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Más que pena, penitencia: a formarse leyendo en Tribunales

Padres irreconciliables deben reunir a sus hijos y luego leer “El Principito”, “Ética para Amador” y “Los Derechos del Niño”.


“Se puede vivir de muchos modos pero hay modos que no dejan vivir. En una palabra, entre todos los saberes posibles existe al menos uno imprescindible: el de que ciertas cosas nos convienen y otras no”. Esta cita de Ética para Amador, de Fernando Savater, será parte del material de estudio para los integrantes de una ex pareja que se disputaban la tenencia y régimen de visita de sus dos hijos, de 7 y 13 años, uno viviendo con cada progenitor.

Tal como dictaminó el titular del Juzgado de Familia Nº 5, Ricardo Dutto, los ex esposos deberán concurrir a los Tribunales provinciales una vez por semana para permitir el encuentro de los hijos, que viven uno con su madre y otro con su padre. Allí, concluida la reunión de los hermanos y bajo la supervisión de un trabajador social, deberán leer El principito, de Antonie de Saint Exupéry; Ética para Amador, de Fernando Savater, y parte de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, incorporada al régimen jurídico argentino.

La lectura debe realizarse durante una hora a lo largo de un mes.

Además, deberán proseguir con “la ayuda terapéutica pertinente”.

Según la resolución conocida ayer, la medida fue dispuesta para que “puedan lograr la mayor comprensión del significado y reconocimiento de sus hijos menores como personas y como exigencia mínima de entendimiento de la crianza, educación y orientación” de los chicos.

El niño con derechos

El drama familiar de Nancy, Cristian y sus dos hijos, ambos menores de edad, llegó hace un año a la Justicia santafesina. A mitad de julio la pareja se separó y el menor de los chicos quedó con la madre mientras que el mayor eligió irse con el padre. Éste se mudó a una pensión y luego a la casa de su hermano.

En disputa por la tenencia de los menores se cruzaron denuncias por hechos de violencia, falta de atención alimentaria y obstrucción de las visitas dispuestas, entre otras.

Luego de varias audiencias y hasta de la intervención de la cátedra de Psiquiatría de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario, el juez ordenó, tras escuchar la voluntad de ambos niños, que cada uno viva con distintos padres. El menor manifestó deseos de continuar viviendo con su madre y el mayor hizo lo propio con el padre.

La medida está en sintonía con la nueva ley 26061 de Protección Integral de los Derechos de la Niña, Niño y Adolescente, donde el menor es sujeto “a ser escuchado en instancias que afecten sus derechos” y por eso “tiene derecho a participar y opinar sobre asuntos que lo conciernen”.

Además de esto, el juez Dutto ordenó que finalizados los encuentros de los hermanos, también estipulados por el magistrado, los progenitores deberán permanecer una hora en los Tribunales para leer la Convención de los Derechos del Niño, desde el artículo 1º al 31º, y además Ética para Amador, de Fernando Savater, y El Principito, de Antonie Saint Exupéry.

Tal como indica el fallo, habrá ejemplares de estos textos en la sala de Trabajo Social de Tribunales, escenario de los encuentros ordenados.

El régimen se prolongará por un mes con supervisión de un trabajador social y después debe continuar fuera del ámbito del tribunal.

“Una sentencia innovadora”

La experta en derecho de familia Alcira Yanieri consideró la sentencia del juez Ricardo Dutto “ejemplificadora y educativa”.

Consultada por El Ciudadano para que opinara al respecto, la letrada calificó a la resolución de “innovadora”.

“Hace años que sigo las sentencias de los juzgados de Familia en la ciudad y creo que esta resolución es innovadora”, opinó la abogada.

“Es una medida ejemplificadora y educativa que va más allá del frío texto de la sentencia”, aseguró.

Según la abogada, la selección de los textos corrió por parte del juez a cuenta de los valores propuestos en ellos y la accesibilidad de los mismos a todo tipo de lector.

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