En las primeras cuatro fechas de este torneo de primera división, Rosario Central no logró plasmar una identidad futbolística. Es cierto que el campeonato recién empieza.
Pero está a la vista que el equipo que dirige Miguel Russo exhibió rendimientos pobres en la mayor parte de esos juegos. Fallas defensivas, imprecisión en el manejo de la pelota, problemas de elaboración ofensiva, son algunos de los elementos que encendieron luz de alarma en los hinchas.
A la hora de buscar razones para entender este presente futbolístico auriazul, la conformación del mediocampo queda en el centro de la escena. Es que se trata del único sector del campo que muestra variantes respecto de lo puesto en cancha durante el torneo pasado. En este sentido, ya sea por dibujo táctico o por nombres de sus componentes, la zona de volantes mostró poca consistencia, tanto en la recuperación, como en la construcción de juego. Además, el equipo pierde muy rápido la pelota, y falta conducción.
La diferencia, en el medio
Por opciones de recambio, o por currículum de los protagonistas, tanto en defensa como en ataque no habría demasiada discusión en cuanto a los nombres elegidos por Russo.
Los cuatro integrantes de la última línea son los mismos que venían jugando el torneo pasado. Y los puntas, Franco Niell y Sebastián Abreu, conforman una delantera con la que el Canalla sumó muchos más puntos de los que dejó en el camino.
Pero en el mediocampo, la cosa es diferente. Las idas de Jesús Méndez y Federico Carrizo provocaron un vacío en el sector que hoy no se ha podido cubrir. Los jugadores que llegaron como refuerzo en la zona, Damián Musto y Fernando Barrientos, cuentan con características diferentes a los que emigraron. Y los reemplazos naturales, los jóvenes Jonás Aguirre y Pablo Becker, no consiguieron hacer pie todavía. Mucho menos cuando el técnico canalla decidió utilizarlos como titulares.
Desde la zona media, el equipo de Russo irradia inseguridad hacia la última línea. Musto aparece demasiado sólo para cumplir con la tarea de contención. El sacrificio del resto de los mediocampistas en el intento de retroceder a tiempo, no siempre alcanza.
Así, sucede a menudo que los volantes rivales encuentran comodidad en el tránsito hacia el ataque.
Además, ni Antonio Medina ni Walter Acuña, delanteros de oficio devenidos a volantes por necesidad, encontraron su lugar en el equipo. A los dos les costó acomodarse en esa función. Desde esa posición, más retrasados que lo habitual en el terreno, perdieron peso ofensivo. Y aportaron muy poco en la recuperación.
En este escenario, otra ausencia que se nota, más allá de los que emigraron, es la del lesionado Hernán Encina. Altibajos de lado, el Sapo fue pieza inamovible en el medio para Russo, en cualquier sistema de juego, durante los más de tres años que lleva el técnico en el club. Potenciada por el lema que reza “cuando el equipo no funciona, los mejores son los que no vienen jugando”, la baja de Encina, que todavía no está para volver al equipo, se siente.
Soluciones se buscan
Los problemas de Central en el mediocampo, están a la vista. Y exceden el dibujo. Están por encima del esquema. El sector no funcionó cuando el Canalla se plantó con un 4-4-2.
Ni tampoco lo hizo con el 4-1-3-2 utilizado en los últimos dos encuentros. Y este análisis está por encima de los resultados. La zona de volantes mostró problemas tanto en el triunfo ante Gimnasia en La Plata, como en la derrota de este miércoles en el Gigante a manos de Godoy Cruz.
El maquillaje que otorga un éxito, tiene corto efecto de duración. Y Russo tendrá que buscar soluciones que permitan solidificar al equipo como tal. Tarea nada sencilla para el DT considerando las piezas que tiene a mano para lograr ese objetivo.
Russo, obligado a meter cambios
Todavía no hay señales del probable equipo que pondrá Central en cancha para jugar mañana ante Defensa y Justicia en Florencio Varela. Para afrontar ese compromiso con el Halcón, correspondiente a la quinta fecha del torneo de primera división, el cuerpo técnico no podrá contar para con Sebastián Abreu. El Loco, que vio la tarjeta roja ante Godoy Cruz, está suspendido en forma provisoria. Además de esa baja, el DT canalla tampoco tendrá a disposición a Hernán Encina. El Sapo, que no jugó en este torneo todavía, sintió una molestia en el partido de reserva ante el Tomba. Y si bien no le detectaron ninguna lesión, Russo prefiere preservarlo.
El plantel entrenó ayer por la mañana en el country de Arroyo Seco. Y, anoche mismo, quedaron concentrados en el hotel del predio los 19 jugadores que fueron citados por el cuerpo técnico.
Entre los convocados están: Mauricio Caranta, Manuel García, Alejandro Donatti, Tomás Berra, Lucas Acevedo, Paulo Ferrari, Rafael Delgado, Lucas Lazo, Damián Musto, Nery Domínguez, Walter Montoya, Fernando Barrientos, Jonás Aguirre, Pablo Becker, Antonio Medina, Walter Acuña, Franco Niell, José Valencia y Javier Correa (NdR: ingresa por Abreu).
Respecto a la situación de Encina, sintió una molestia a los 20 minutos de juego del partido de reserva ante los mendocinos. Por ese motivo, fue reemplazado. Y, a última hora del miércoles, se le realizó un estudio para comprobar si se había resentido de la lesión muscular que le impidió jugar hasta ahora (NdR: isquiotibial derecho). Pero el examen fue negativo. De todos modos, el Sapo será preservado este fin de semana. Y Russo evaluará si lo tiene en cuenta para el partido del próximo jueves, ante Boca por Copa Sudamericana.
En cuanto al posible equipo para visitar a Defensa, Russo deberá sustituir al expulsado Abreu. Y es el colombiano Valencia el primer candidato a reemplazarlo De todos modos, no hay que descartar que haya alguna modificación más, tanto de nombre como de dibujo táctico. En especial, atendiendo el flojo rendimiento del equipo ante el Tomba.
El grupo entrenará hoy por la mañana en Arroyo Seco. Luego del almuerzo, la delegación partirá en micro rumbo a Capital Federal, para continuar con la concentración de cara al partido de mañana.
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