Norma Aguirre, cantora popular de folclore, lleva adelante una peña en Temperley, en el sur del conurbano bonaerense. Hace 16 años que es militante del Encuentro Nacional de Mujeres y contó que “vine joven y me convertí en una vieja encuentrera”. Se define como “defensora del la horizontalidad” y asegura estar “orgullosa de lo que construimos las mujeres, entre ellas mis hijas que están presentes hoy en este encuentro como candomeberas”.
En el ENM Norma coordina los talleres de Arte y cultura. A diferencia de años atrás, tuvieron que agregar otro taller más este domingo porque se superó ampliamente el cupo.
Una historia de militancia y música
Sobre el espacio que lleva adelante en Temperley, Aguirre contó que “allí ha comulgado mucha gente de distintas provincias y fuimos fundiendo una cultura popular muy amplia desde Santiago del Estero, Jujuy, Chacho, el Litoral y también el sur”.
“Por eso soy muy amplia en mi repertorio, soy coplera y canto también chamamé, chacareras y fui sumando el espacio de la peña”.
Como generadora de espacios, su visión es la inclusión desde su perspectiva de mujer y así empezó a inmiscuirse en espacios que para la mirada común no correspondían a una mujer.
“Estoy muy feliz porque desde ese lugar estamos generando otras miradas donde las mujeres tenemos que alzar la vos y y esa es la consigna de este “Mujerío” que estoy haciendo hoy, un CD que se llama así y en donde lo presento siempre digo que las mujeres tenemos que alzar la voz, no para gritar sino para imponer nuestra presencia, para mostrar que estamos vivas, que tenemos derechos que vamos por ellos y que no le vamos a pedir permiso a nadie, porque como ciudadanas del mundo y de este 51 por ciento que somos necesitamos estar permanentemente en contacto y aunadas en todo”, aseguró.
La unidad es la parte vital
“Es muy importante que podamos mantenernos unidas. En el taller de hoy que hablamos sobre arte y cultura en donde hubo una multiplicidad de variantes, de expresiones y de artistas de todo tipo de los que pude aprender notablemente de las poetas, de las murgueras, de las músicas, de las escritoras, las tranqueras y las bailarinas y pude alzar mi voz nuevamente para decir que somos artistas con todas las letras, que podemos representar absolutamente a todo el pueblo, a nuestras ancestras y a nuestras mujeres que nos vienen marcando el camino”, dijo.
También relató que “tuvimos que armar otro taller porque sobrepasó el cupo. Estoy muy contenta porque cuando comenzamos hace seis años apenas éramos unas 20 mujeres y que hoy haya que agregar otro más, es realmente muy importante”.
“Eso nos dice que a la vez que podemos hermanarnos, estamos forjando un camino absolutamente tangible y posible, el camino que veníamos soñando hace más de 30 años”, concluyó.
