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Robo fatal

Muere ladrón tras un tiroteo

Un joven que hasta anoche no había sido identificado falleció luego de intercambiar disparos con un policía federal, quien llegó a un minimarket céntrico en medio de un atraco. El asaltante huyó en un auto, pero quedó sin vida a los pocos metros.


El robo a un minimarket céntrico perpetrado en la mañana de ayer terminó con la vida del presunto ladrón, luego de un enfrentamiento a tiros con un policía federal que ingresó al comercio justo cuando se producía el asalto. Tras un intercambio de disparos, el muchacho, que al cierre de esta edición no había sido identificado, recibió un impacto en la ingle que lo hizo caer sobre el cristal de ingreso, y aun así logró subirse a un vehículo y conducir unos cien metros hasta colisionar con un árbol, donde fue hallado muerto.

Fuentes policiales dijeron que el vehículo que conducía había sido robado un día antes en un taller mecánico de zona oeste. Asimismo, agregaron que según testimonios recolectados en el lugar del hecho el joven ultimado estaba acompañado por otro muchacho, que tras la colisión huyó del lugar al trote. La víctima fatal no había sido identificada al cierre de esta edición.

Alrededor de las 8.30 de ayer, el dueño de un minimarket ubicado en la esquina de Sarmiento y 9 de Julio atendió a un hombre que le pidió cigarrillos. Pero antes de alcanzárselos se dio cuenta de que el cliente era un ladrón, ya que a punta de pistola pasó del otro lado del mostrador y le exigió la recaudación. Voceros policiales dijeron que el comerciante obedeció y le entregó dinero, que el ladrón escondió entre sus medias.

Fue en ese momento que ingresó otro cliente al negocio y enseguida fue apuntado por el asaltante, quien le pidió la billetera, sin saber que era un policía federal vestido de civil.

Una vez que las dos víctimas quedaron detrás del mostrador y el ladrón se disponía a huir, el policía le dio la voz de alto e intercambiaron disparos, siempre según la versión oficial. El asaltante fue alcanzado por un plomo a la altura de la ingle que lo hizo caer sobre la puerta de cristal que terminó hecha añicos. De allí corrió hasta una Renault Kangoo roja y antes de subir disparó otras dos veces al policía que lo seguía y que volvió a repeler el ataque con otros dos disparos.

Los pesquisas dijeron que el muchacho, malherido, puso en marcha el vehículo y alcanzó a circular unos cien metros por calle Sarmiento hasta colisionar contra un árbol a la altura del 1500, donde cayó sin vida sobre el asiento del acompañante. Voceros del caso agregaron que según testigos en el vehículo viajaba otro joven que tras el choque huyó del lugar a la carrera.

En total fueron incautadas cuatro vainas servidas que pertenecían al arma reglamentaria del policía, en tanto no se sabe la cantidad de disparos hechos por el muchacho porque tenía un revólver. Más tarde la Policía constató que la Kangoo había sido robada la noche anterior durante una entradera a un taller mecánico de zona oeste, en jurisdicción de la seccional 19a.

En su interior fue secuestrado un revólver calibre 32 largo plateado, que se encontraba debajo de guantera, y que se intentaba establecer si fue el utilizado en el enfrentamiento.

También, voceros policiales informaron que fueron incautadas carteras y bolsos con documentación y celulares en su interior, que presumen son propiedad de distintas víctimas de robo, durante las horas previas al asalto al minimarket.

Por su parte, las fuentes informaron que el efectivo que ultimó al ladrón es el sargento de la Policía Federal César G., oriundo de la ciudad bonaerense de San Nicolás, quien había llegado a Rosario para realizar servicios de patrullaje de refuerzo. Vestía de civil porque todavía no había tomado servicio en el destacamento que le destinaron, en 9 de julio al 200.

El hecho es investigado por el fiscal Adrián Spelta, con la colaboración de la seccional 2ª, con jurisdicción en la zona, y efectivos de la División Judiciales.

Baleados en sendos episodios ocurridos en barrio Tablada

La violencia de las balas volvió a ensangrentar las calles de Tablada. En la madrugada de ayer, un muchacho de 19 años fue herido de un disparo en el tórax en el marco de una riña que tuvo lugar a pocos metros de su casa, en inmediaciones de Necochea al 3600.

El joven, que en febrero de 2013 ya había sido atacado a tiros durante una jornada en que fueron asesinados otros dos adolescentes, se encontraba al cierre de esta edición en estado reservado. A pocos metros del lugar donde fue agredido, un hombre de 35 años fue herido de un disparo en el cuello y trasladado por una ambulancia al Heca, en grave estado de salud. Ambos ataques ocurrieron en jurisdicción de la seccional 16ª con diferencia de pocas horas y son investigados por la fiscalía en turno.

Alrededor de las 4 de ayer, Alan L., de 19 años, fue trasladado por su madre a la guardia del Hospital Roque Sáenz Peña por una herida de arma de fuego en el tórax. La mujer dijo a la Policía que su hijo se encontraba reunido con amigos en la esquina de Necochea y 24 de Septiembre, donde ocurrió una pelea en la que el joven resultó lesionado de gravedad.

Alan había sido baleado la trágica madrugada del 15 de febrero de 2013, en la que otros dos adolescentes fueron asesinados. Si bien las tres víctimas fueron encontradas en distintos puntos de la zona sur, la Policía relacionó los hechos, que comenzaron en la esquina de Ayacucho y Centeno y se disiparon por un radio de seis cuadras a la redonda.

Nicolás López, de 18 años, fue dejado en la puerta del hospital Vilela sin vida minutos después de la medianoche. Tenía tres tiros, en el hombro, el brazo y la pelvis. Esa misma madrugada, alrededor de la una, el cuerpo de Iván Basualdo, de 17, fue hallado en Grandoli y pasaje Page con un disparo en la cabeza. Media hora más tarde, una ambulancia del Sies ingresó al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez con Alan, entonces de 18 años y baleado en una pierna, trasladado desde Esmeralda y 24 de Septiembre, a tres cuadras de donde estaba el cuerpo de Basualdo. El mes pasado, la Justicia procesó a un joven de 19 años, identificado como Joel I., como autor de los tres ataques a tiros, mientras que un pibe apodado Matute, que en ese momento era menor, está detenido y sindicado de ser el conductor del rodado desde el cual salieron las balas.

Aunque todavía no se sabe si son hechos relacionados, ayer por la mañana, cerca de las 9.15, una ambulancia del Sies asistió a un hombre de 35 años, identificado como Martín Ángel A., en inmediaciones de pasaje Guerrico y 24 de Septiembre, a menos de cien metros de donde fue baleado Alan. El hombre fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez con una herida de arma de fuego en el cuello, que lo dejó en grave estado, internado en la unidad de cuidados intensivos.

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