Espectáculos

Narradores. Un mundo lleno de palabras

El Movimiento Rosarino de Narración Oral, Moronao, pone en marcha "Que Rosario suene a cuento", el primer Festival de Narración que hasta el 30 de octubre se desarrollará en diversos espacios de la ciudad, con invitados del país y del exterior, desde hoy, en parques, plazas y bibliotecas de la ciudad.


“Sin la palabra no habría historia y tampoco habría amor; seríamos, como el resto de los animales, mera sexualidad. El habla nos une como parejas, como sociedades, como pueblos. Hablamos porque somos, pero somos porque hablamos”, escribió Julio Cortázar a comienzos de los 80. Así, con la palabra como bandera, con la certeza del caos que toda palabra encierra, del mismo modo que un destino y una acción, un grupo de prolíficos narradores locales pondrá en marcha hoy Que Rosario suene a cuento, el primer Festival de Narración Oral que hasta el 30 de octubre se desarrollará en diversos espacios de la ciudad, con invitados especiales del país y del exterior.
Agrupados en el Movimiento Rosarino de Narración Oral (Moronao), integrado por los grupos Sarna Con Gusto, Los Nadies, Las Cuenta Cuentos, Cuentos Rodantes, Recursos Paganos, Génesis, La Mariposa Andariega y Tarambana, el encuentro contará con la presencia de Flor Canales Bastidas (Perú), Daniel Hernández Corredor (colombiano radicado en Chile), Sergio Martínez (Mendoza), Joselina Martínez (Santa Fe), Flora Ovalles Villegas (Venezuela) y Son de Cuento (Paraná), además de los narradores rosarinos del Moronao que también serán de la partida.
“Es un evento en el que tenemos la intención de llenar a Rosario de palabras, porque es algo que está en nuestra condición innata de contadores de cuentos, de narradores de historias; jugamos con la idea de que la ciudad un día como cualquier otro amaneció, pero ese día el cielo se «cieló» de palabras”, relató el actor, titiritero y narrador local Christian Álvarez, quien junto con su colega Adriana Felicia y un importante, equipo de creadores rosarinos entre los que se cuenta a Gisela Bernardini, Sebastián Oficialdegui, Livia Vives, Ana Cao, Teresita Igon, Liliana Belinsky y Germán Germinale, llevarán adelante este evento que comenzará esta tarde, a partir de las 19, en la sala Empleados de Comercio (Corrientes 450), con entrada gratuita y la presentación de narradores nacionales e internacionales.
“Este es un proyecto con el que venimos soñando hace unos cuantos años, pero éste es un año particular porque el Moronao transita su primera década de trabajo, y más allá del esfuerzo que implica en esta ciudad ver todos los días cómo se sostienen las cosas, no podíamos dejar de hacerlo, estructurándolo a partir del trabajo que desde el Movimiento llevamos adelante todo el año: sostenemos, con el Moronao, un ciclo itinerante con el que recorremos las bibliotecas populares de la ciudad, de cada uno de sus barrios; del mismo modo que los parques Urquiza e Independencia, donde trabajamos cada fin de semana con tres o cuatro funciones, y para esta ocasión sumamos al Museo de la Memoria”, agregó Álvarez.
La programación, que se extenderá en diversos días, lugares y horarios hasta fines del mes próximo, puede consultarse en forma completa en el blog de Moronao, www.moronao.blogspot.com. De todos modos, más allá del evento inaugural de esta tarde en Empleados de Comercio, la programación del fin de semana sumará a los habituales encuentros en plazas y espacios públicos a los invitados internacionales, como es el caso de Daniel Hernández Corredor, quien este sábado, a las 16, se presentará en el Museo de la Ciudad (Parque Independencia), con Cuentos de Bomborillo.
Respecto del encuentro de apertura de esta tarde, el creador adelantó: “Es un evento abierto a todos los que quieran asistir, los vamos a recibir con música en vivo y vamos a hacer un racconto de estos diez años de trabajo del Movimiento. Y después tendremos en el escenario a los cuatro invitados especiales. Con ese puntapié inicial arrancamos una programación fuerte de este fin de semana que intentará cubrir varios espacios de la ciudad como bibliotecas, parques, el Centro Cultural La Toma (Tucumán 1349), el bar Pichangú (Salta y Rodríguez) y el Museo de la Memoria (Moreno y Córdoba), para seguir luego en otros espacios de la ciudad”.
Finalmente, Álvarez analizó el valor que tiene la recuperación de los espacios destinados a la palabra: “La palabra implica lo más cercano que tenemos con la condición humana; los seres humanos somos los únicos que tenemos la posibilidad de articular sonidos que sirvan para la comprensión y el encuentro con el otro. La palabra significa comunicación, escucharse, mirarse; en ella están presentes los cinco sentidos con los que nos manejamos y percibimos el mundo”.

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