El Registro Civil de la localidad cordobesa de Villa María inscribió a una beba concebida por una mujer que contrajo matrimonio con otra luego de arduos trámites, dado de que en esa dependencia se negaban a anotarlos con los apellidos de ambas mujeres.
El hecho fue protagonizado por Daniela Bianciotto (26) y Valeria del Valle Frus (36), quien antes de formalizar su matrimonio en octubre del 2010 llevaba algunos meses de embarazo, producto de una inseminación artificial.
Ambas mujeres habían contraído enlace el año pasado durante una ceremonia que encabezó el intendente de Villa María, Eduardo Accastello, oportunidad en la que fueron bendecidas por el sacerdote Nicolás Alessio, quien fue separado de la Iglesia católica por su posición a favor del matrimonio igualitario.
La niña, de nombre Angelina, nació en febrero pasado, y el matrimonio inició poco después los trámites para inscribirla en el Registro Civil con el apellido de las dos cónyuges.
Pero, por una disposición de ese organismo, sólo les permitían llevar el apellido de la mamá biológica y con el agregado de la leyenda “padre desconocido”, cuando en realidad el progenitor es anónimo, ya que nació por el método de fertilización.
Carlos De Falco, abogado de Valeria y Daniela, aseguró que se logró inscribir a la niña “merced a una nueva interpretación de las normas por parte del organismo estatal, corrigiendo el formulario donde se menciona que es hijo de “don” y de “doña” para consignar que es hija de dos “doñas”.
El abogado, en diálogo con la prensa, destacó que “más allá del derecho a la identidad de la persona, al inscribirse a la niña como hija de ambas mujeres se resguardan otros derechos y obligaciones que pudieran surgir en casos de divorcio, como la cuestión de la tenencia, la cuota alimentaria, en caso de que fuera necesaria, y derechos sucesorios”.
El nacimiento de Angelina fue dado a conocer a través de los medios ya que fue una de las primeras bebas concebidas en el marco de un matrimonio igualitario legalizado en la Argentina.
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