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Pum para arriba

Nada detiene el incremento de productos de primera marca

Comerciantes locales aseguran que alimentos y bebidas sufrieron en agosto ajustes que llegan hasta el 8 por ciento.


Días atrás el Indec dio conocer las cifras de la inflación de agosto, que mostraron una fuerte baja en relación con meses anteriores. En ese marco, desde el gobierno nacional buscan transmitir la idea de que el índice general de precios comenzó a desacelerase y que “el asunto” (tal como lo dijo el propio Prat Gay) dejará dentro de poco de ser un problema. De todas formas, muchos productos de consumo masivo de primeras marcas no detienen su escala ascendente. Representantes de grandes cadenas y supermercados mayoristas, autoservicios y pequeños quioscos señalan que alimentos, bebidas y elementos de limpieza les siguen llegando con aumentos. Incluso, los almaceneros mencionaron que el mes pasado algunas empresas ajustaron sus listas con incrementos de entre un 6 y un 8 por ciento, lo que irremediablemente se traslada luego al consumidor final.

Juan Milito, del Centro Unión Almaceneros de Rosario, contó que las subas se dan tanto en gaseosas, cervezas y vinos como en jabones líquidos y en polvo y en panificación. En término porcentuales los aumentos son menores a los que se gestaron en diciembre del año pasado (cuando varias compañías comenzaron a ajustar sus números tras el triunfo presidencial de Mauricio Macri) y en mayo y junio de este 2016, pero siguen siendo constantes.

“En general hemos recibido en agosto productos con incrementos que rondan entre el 6 y el 8 por ciento. Pero hubo algunos casos donde son mayores. Por ejemplo, en los vinos el mes pasado y lo que va de septiembre los costos se acrecentaron desde el 10 al 30 por ciento. El Alma Mora lo tomamos con un ajuste del 28 por ciento. También el Santa Julia subió, aunque un poco menos”, señaló el comerciante.

Milito agregó que los proveedores también entregaron los panes lactales de Fargo y Bimbo y los jabones líquido y en polvo de las firmas Unilever (Ala y Skip) y Procter and Gamble (Ace y Ariel) con aumentos que llegaron a casi el 10 por ciento.

“Lo que hacen estas empresa es, cuando el consumo cae terriblemente, como ahora, establecer bonificaciones para que vos luego las traslades al público. Son ofertas puntuales. Y como comerciante tenés que aprovechar para stockearte lo que más puedas. El tema es que eso lo podés hacer si tenés liquidez. Justamente eso hoy está complicado porque hay muy poco dinero en mano”, señaló el dirigente.

Milito explicó luego que los incrementos permanentes de las compañías líderes generan dos cuestiones. Por un lado, que los consumidores se vuelquen por segundas y terceras marcas. Y también que muchos productos se sustituyan.

“Es notoria la gente que ha dejado de comprar cervezas, vinos o gaseosas para tomar directamente agua. Y algo similar pasa con los quesos. Hoy el cremoso está 100 pesos el kilo. Y el cáscara colorada de primera marca llega a 250 pesos. O lo dejás de comprar o se cambia por arroz o polenta”, evaluó el titular del Centro Unión Almaceneros, que agrupa a unos 5 mil negocios que son atendidos por sus dueños o tienen menos de cinco cajas.

Cambiar todos los meses

Por su parte, Verónica Solmi, vocera de la Cámara de Supermercados (Casar) local, entidad que agrupa a firmas como Micropack, Dar y La Reina, contó que esos comercios padecen el mismo fenómeno, aunque entregó cifras más bajas.

“Son varias las marcas de primer nivel que vienen concentrado un aumento de precios. Si bien no es tan profundo en sumatoria, va generando un aumento importante que se acumula e incluso nos obliga a cambiar los precios de pizarra mensualmente”, señaló.

Solmi también recordó que los incrementos más significativos del último tiempo se dieron en diciembre del año pasado. Ahora –dijo– son menores, pero igual llegan hasta el 4 por ciento al mes en algunos casos.

“Es difícil la situación porque con las grandes marcas proveedoras no podés negociar. Y nosotros no somos formadores de precios como los grandes supermercados ni tenemos la misma competitividad”, manifestó.

Recorrida

En tanto, una recorrida por pequeños locales realizada ayer por este medio también permitió corroborar el actual escenario. “Mirá. Me acaba de llegar la Quilmes con otro aumento en la lista, un 5 por ciento. Te suben los precios como ellos quieren. Y los que ponemos la cara con los clientes somos nosotros. Es un desastre”, señaló, ofuscado, el dueño de un negocio ubicado en Dorrego y Rioja.

A media cuadra, el titular de un minimarket también se quejaba de la noticia que días atrás le habían entregado los distribuidores de Coca Cola.

“En agosto mandaron todos los productos con un aumento. A la gente no le podés fijar un precio. Tenés que estar retocando todo el tiempo. Te diría que en el último año Coca ya subió el precio más de un 30 por ciento”, relató el muchacho. Un caso, por ejemplo, es el de la Coca Cola de medio litro, que aumentó 1 peso en las últimas horas: de 15 pasó a 16 pesos.

Menos ventas

Verónica Solmi, de Casar, también manifestó que en lo que va del año hubo una baja “de entre el 12 y el 15 por ciento” en las ventas. “Lo notamos en los tickets y en los productos. La gente por allí gasta el mismo monto de su anterior compra pero lleva menos”, destacó. En tanto, Milito, desde Almaceneros, mencionó que la merma llega al 20 por ciento en los almacenes del centro y se extiende hasta el 30 por ciento en los de barrio.

Algunos casos

Según el Centro Unión Almaceneros de Rosario en agosto y septiembre recibieron listas de precios con los siguientes incrementos:

Vinos: aumento de entre el 10 y el 30 por ciento. Alma Mora subió 28 por ciento.

Pan lactal Bimbo y Fargo, alrededor del 8 por ciento.

Jabones líquidos y en polvo de Unilever y Procter and Gamble, también alrededor del 8 por ciento.

Cerveza Quilmes, entre 6 y 8 por ciento.

Gaseosa Coca Cola también ajustó entre 6 y 8 por ciento.

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