Ciudad

Deportes y fe

“Mente vacía, taller del diablo”

El padre Ignacio Peries presentó el flamante polideportivo Natividad del Señor, “una obra para todos los que quieran usar su tiempo libre”, según definió. La inauguración formal del espacio, ubicado en Parque Field, será el 12 de marzo.


El flamante polideportivo Natividad del Señor sobresale en barrio Parque Field. Es un edificio demasiado blanco y nuevo para la zona. El panorama no cambia paredes adentro. El olor a pintura fresca y polvillo penetra rápidamente y todo lo que no está relacionado con una obra en construcción se destaca. Los hombres con camisas, las cámaras de televisión y una mesa improvisada para una conferencia de prensa se distinguen enseguida. También el padre Ignacio Peries. No sólo por su vestimenta negra y el fuerte contraste que hace con el edificio reluciente, sino también que el cura resalta porque está en su territorio. Tan en su casa que incluso se permite bromear con “los colores del vestido” (la sensación del día en las redes sociales) para decir que él lo ve blanco y negro. El padre Ignacio Peries, como pocas veces, recibió ayer a la prensa para presentar el flamante polideportivo, que aún no está terminado pero que se inaugurará en apenas doce días y llevará el nombre de su iglesia: Natividad del Señor. Por lo bajo, quienes lo acompañaron en poner la cabeza y el cuerpo en la creación del espacio, confesaron con alegría cómplice que en el barrio le dicen el polideportivo “Nacho”.

El polideportivo está ubicado en calle Carcova al 2300. Hasta que comenzaron las obras, era un galpón casi abandonado. El padre Ignacio recuerda cuando los chicos del barrio rompían las paredes y rejas para entrar al lugar a jugar: “Yo no les hacía caso porque ellos mismos buscaban el espacio para estar ocupados y que hasta ese momento no lo tenían. Ahora no tienen que romper paredes para entrar: abrimos las puertas a todos”. El espacio comparte la misma meta que todos los lugares de cultura y deporte que se abren en la ciudad desde las iglesias, partidos políticos, movimientos sociales: incluir y dar oportunidades. El cura lo imaginó siempre como una posibilidad más para formar buenos deportistas y buena gente. “Mi idea es la del deporte sin droga”, contó ayer.

“Queremos que los jóvenes estén activos. Es una obra para todos los que quieran usar su tiempo libre, sus propios talentos y para ocupar su mente porque mente vacía es taller del diablo. Hasta ahora todo es positivo. Pero sabemos, sin embargo, que vamos a tener dificultades. Estamos con la mentalidad de adaptar al que viene acá. No imponemos un proyecto, tendremos flexibilidades, pero con normas y reglas. Es un lugar sólo para el deporte”, reflexionó el cura.

La inauguración

La inauguración del polideportivo será el 12 de marzo. El lunes siguiente, los alumnos de la escuela Natividad del Señor comenzarán a tener sus clases de educación física en la nueva dependencia. A partir de abril el espacio tendrá una nueva utilidad: por la tarde abrirá sus puertas a la comunidad. El cronograma de propuestas ya está armado y la oferta incluye handball, básquet, fútbol masculino y femenino, ritmos latinos, folclore, tango, expresión corporal. Las actividades están destinados a todos y todas: niños, jóvenes, adolescentes, adultos, adultos mayores. También personas con capacidades diferentes.

El polideportivo abarca una zona que alcanza a unas 50 mil personas y aunque no observará a todas, sí espera darles una oportunidad a la mayoría. Cuenta con dos gimnasios: uno de 45 por 25 metros, otro de 25 por 20 metros. Tiene baños y vestuarios, puesto sanitario, sala de profesores, sala de caseros, una cocina. Ya hay unos diez profesores que trabajarán en las distintas clases y tres coordinadores designadas: Gastón Haurat, Cristina Semino y Gustavo Cardile. Los dos últimos estuvieron acompañando ayer a Ignacio Peries en la conferencia de prensa. Estuvieron además Gabriela Bogado, directora del nivel secundario de la escuela Natividad del Señor, y Ricardo Caruso, director provincial de Educación Física. Ellos cuatro tuvieron el placer de que durante casi toda la conferencia el padre Peries les ceda la palabra para explicar el proyecto en el que vinieron trabajando.

“Yo sólo pongo la cara”, aclaró el cura.  Para llevar adelante la obra se juntaron fondos con donaciones de todo tipo, incluso almuerzos, cenas y bonos contribución. La provincia aportó 2 millones y medio de pesos.

Comentarios