Espectáculos

Murió el escritor Mankell

Creador del inspector Wallander, el novelista sueco Henning Mankel falleció este lunes. Considerado un precursor de la novela nórdica, Mankel vendió 30 millones de libros, y su personaje fue llevado al cine y a la televisión, como la versión de la BBC con Kenneth Branagh.


Murió el lunes víctima del cáncer que le diagnosticaron el año pasado, el escritor sueco Henning Mankell, cuyas novelas protagonizadas por el inspector Kurt Wallander pusieron su nombre, al igual que el de la literatura policial de su país, en el primer plano de la fama mundial. Nacido en Estocolmo en 1948, sus comienzos se remontan al teatro, y desde muy joven trabajó como autor y asistente de dirección en el Riksteatern de la capital sueca.

 

En 1972 realizó su primer viaje a África y, desde entonces, nunca abandonó del todo ese continente; residía entre Suecia y Mozambique, donde ejercía como director artístico del Teatro Avenida de Maputo. Mankell lanzó en 1973 su primera novela, “BergsprTMngaren” (“El rompedor de rocas”) y casi dos décadas después, en 1991, publicó la primera de la exitosa serie protagonizada por el inspector Wallander: “Asesinos sin rostros”. A ese libro siguieron “Los perros de Riga”, “La leona blanca”, “El hombre sonriente”, “La falsa pista”, “La quinta mujer”, “Pisando los talones”, “Cortafuegos”; “La pirámide, “Antes de que hiele”, “El hombre inquieto” y “Huesos en el jardín”, una serie con la que vendió millones de ejemplares y que tuvo numerosas adaptaciones en la televisión y el cine.

 

Primero llegó a la TV en Suecia, en 1995, y, años después en el Reino Unido,en versiones de la BBC con Kenneth Branagh como protagonista, en una preciosista adaptación que fue nominada a los Globos de Oro y que se llevó cinco premios BAFTA, entre ellos el de mejor serie, en 2009, y otros dos en 2011, uno de ellos para el actor.

 

Considerado como uno de los precursores del éxito de la novela negra nórdica en el mundo, sus obras, al igual que las de la mayoría de los escritores posteriores, abrevan en el estilo marcado por el matrimonio Maj Sjowall y Per Wahloo, los pioneros de este género en Suecia. Mankell reconoció públicamente haberse inspirado en sus novelas, pero ellos repitieron en varias ocasiones que la serie de Wallander era “aburrida y carecía de humor”. Sin embargo, los lectores opinaron lo contrario: las obras de Sjowall y Wahloo han vendido alrededor de diez millones de ejemplares en todo el mundo, frente a los treinta millones de Mankell.

 

Además de su exitosa serie policial también fue dramaturgo, y escribió más de cuarenta obras. Una de ellas, “Antílopes” (sobre sus experiencias en África), fue estrenada en 2013 en el Centro de la Cooperación por Ingrid Pelicori y Mario Pasik, con dirección de Graciela Dufau y Hugo Urquijo. También Mankell es autor de una veintena de novelas y numerosos libros infantiles y juveniles, entre ellos una serie protagonizada por Sofía, una niña africana, que le sirvió para narrar las dificultades de la vida de las mujeres en ese continente. En 2001 lanzó junto a su amigo Dan Israel la editorial Leopard, que desde entonces publicaba sus libros, aunque su labor principal era apoyar a jóvenes talentos de África y Suecia.

 

Henning Mankel además de ser autor de novelas policíacas famosas en todo el mundo, escribía  libros juveniles.  Casado con Eva Bergman, una de las hijas del director de cine Ingmar Bergman, vivía entre Suecia y Mozambique, donde dirigía el teatro nacional.

 

En su última obra, “Arenas movedizas”, Mankell relató el “descenso a los infiernos” que experimentó tras ser diagnosticado de cáncer en 2014 y la amalgama de sentimientos y sensaciones que siguieron, mezclados con recuerdos de su infancia y juventud y episodios de su vida, muchos anclados en África. Como escritor tuvo posiciones políticas discutidas. En el verano de 2010 se embarcó en la denominada “Flotilla de la Libertad” con destino a Gaza, proyecto que acabó con la muerte de nueve activistas durante el asalto israelí a una de las embarcaciones y con Mankell detenido junto a varias decenas de personas. En su obra no se abstuvo de criticar a la sociedad sueca y abordó asuntos como la colonización y los problemas del continente africano y la situación de la mujer.

 

Recibió numerosos premios especialmente por su saga de Wallander, entre ellos el de mejor novela sueca de crímenes en 1992, el Nils Holgersson (1991), el Glass Key Award (1992), el Astrid Lindgren (1996) y el Pepe Carvalho (2006).

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