlo y ayer los hinchas fueron al Parque con un solo propósito: homenajearlo. El Coloso se preparó para la ocasión.

Una pantalla se instaló en la tribuna y durante la previa se mostraron imágenes de su exitosa carrera. También hubo espontaneidad en la gente. “Gracias Gringo”, aparecieron los carteles cuando el equipo salió a la cancha.

Y cuando llegó el pitazo final, afloraron las emociones. Se mostró un video con el saludo de los compañeros y un adelanto de una nota con el sitio oficial leproso donde el Gringo dice: “Mi mayor orgullo es escuchar a la gente de Newell’s gritar dale campeón”.

Se emocionó cuando su mujer y sus cuatro hijos le entregaron una foto y una casaca firmada por sus compañeros. Enseguida tomó la posta Lucas Bernardi, pero apenas comenzó a hablar también lo embargó la emoción y sólo pudo decirle “te quiero mucho” y se fundió en un abrazo.

“Lo más lindo que le puede pasar a un futbolista es ser honesto y campeón. Para crecer no hay que ganar un clásico, si un club quiere ser grande tiene que ganar estrellas”, disparó el ex Real Madrid y Manchester. Y trató de distenderse con una broma:

“Ahora escribo otra carta y digo que no me retiro”. Lo que provocó que los hinchas cantaran “El Gringo no se va, el Gringo no se va…”.

“No es un adiós, ojalá Dios quiera que nos encontremos nuevamente. Gracias a todos”, fue lo que pudo decir con las lágrimas impregnadas en su rostro.

El final fue con los brazos en alto recorriendo el Coloso con su familia, “su sostén“, como él mismo dijo. Se retiró Gabriel Heinze. Once títulos avalan una carrera. El cariño de la gente, su mayor recompensa. Chau Gringo. Chapeu.

Comentarios