Edición Impresa

tiros de auto a auto

Matan a un pesado de zona sur de 27 años

Damián Sergio Tersano, de 27 años, conducía su Volkswagen Voyage junto a Alan José G. por calle 1864 entre Maradona y Aborígenes Argentinos cuando le dispararon


Un convicto con peso en la zona sur fue acribillado a balazos ayer por la tarde cuando los ocupantes de un vehículo se pusieron a la par de su auto y abrieron fuego, en barrio Cacique Pedro Martínez, conocido como Los Pumitas o barrio Toba de zona sudoeste. Producto de la lluvia de disparos, un joven de 21 años que acompañaba a la víctima fatal recibió impactos en piernas, abdomen y la zona lumbar. Este muchacho fue trasladado de urgencia al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) donde quedó internado en grave estado.
Alrededor de las 19 de ayer, Damián Sergio Tersano, de 27 años, conducía su Volkswagen Voyage, junto a Alan José G., de 21, por calle 1864 entre Maradona y Aborígenes Argentinos, a pocos metros de la colectora de avenida Circunvalación, dijeron voceros del caso.

 

El ataque

En ese momento, otro automovilista lo alcanzó, se puso a la par y los ocupantes de este vehículo abrieron fuego. Como consecuencia del tiroteo, Tersano murió casi en el acto tras recibir múltiples impactos en el cuerpo, uno de ellos en el cráneo.
A la vez, el acompañante de Tersano quedó gravemente herido con orificios en piernas, abdomen y la espalda, describieron voceros relacionados con el caso, quienes agregaron que Tersano, conocido como Francés, era un pesado de la zona sur que hacía poco tiempo se había mudado a ese barrio del oeste.
Una vez que los uniformados arribaron al lugar, la menor de las víctimas fue trasladada por personal del Sies al Heca, donde quedó en la sala de cuidados intensivos en gravísimo estado.
Los pesquisas indicaron que la feroz balacera se refleja en los orificios que quedaron plasmados del lado del conductor del Voyage.
Voceros judiciales informaron que tras el crimen se comprobó que Tersano contaba con salidas transitoria de la Unidad Penitenciaria N° 11, de Piñero, donde cumplía condena por un hecho de robo calificado.
En la escena del crimen, se hizo presente el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Florentino Malaponte, quien ordenó medidas para dar con los autores del crimen como también para tomar declaraciones a los testigos del hecho ocurrido en jurisdicción de la comisaría 19ª.

 

Un chico de zona sur

Tersano tenía 15 años cuando el 6 de enero de 2005 cayó sospechado de ser el homicida de Norberto “Beto” Acuña. Aquella madrugada dos tiratiros llegaron a Santa Rosa de Lima y Pavón y uno de ellos disparó: además de matar a Acuña hirió a otro joven y a su abuela ante una veintena de testigos. Junto con él cayó otro pibe de 15, Milton Damario; pero ambos por su edad no eran punibles. El crimen fue atribuido a la llamada banda de Torombolo, que por entonces mejicaneaba a los narcos de la zona. El principal testigo de la agresión fue Juan Eugenio Jaimes; su testimonio fue fundamental para que parte de la gavilla fuera procesada. El testigo sería asesinado a tiros veinte meses más tarde en represalia por haber incriminado a los homicidas, dijeron sus familiares. El ataque fue una venganza por el crimen de Ángel Ramírez, un chico de 17 años ultimado de una puñalada en las semanas anteriores en la esquina de Corrientes y Rioja. Milton, con el correr de los años, se convirtió en habitué de las páginas policiales, sobre todo a partir de ser acusado y luego procesado como homicida del líder de los Monos Claudio “Pájaro” Cantero.
El rastro de Tersano en las crónicas del crimen se pierde en 2007, cuando cayó dos veces: por un asalto en Avellaneda y Vélez Sarsfield, acusado de haberle robado a otro adolescente armado con una púa, y por llevar consigo un revólver calibre 32 en Colón y Centeno, muy cerca de Lamadrid y Pavón, donde siempre vivió.

Comentarios