Ciudad

Insomnio

Mucho ruido

Una mujer asegura que hace cinco años que no puede dormir por los “ruidos molestos” del bar Rock & Felllers. Fue al Concejo a exponer su singular caso.


El problema no es nuevo para Mariela Linares –una mujer que vive en un departamento de pasillo en Jujuy al 2200– y desde hace cinco años su vida se convirtió en una “pesadilla” desde que el bar Rock & Fellers instaló su negocio gastronómico en la esquina de bulevar Oroño y Jujuy. Linares, detalló que su dormitorio (sobre Jujuy), comparte la medianera con el bar y por “permanentes ruidos molestos” tiene acumuladas varias denuncias, tanto administrativas como en la seccional. “Tengo denuncias ante la Policía, abrí expedientes en el distrito municipal y llamé a la Guardia Urbana infinidad de veces, pero nunca encontré una respuesta”, se quejó la mujer, quien ayer logró exponer su caso ante los ediles de la comisión de Gobierno del Concejo Municipal.

“Las veces que vinieron a medir los decibeles, cada vez que los inspectores llegaban al lugar, bajaban la música”, afirmó Linares, para quien la convivencia con el local musical le resulta imposible. “Desde mi dormitorio no sólo se escucha la música, sino el ruido de las mesas cuando las corren en todo momento, las conversaciones, y hasta cuando van al baño”, precisó.

La mujer pudo exponer su caso en el Palacio Vasallo, donde los concejales Roy López Molina y Carlos Cardozo del bloque Unión PRO –en septiembre de 2014 se había votado un pedido de infomes al respecto del que no obtuvieron respuesta– acordaron que presentarán mañana un proyecto sobre tablas con un pedido de inspeccción. Y, a partir de una sugerencia del edil del Frente para la Victoria Roberto Sukerman, se incluirá que se comunique la fecha de la misma a la Oficina Municipal del Consumidor para que concurra. La mujer sostuvo que varias veces se realizaron constataciones pero cuando se hacen los controles “el sonido baja” y además advirtió que los problemas ocurren todos los días, aunque remarcó que los fines de semana “se llena”.

“Lo que presumimos es que está mal insonorizado el bar o realmente no está hecho. Por un lado hay falta de control, y por otro lado no hay buena voluntad ni por parte de la empresa ni por parte del municipio”, subrayó Linares.

“Exigimos que se eleve un informe técnico para corroborar si cumplen con la norma de insonorización. Es un conflicto que data de cinco años y el Concejo lo trata desde hace más de un año. La Municipalidad tiene que intermediar”, concluyó.

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