Ciudad

tragedia en la ruta

Monticas y una larga historia llena de reclamos y serias quejas

Desde hace años los cuestionamientos de usuarios, legisladores, concejales e intendentes arrecian contra la empresa.


Lo ocurrido ayer bien podría sintetizarse como la crónica de un final anunciado. Es que desde años la empresa Monticas viene siendo cuestionada por usuarios, concejales y funcionarios de las localidades donde brinda el servicio, legisladores provinciales y los propios choferes. Entre otras, las quejas giran a la falta de mantenimiento y el mal estado de las unidades, hecho que podría ser la causa del siniestro de ayer que acabó con la vida de 12 personas. Incluso, el gobierno santafesino amagó en más de una ocasión con la posibilidad de buscar prestadores alternativos dentro de su jurisdicción, pero eso nunca se concretó.

La empresa, que pertenece al Grupo Flecha Bus, realiza servicios de corta, media y larga distancia desde Rosario hacia el resto del sur de Santa Fe y Córdoba, cubriendo buena parte de las localidades de la ruta nacionales Nº 33 (llegando dentro de la provincia hasta Rufino), 8 y 9 (la línea que une Roldán, Carcarañá, Cañada de Gómez y Las Parejas).

La prestación de Monticas en la región es casi monopólica y la única conexión que tienen muchos pueblos con Rosario. De allí la habitual furia de los usuarios, quienes son rehenes de la firma. El control y cumplimiento de la concesión y el servicio, además del estado de las unidades, corresponde a la Subsecretaría de Transporte de la provincia y la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT).

Las denuncias y críticas a la empresa arreciaron en los últimos años. Basta solo hacer un repaso por los archivos para recordarlo:

–La Comisión Nacional de Regulación de Transporte realizó en 2014 una seria de inspecciones en la Terminal de Rosario a varios coches de Monticas. Allí se detectaron todo tipo de infracciones (lo que derivó en varias multas) y el informe final fue lapidario. Las fallas incluyeron “el no funcionamiento de tacógrafos; la falta de presentaciones a controles; señales luminosas que no funcionan; baños clausurados o sin agua; vidrios trizados; incumplimiento de servicios diarios; falta de martillos de emergencia; puertas trabadas; neumáticos dañados, lisos o desinflados; carencia de asientos; faltante de matafuegos; verificación técnica vencida o ausencia de cinturones de seguridad”.

–Según la diputada provincial Mercedes Meier, Monticas fue subsidiada en 2016 con 33 millones de pesos por el gobierno nacional. En ese marco, la legisladora presentó el pasado 7 de febrero un pedido de informes. “Nos preocupa que empresarios que han demostrado un desprecio tan grande por los usuarios sigan recibiendo los millonarios subsidios. Con sólo ver el estado de la flota y la prestación de servicio uno se da cuenta de que no van a mejorarlo sino que los fondos van a enriquecer a sus titulares”, afirmó la diputada del Frente Social y Popular.

–Otro legislador que cuestionó varias veces a la compañía fue Lisandro Enrico. Entre otras cosas, el senador provincial dijo en 2014 que Monticas utiliza unidades de muchos años que se descartaron de otros servicios, “como clara consecuencia de la concentración del mercado de transporte automotor, donde un grupo empresarial compró todas las empresas”. “Por eso es necesario que la Secretaria de Transporte de la Nación tome cartas en el asunto. El grupo Flecha Bus realizó algunas mejoras en vehículos y cambió unidades que hoy en día circulan pintadas con el color naranja. Pero aún no recibió todo el material para normalizar el servicio”, dijo por entonces.

–El 14 de febrero de este año la diputada provincial Miriam Cinalli también le pegó duro a la empresa. Aquella jornada pidió al gobierno provincial que intervenga con carácter “urgente” y que a través de los organismos competentes se profundicen los controles al estado de las unidades.

–Por su parte, en abril de 2016 el municipio de Venado Tuerto envió notificaciones dirigidas a la CNRT y al ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, en función de las “reiteradas quejas” de usuarios de Arito y Monticas. Darío Mascioli, secretario de Desarrollo Productivo de la ciudad, recordó que ya se habían hecho fuertes reclamos por el tema. “Todo esto nos hace ver que es necesario quitarle la concesión”, dijo el funcionario.

–A principios de este mes el concejal rosarino Osvaldo Miatello le pidió al Ejecutivo local que comunique los convenios vigentes y controles realizados a las empresas prestatarias de los servicios interurbanos, todo en función de las deficiencias de   Monticas. El proyecto solicita que “se controle el servicio que entregan las empresas autorizadas a levantar y bajar pasajeros dentro de los límites del municipio, que debe cumplir las mismas condiciones exigidas para el transporte urbano”.

–En Casilda también cuestionaron varias veces a Monticas. En 2015 el Concejo aprobó por unanimidad un proyecto para pedir a la Subsecretaría de Transporte provincial que “arbitre los medios para dar cumplimiento a la comunicación sancionada el 8 de mayo de 2014 por la Cámara de Senadores santafesina por la que se pide a la CNRT que «revoque la concesión por la deficiencia en la calidad del servicio»”.

–Los usuarios utilizan a menudo las redes sociales para repudiar a la empresa. Incluso, en Facebook se creó un espacio donde los pasajeros suelen contar los inconvenientes que padecen. Días atrás se difundió por allí el incendió una unidad en pleno viaje en el tramo Rosario-Casilda. Mientras que en 2016 otro usuario filmó con su celular el momento en que una ventanilla del ómnibus se desprendió y voló en pleno viaje.

–La delicada situación también recae sobre los propios choferes. Héctor Michelini, conductor jubilado que hace dos años dejó la firma, sostuvo hace meses en diálogo con El Ciudadano que la empresa tampoco cumple con el debido descanso de los conductores. “No lo respetan en ningún caso. Muchas veces el chofer termina un viaje y sin dormir vuelve a tomar el volante”, señaló. También contó que las unidades no respetan las leyes vigentes en torno a las comodidades que deben prestarse a discapacitados motrices. “No hay un solo coche que tenga espacio para que ellos suban y se ubiquen”, dijo.

–Durante estos años el gobierno provincial siempre mencionó la posibilidad de buscar prestadores alternativos en caso de que Monticas continuara con los incumplimientos. Sin embargo, el tiempo pasó y la idea de quitarle la concesión quedó (hasta ahora) en la nada. El subsecretario de Transporte santafesino, Gustavo Peirano, dijo en febrero del año pasado a este medio que el servicio venía mejorando. “En este último tiempo venían levantando un poco la puntería. Parecía como que la cosa se estaba acomodando. Al menos en lo primero que hay que hacer, que es que los coches salgan y lleguen a destino. Tenemos indicadores que daban que tienen menos colectivos rotos. Pero bueno, ninguna empresa es infalible. Nosotros la seguiremos fiscalizando”, señaló por entonces

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